Necrophagist, Aborted, Spawn of Possession, Obscura… Alkaloid es el resultado de la unión de músicos pasados por todas esas bandas. Un grupo que no pretende poner límite a su creatividad y explora el death metal en clave de mutación constante, siempre deseoso de ampliar los horizontes artísticos de los cinco miembros que componen la banda.

En 2018 Alkaloid publicó su segundo trabajo de estudio, ‘Liquid Anatomy’, elaborado a distancia y denominado como uno de los discos esenciales del año pasado entre la prensa especializada. Este verano la banda ofrecerá actuaciones exclusivas en dos festivales europeos, uno de ellos es el festival de Costa del Sol, Rock the Coast. Hablamos con el baterista de la banda, Hannes Grossmann, sobre el nuevo trabajo, la filosofía y el futuro próximo de la banda.

Afirmáis con insistencia que Alkaloid no es solamente un proyecto, sino que una banda en sí misma. ¿Es difícil gestionarla teniendo en cuenta que cada uno de vosotros es parte de otras bandas activas que giran y publican discos con frecuencia?

Encontrar fechas comunes no resulta tan problemático, el mayor inconveniente es que somos una banda de cinco miembros que hemos pasado ya la edad de 30 años y seguimos teniendo un estatus underground. Para tocar conciertos y girar no podemos simplemente echarnos a la carretera y no preocuparnos por costes y pagos por el hecho de promocionar a la banda, como hacíamos con otros grupos cuando eramos veinteañeros.

Cuando tocaba en Necrophagist todavía era estudiante e iba de gira en mis vacaciones semestrales. Me daba igual si valía la pena financieramente o incluso si me pagaban o no. Ahora con ciertas obligaciones vitales que surgen al ser adulto, debemos asegurarnos de que la inversión –y para nosotros girar o tocar conciertos en una inversión en nuestra banda, ya que no generamos ningún beneficio de ello– merezca la pena.

Este verano tocaréis en festivales europeos señalados, ¿podría suponer el comienzo de una etapa más fructífera en lo que respecta a actuaciones de directo?

Queremos tocar el máximo de conciertos posibles. Pero, como digo, debe ser razonable. Haremos todo lo que esté en nuestras manos por actuar en directo con mayor frecuencia, espero que nuestra actividad aumente en el futuro próximo.

Aunque, en esencia, Alkaloid sea una banda de death metal, siempre habéis tratado de incorporar nuevos elementos a vuestro sonido, sean riffs progresivos, voces limpias, instrumentos étnicos, pasajes vanguardistas… ¿Es esto consecuencia de vuestra constante necesidad de evolucionar, mejorar y explorar nuevos horizontes como músicos?

El death metal es parte de nuestro ADN musical. Pero, nuestro cantante Morean, por ejemplo, es un compositor clásico, es lo que hace para ganarse la vida, crear y adaptar orquestas. Por tanto, la música clásica es tan natural en su sonido como el death metal. Todos hemos sido parte de otras bandas de death metal anteriormente y se ha convertido en una especie de aroma natural de nuestro resultado musical general.

Entrevista Alkaloid

Para mí no tendría sentido excluir el death metal del sonido de Alkaloid, pero tampoco excluir el resto de elementos, son igual de importantes. Insisto, veo el death metal como una especie de figura presencial en nuestro sonido. Por ejemplo, una película que tiene elementos de terror no debe necesariamente ser catalogada como una película de terror. Del mismo modo, no catalogaría a Alkaloid como una banda de death metal. En realidad, no la catalogaría de manera alguna.

“Una película que tiene elementos de terror no debe necesariamente ser catalogada como una película de terror. Del mismo modo, no catalogaría a Alkaloid como una banda de death metal”

¿Supone Alkaloid un lugar donde poder expandir y experimentar con sonidos que no podían estar presentes en vuestras bandas o proyectos anteriores?

Absolutamente. Personalmente, me sentía atrapado en el sonido de Obscura. Desde mi perspectiva, no había un camino que recorrer, simplemente hacíamos metal técnico similar una y otra vez. Me gusta el estilo, pero no quiero que sea lo único que haga. Con Alkaloid cualquier cosa es posible, ¿componer una canción de reggae y combinarla con música progresiva y brutal death metal? Eso es lo que hemos hecho en nuestro nuevo álbum.

Teniendo en cuenta que vuestros intereses musicales van más allá del death metal, ¿podrías señalar alguna banda o artista que recientemente se haya convertido en una fuente de inspiración común para Alkaloid?

Realmente, no compartimos muchas influencias musicales y eso es lo que convierte nuestra colaboración en algo tan fascinante. Cada miembro de la banda aporta su visión, sin ser un clon de otros grupos existentes. Es verdad que bandas clásicas como Iron Maiden, Judas Priest o Morbid Angel nos han influido a todos porque influyeron al completo en sus propios géneros. Pero, por ejemplo, Danny y yo somos fans de Rush, mientras que el resto de la banda no. Chris y Danny son apasionados del shred metal de los años 80, pero Morean y yo no tanto. No basamos nuestras ideas en otras bandas, preferimos tratarlas de forma inconsciente y dejarnos inspirar mutuamente por las habilidades musicales de cada uno.

Los subgéneros de la música metal abarcan ya varias décadas y han evolucionado de forma diferente en lo referente a la reinvención. ¿Podría decirse que determinados subgéneros han sido más proclives a la experimentación que otros?

Personalmente, no veo sentido alguno a los subgéneros. Son algo creado por periodistas musicales y sellos discográficos, con el fin de facilitar el etiquetado y promoción de los artistas. Creo que no tanto los géneros musicales en su totalidad sino que determinadas bandas son las que han sido proclives a la experimentación y, por ende, han empujado la evolución de ciertos estilos. Por ejemplo, el djent es ahora una entidad, pero mayormente se basa en el sonido de Meshuggah. Probablemente, la propia banda simplemente hizo lo que sentía, no tocaba con el fin de ser influyente. Su característico sonido es fácil de abarcar a un nivel superficial, por lo que muchas bandas lo emularon. Así, se convirtió en un nuevo subgénero. Es decir, hubo una banda original y miles de epígonos, siempre ocurre de la misma manera.

Hablemos sobre ‘Liquid Anatomy’. El álbum fue grabado y mezclado por ti, Hannes Grossmann, en tu propio estudio. ¿La decisión de guiar el proceso al completo por vuestra cuenta fue clara desde el principio o valorasteis otras alternativas?

En esta ocasión tuvimos claro que me encargaría de la producción. La música es muy compleja, las canciones son muy diferentes entre sí y, además, están compuestas por un montón de pistas grabadas que deben ser manejadas de forma apropiada. El disco debe tener un sentido como entidad, a pesar de que una canción sea completamente diferente a otra. Sin la visión exacta sobre dónde debe ir cada extracto, el álbum no sería tan equilibrado.

Todos contáis con una amplia experiencia en lo que refiere a grabaciones. ¿Hasta que punto define el resultado final el hecho de incluir o no a una figura externa que escuche con oídos frescos esas canciones en las que habéis trabajado durante tanto tiempo?

No necesitamos a alguien que nos diga qué hacer con las canciones. Cada uno de nosotros lleva 25 años creando música, lo cual sumaría en total una especie de 125 años de experiencia. Creo que cada miembro de la banda es capaz detectar si algo funciona o no. Sin embargo, en lo que respecta a la producción del álbum, fue realmente positivo contar con Alan Douches (Death, Misfits, The Dillinger Escape Plan, Converge…) para la masterización. Siendo un ingeniero externo, pudo escuchar el sonido desde una perspectiva neutral y asegurarse de que la mezcla sonara adecuadamente en cada sistema de audio. Tras la finalización de una sesión de mezclas tan extensa como esta, uno puede adquirir una visión muy afinada. Recibir la aprobación en la parte de ingeniería fue provechoso, pero es algo que no necesitamos a la hora de escribir y realizar arreglos.

“Somos escapistas, por lo que no no hay conexiones reales con el soez mundo en el que vivimos. Nos gusta crear nuevos mundos tanto musical como líricamente”

Alkaloid 2019

En lo que respecta a las letras, ‘Liquid Anatomy’ parece una continuación de vuestro álbum debut. Pero, teniendo en cuenta que frecuentemente exploráis temas relacionados con el cambio y la transformación, ¿en qué forma son las nuevas letras diferentes a las presentes en ‘The Malkuth Grimoire’?

Diría que en general somos escapistas, por lo que no no hay conexiones reales con el soez mundo en el que vivimos. Nos gusta crear nuevos mundos tanto musical como líricamente. Por un lado, la canción “Rise of the Cephalopods” trata sobre la posibilidad de que los pulpos pudieran evolucionar en seres superiores, crear su propia civilización y, finalmente, abandonar nuestro planeta usando la ciencia que han creado. Por otro, la canción que titula el álbum explora la idea de que, usando nuestra imaginación, pudiéramos transformar nuestro estado físico, por ejemplo, creando un tercer brazo solamente por fuerza de voluntad. A pesar de que hay diferentes ideas en cada canción, el hilo principal podría ser considerado como ciencia ficción. En nuestro primer álbum había al menos unas pocas referencias a la vida cotidiana, pero en ‘Liquid Anatomy’ las hemos aparcado totalmente. Creemos que la historias fantásticas son las que mejor casan con nuestra música.

El concepto de cambio no solo está presente en las letras, también puede encontrarse en la música, tanto en la composición como en el aspecto sonoro. ¿De qué manera se ha transformado tu visión sobre el arte a lo largo de todos estos años, desde el momento en el que empezaste a tocar un instrumento hasta el día de hoy?

Para mí, la experiencia más importante siempre ha sido tocar y escribir música junto a otras personas. Me influyó en una escala mucho mayor que el solo hecho de escuchar a mis bandas favoritas. Al principio, pretendía dominar los aspectos técnicos de mi instrumento, para poder ser capaz de tocar cualquier cosa que sonara bien. Pero desde muy pequeño también quise expresarme y llegó un punto en el que la batería como instrumento no era suficiente. Quería crear melodías, riffs, canciones. En ‘Liquid Anatomy’ mi objetivo fue utilizar la evolución artística de cada miembro para, al trabajar de forma conjunta, crear algo a lo que no seríamos capaces de llegar de forma individual. Lo bueno es que este proceso nunca para, continúa transformándose y, por ello, las posibilidades en esta banda son infinitas.

¿Hay algo que te gustaría cambiar o transformar en Alkaloid de cara al futuro?

Como he dicho anteriormente, actuar en directo con mayor frecuencia sería genial. Musicalmente creo que vamos por la buena senda.

Mikel Yarza