De las entrañas de la capital danesa emergen dos desafiantes figuras. Decididos a colocarse frente a la nueva hornada de bandas de black metal escandinavo, Angstskríg hacen su debut con ‘Skyggespil’, un disco plagado de grandes colaboraciones con nombres como Attila Vörös o Frédéric Leclercq.

A continuación uno de los enigmáticos miembros de la formación expone, con optimismo y sentido del humor, cómo está viviendo esta experiencia y algunos de los muchos interrogantes que quedan por resolver. 

Hay detalles que no podéis revelar si queréis preservar vuestro anonimato pero, ¿en qué circunstancias nació Angstskríg?

Crecimos juntos y tuvimos el mismo mentor que vio potencial y ambición en los dos. Aprendimos cómo tocar, actuar y ser creativos a la vez cuando éramos muy jóvenes. Por cosas de la vida nuestros caminos se separaron, pero siempre supimos que llegaría el día en que nos reuniríamos de nuevo. Y aquí estamos hoy. 

¿Os ha resultado difícil presentar esta nueva banda?

En realidad es duro salir como novedad. Primero porque hay mucho trabajo por hacer antes de presentar resultados finales. Internet es un gran “qué”. Con un poco de suerte la gente ve que pusimos todo nuestro esfuerzo en los videoclips, por ejemplo. Las redes sociales también ayudan, por supuesto, pues es desde donde intentamos acercarnos a fans potenciales, estar en contacto con la prensa…

Al final se reduce a hacerse oír. No es nada fácil ahora mismo, pero diría que lo estamos haciendo bien. Estamos bajo un buen sello, hay personas trabajando para nosotros… Poco a poco. De momento la gente está siendo muy amable con nosotros, el feedback es abrumador y nos sentimos muy agradecidos por ello.

¿Qué novedades aporta Angstskríg a la escena blacker?

Aunque creo que los seguidores de la trve kvlt no son nuestros fans, formamos parte de la escena. Aportamos un toque nuevo, fresco, nórdico, al sonido. Lo que traemos es una nueva manera de presentar el metal oscuro porque experimentamos con sonidos muy variados. No estamos inventando nada, nuestra singularidad simplemente se resume en esta mezcla. 

Hubo un tiempo en que el black metal tan solo se asociaba con satanismo, violencia, muerte… No como imagen artística sino como rasgo de personalidad. Aunque se ha superado esa fase, todavía se espera que los músicos mantengan una postura seria y sombría. ¿Creéis que vuestra banda rompe algunos estereotipos al respecto?

Estoy seguro de ello. Hacemos las cosas como nos gustan, porque creemos que son divertidas y una de nuestras prioridades es pasarlo bien. Estar siempre tan serio no puede ser sano. 

A lo largo de la historia se han visto todo tipo de atuendos: desde corpsepaint hasta sangre, cadenas, máscaras… Pero nunca un dueto vestido enteramente de negro. ¿Por qué decidisteis que el anonimato era la mejor opción?

Porque lo único que importa es la música. Queríamos encarnarla y este es el aspecto que creemos que tiene.

El mundo entero está deseando no tener que usar mascarilla y vosotros cubrís íntegramente vuestros rostros bajo un velo negro. ¿Cómo lleváis el tema de la sofocación al tocar?

Todavía no hemos hecho ningún directo así que eso está por ver. Será un gran desafío (risas)

Ahora no es el momento idóneo para dar conciertos, pero cada vez falta menos para que probéis los escenarios. ¿Cómo queréis que sean vuestras actuaciones?

Queremos seguir como un dúo. ¿Cómo? Pues eso tampoco está nada claro, porque primero tendremos que probar cómo sonamos. De todos modos la idea es mantener esta formación. 

Lanzáis ‘Skyggespil’. ¿Cómo fue su proceso de creación?

Fue un proceso muy rápido. Grabamos el bajo y la batería en la Royal Music Academy de Copenhague, las voces y guitarras en Hikikomori Studio con Frederik Brandt Jakobsen y luego vinieron las colaboraciones de los artistas invitados. Creemos que en la música actual se usan instrumentos pero no siempre suenan de forma natural, como deberían sonar, sino que están alterados de mil maneras. Era muy importante para nosotros dar con el sonido perfecto, orgánico.

¿Qué hay sobre las colaboraciones? Vais pisando fuerte para ser un álbum debut. 

La razón por la que tenemos tantos artistas invitados en nuestro disco es porque no podríamos tocar un solo aunque nos fuera la vida en ello. Sencillamente no somos capaces del modo en que hemos planteado la formación. Llamamos a nuestros amigos y por suerte son majos y les pareció bien formar parte de este proyecto. Llevaron las canciones y el disco a otro nivel. ¡Gracias, chicos! (risas)

Marina Salcedo