La cosa está muy, muy jodida. Menos mal que Anti-Flag vienen a recordárnoslo. Mitad banda de punk-rock, mitad grupo de activistas por la justicia social y los derechos humanos, los americanos son el azote de todo lo que está mal en una sociedad cada vez más abiertamente intolerante azuzada por una clase política inepta pero efectiva transmitiendo su mensaje de odio.

Con una carrera que roza el cuarto de siglo y que ha tenido trabajos tan esenciales para el género como ‘Die For The Government’, ‘Underground Network’ o el más reciente ‘American Fall’. Ahora han editado ‘20/20 Vision’, una píldora de energía y concienciación a partes iguales. Con una banda que una vez editó un tema titulado “The Economy Is Suffering… Let It Die”, la conversación iba a tomar un tinte especialmente político, y así fue la charla con su batería, Pat Thetic.

¿Es el estado general del mundo una fuente de motivación especial para Anti-Flag?

Siempre estamos motivados y siempre hay cosas jodidas en el mundo sobre las que hablar. En ocasiones las cosas van lo suficientemente mal como para que el mundo en su sentido más amplio se dé cuenta de lo que está pasando, pero nosotros siempre estamos observando y atentos a lo que pasa a nuestro alrededor. Meter a niños en jaulas es algo horrible y es necesario hablar de ello. Tener a líderes mundiales que son abiertamente racistas es algo deleznable y todo el mundo debería estar totalmente alarmado por ello. Siempre hay batallas que luchar y cosas con las que horrorizarse.

Da la sensación de que el racismo y la xenofobia se ha vuelto popular.

Creo que todos los presidentes han sido racistas. Lyndon fue un racista, Nixon fue un racista, Reagan fue un racista. Hemos tenido a unos cuantos, pero se daban cuenta de que no podían decir ciertas cosas en público y en abierto porque habría consecuencias en cuanto a su imagen pública. Trump, por su parte, siente que es inmune y que puede decir lo que le dé la gana sin temer un problema de imagen. Le da igual parecer racista. Aquellas cosas que se susurraban por parte de los poderosos ahora se dicen abiertamente y a gritos. Y la reacción de la sociedad en su conjunto demuestra que no hay consecuencias, que pueden decir lo que quieran.

Anti-Flag

Anti-Flag (Foto: Óscar Gil)

¿Es la sociedad la que sitúa en el poder a personas que ve como afines o son los poderosos quienes crean una sociedad afín a sus ideales?

¿El huevo o la gallina? Pienso que Trump es un síntoma de una cultura racista. Hay un componente que viene dado por gente mayor blanca que se siente intimidada por la multiculturalidad de la sociedad estadounidense. Es lo que está pasando en Europa también. Era algo que tenía que pasar tarde o temprano porque estaba habiendo grandes corrientes migratorias desde Oriente Medio y desde Centro y Sudamérica.

«Trump es un síntoma de una cultura racista»

Cuando la gente es desplazada, la gente que está a la derecha política lo utiliza para generar alarma social y asegurar que nuestros valores y modo de vida están siendo amenazados. De esa manera llegan al poder. Hay un grupo de personas en Estados Unidos que está asustado de otras personas y son xenófobos, racistas y horribles seres humanos. Trump les da una voz, les ha disculpado y les ha dado a entender que pueden ser parte de la discusión social en lugar de dejarles a un lado como ha sucedido en el pasado .

Lo que vemos en España es que no solo los ultraderechistas votan a partidos de ultraderecha. Hay un voto juvenil, un voto protesta, por parte de sectores que jamás han experimentado represión de ningún tipo. ¿Sucede en tu país?

Tenemos parte de ese voto protesta en Estados Unidos. Hay gente que apoyaba a Trump porque decía que era un outsider, que era un antisistema en sí mismo. Ser un outsider no te cualifica como aliado. Si eres un outsider que quiere hacer del mundo un lugar mejor para todos, eres un aliado. Sino eres un falso y estás haciendo teatro para conseguir tus propios fines e intereses. Nosotros siempre buscamos aliados para que la gente tenga acceso a más libertad, más justicia económica, más igualdad de género y demás. Y Trump no es un aliado para nada de esto.

Anti-Flag

Anti-Flag (Foto: Óscar Gil)

¿De qué modo afecta la censura a Anti-Flag cuando señala lo que está mal en la sociedad?

No hemos experimentado ninguna censura últimamente, pero si Trump es reelegido para un segundo mandato va a haber mucho espacio para la censura en Estados Unidos. Cualquiera que difame al presidente o diga cosas en contra de sus ideas va a sufrir por ello. Ya hemos visto como Trump ha intentado deslegitimar a los medios que son negativos hacia su figura. Creo que eso va a seguir sucediendo. No me sorprendería si su administración comenzase a señalar como enemigos a personas de los medios o artistas que dicen la verdad y amenazan su poder.

«Cualquiera que difame al presidente o diga cosas en contra de sus ideas va a sufrir por ello»

Todos esos problemas pienso que son importantes y hemos de tratarlos como banda. Que los americanos nos sintamos cómodos con el hecho de que se meta a humanos… ¡A niños! en jaulas es algo repulsivo. Que un país cuya mitología asegura que la prosperidad llegó de la mano de la inmigración ahora rechace su propia existencia es algo muy jodido. Esta es una nación llena de gente asustada por poder perder sus privilegios y van a hacer todo lo que esté en su poder por mantenerlos.

En vuestra web publicasteis una lista de políticos y personalidades que han aceptado donaciones de la NRA, la Asociación Nacional del Rifle. ¿Os ha supuesto alguna consecuencia en la práctica?

No hemos tenido consecuencias y me avergüenza admitirlo. Significa que no somos una amenaza suficiente para ellos, pero lo intentamos lo mejor que podemos. Soy consciente de que el poder de la Asociación Nacional del Rifle es muy grande, mucho más que el de cualquier banda de rock. Es vergonzoso pero eso significa que tenemos que organizarnos mejor y gritar más fuerte para que el público sepa que hay gente que pone el dinero por delante de las vidas de aquellos que están en riesgo de ser asesinados por la plaga de la violencia armada que tenemos en Estados Unidos.

¿Os encontráis con censura a otros niveles? (Como el de discográficas o promotores).

La belleza del año 2020 es que no tenemos que trabajar con grandes multinacionales discográficas ni grandes cadenas de tiendas para que nuestro mensaje llegue a la gente. Evidentemente ahí están gigantes como Spotify y Apple Music, que quizá algún día deciden no publicar música de artistas que consideran motivo de objeción, pero por el momento son plataformas lo suficientemente abiertas y suponen un canal directo para que los que creamos música lleguemos al público.

«La belleza del año 2020 es que no tenemos que trabajar con grandes multinacionales»

Es algo impresionante, considerando el pasado. Es posible que a medida que se hagan más gigantes, estas compañías comiencen a censurar el contenido de algún modo -o los propios gobiernos-. Ya has visto como en Irán han cortado Internet para evitar la propagación de las protestas recientes, además de cargarse a varios de ellos. Eso llegará, pero de momento disfrutemos de la libre circulación -aparente- de la información.

¿Son las libertades personales más frágiles que nunca?

Después del once de septiembre de 2001 todos hemos podido comprobar la fragilidad de las libertades individuales ante eventos de gran magnitud. Tus libertades pueden ser eliminadas en cuanto a alguien que está en el poder le da por pensar que dicho poder está en peligro. Puedes ver eso en España y en muchos otros países que tienen la habilidad legal para poder interrumpir Internet.

No ha pasado de momento, pero pasará. Cuando hay protestas locales, se interrumpe la señal de móvil en esas zonas para que la gente no se pueda organizar. Si esto se lleva a la dimensión de una protesta nacional, ese precursor puede ser aplicado sin ningún problema para coartar la comunicación de las personas y evitar la propagación de la protesta.

Anti-Flag

Anti-Flag (Foto: Óscar Gil)

¡Pero tenemos filtros de perrito en Instagram!

Todos pensamos que tenemos mucha libertad pero estamos regalando nuestra identidad y nuestros derechos a cambio de una foto graciosa. Cuando quieran identificar a la gente y saber quién fue el que dijo “Donald Trump es un pedazo de mierda”, tendrán acceso a su foto, su información biométrica y todo lo necesario para darle una lección. Esas serán las consecuencias de los divertidos juegos a los que tenemos acceso con nuestros smartphones.

Los que estamos a la izquierda hemos crecido en una sociedad paranoica que nos hacía creer que los poderosos nos estaban observando. Pero, a mediados de los 2000, gracias a Edward Snowden y otros, hemos podido comprobar horrorizados como, de hecho, nos estaban observando. Lo de Snowden hizo despertar al resto de la sociedad mientras que nosotros ya sospechábamos. Ahora pensamos que lo de las fotos en las redes sociales es divertido pero las consecuencias vendrán aunque ahora no tengamos una prueba irrefutable de ello.

Sergi Ramos