Cuando Wacken Open Air empezó su andadura en 1990, los festivales de heavy metal tal y como los conocemos hoy no eran una ocurrencia habitual. Claro que los había (desde el Heavy Sound de Brujas en su día al Donington Festival, Reading y demás) pero ninguno de ellos tenía una dedicación tan clara y ciega hacia el heavy metal. Eso cambió cuando Thomas Jensen y Holger Hübner pusieron en marcha su particular sueño de cuero y tachuelas. De un cartel donde la máxima atracción eran Wizzard han pasado a un mastodóntico evento con 80.000 asistentes donde Judas Priest son, simplemente, una banda más. Todo sucede en Wacken: las reuniones más espectaculares, los conciertos más únicos (véase el de Savatage y la Trans Siberian Orchestra de este año) y sobretodo la unión más espectacular de públicos de todos los géneros del rock. Wacken es un espectáculo tanto por lo que sucede en el escenario como por aquellos que están en la zona de público. Y es eso lo que intenta reflejar "Wacken 3D", un documental tridimensional dirigido por Norbert Heitker que se estrena esta noche en el marco del festival Beefeater In-Edit de Barcelona.

Cuando Wacken Open Air empezó su andadura en 1990, los festivales de heavy metal tal y como los conocemos hoy no eran una ocurrencia habitual. Claro que los había (desde el Heavy Sound de Brujas en su día al Donington Festival, Reading y demás) pero ninguno de ellos tenía una dedicación tan clara y ciega hacia el heavy metal. Eso cambió cuando Thomas Jensen y Holger Hübner pusieron en marcha su particular sueño de cuero y tachuelas. De un cartel donde la máxima atracción eran Wizzard han pasado a un mastodóntico evento con 80.000 asistentes donde Judas Priest son, simplemente, una banda más. Todo sucede en Wacken: las reuniones más espectaculares, los conciertos más únicos (véase el de Savatage y la Trans Siberian Orchestra de este año) y sobretodo la unión más espectacular de públicos de todos los géneros del rock. Wacken es un espectáculo tanto por lo que sucede en el escenario como por aquellos que están en la zona de público. Y es eso lo que intenta reflejar «Wacken 3D», un documental tridimensional dirigido por Norbert Heitker que se estrena esta noche en el marco del festival Beefeater In-Edit de Barcelona.

Sergi Ramos aprovecha la oportunidad que brinda el documental para repasar la historia del festival con su jefe, el propio Thomas Jensen. Una entrevista que no tiene desperdicio.

El año 1990 no era especialmente el mejor momento para el metal: fue cuando empezó todo a decaer lentamente en Estados Unidos y en menor medida en Europa. ¿De dónde sale la idea de hacer un festival de metal en un momento que luego se revelaría como crítico para el género?

«Queríamos hacer algo que nos gustase. Queríamos hacer algo que conociésemos y sobre lo que tuviésemos idea. Si alguien nos hubiese pedido que hiciésemos un festival de pop no nos habría sido posible porque no sabría ni a que bandas llamar. El metal es algo que conocíamos y nunca hubo una cuestión de si el metal era el género por el que apostar o no. Era lo que nos motivaba y lo que nos hizo empezar en esto.»

«Teníamos que hacerlo. Por otra parte, éramos inocentes. Sabíamos que montar un festival llevaría trabajo pero te aseguro que no tenía ni idea de cuanto trabajo podía llegar a suponer en la realidad. ¿Te responde la pregunta?»

Más o menos. Al principio Wacken era un festival pequeñito, como muchos festivales locales de hoy en día: alguna banda tributo, algún grupo local y poco más. Pero en 1992 disteis un salto y tocaron Blind Guardian, Saxon y otras grandes bandas. ¿Qué motivo ese salto? ¿De donde sacasteis la financiación para llevar a cabo un festival más grande?

«Por entonces seguíamos siendo muy inocentes pero pensamos que debíamos crecer, que debíamos hacerlo un poco más grande. Es lo mismo que hacemos ahora: nos sentamos y decimos «¿qué podemos hacer ahora?». Intentamos empujarnos hacia alguna parte para encontrar la siguiente meta. Paul O’ Neill de Savatage es igual: el también intenta forzar los límites de las cosas.»

«Para una persona externa puede que aquello no parezca un gran salto o una gran mejora, pero como tu dices, lo que hicimos de 1991 a 1992 fue un paso muy grande para nosotros».

«Llamamos a la agencia que llevaba la contratación de Saxon en aquel entonces y, para ser sincero, no esperaba que tuviésemos una respuesta. Enviamos un fax muy inocente explicando lo que hacíamos y la agencia nos respondió diciendo «podemos hablarlo, enviadme más información». Nunca habíamos lidiado con los «grandes», pero aquella agencia tenía a muchos artistas de rock grandes como Lynyrd Skynyrd, Sepultura, Motorhead y otros. No esperábamos una respuesta y de golpe nos dicen que les demos ‘más información’.»

«Nosotros ahora somos los agentes de muchos artistas y tenemos la misma filosofía. Si alguien envía una petición le pedimos más información porque siempre hay alguien que quiere dar un pequeño salto adelante como lo dimos nosotros».

Holger y Thomas con Doro Pesch

Holger y Thomas con Doro Pesch

Thomas Jensen

Thomas Jensen

¿Recuerdas cual era el presupuesto de Wacken en 1992?

«No lo recuerdo con exactitud pero creo que era algo así como entre 75.000 y 100.000 marcos alemanes como mucho. Algo así. Eso sería, en euros, 50.000 Euros. Si tienes en cuenta la inflación y demás eso equivaldría a unos 100.000 Euros hoy en día».

¿Y cuál fue el presupuesto de Wacken Open Air 2015?

«Más de doce millones de euros».

Leí un artículo en Billboard que decía que el festival no gana apenas dinero. ¿Como es posible?

«Ha! (Risas) Se confundieron en aquel artículo. Le dije que en el primer año perdimos dinero mayoritariamente. No perdemos dinero continuamente, seríamos estúpidos si estuviésemos perdiendo dinero (risas). Los primeros dos años, básicamente, perdimos dinero. En 1995 comenzamos a ver beneficios. A la par que organizábamos el festival hacíamos otros trabajos como pegadas de posters, repartos de flyers para otros conciertos y cosas así. El festival seguía en números rojos pero nuestros otros trabajos en el mundo de la música se volvían cada vez más exitosos. A veces llevábamos la barra en algunos eventos y cosas así. Es como tu: tu te dedicas a varias cosas además de llevar themetalcircus.com y todo forma parte del mismo negocio».

«La otra cosa en la que se equivocó fue esta: el festival no perdió dinero este año, sino que gastamos mucho más dinero de lo habitual debido a las condiciones climatológicas que tuvimos. Pero hoy en día tenemos seguros y cosas que nos ayudan a amortiguar estas cosas. Mezcló lo que le expliqué de los primeros años y lo de este año, vaya.»

«Lo bueno es que el artículo de Billboard atrajo mucha atención. Eso me gustó».

Me extrañó ver que Billboard hablara de Wacken Open Air. Es un festival que, pese a ser el mayor festival de heavy metal del mundo, sigue teniendo un toque muy underground en esencia. ¿Crees que ese es parte de su encanto?

«Nos gusta eso. Por otra parte, pienso que es interesante tener cobertura por parte de medios que no conocen lo que hacemos. Hacen preguntas totalmente distintas a las que haría un medio de heavy metal, por ejemplo. Es interesante, me gusta».

¿Eres consciente de que hay gente que va a Wacken y termina por no ver ni un concierto? Van a pegarse la gran fiesta y la música es totalmente secundaria para ellos. 

«Si, pero creo que eso es una minoría. Creo que hay un pequeño porcentaje que es lo que describes pero la mayoría están muy metidos en la música. Sino, no tendrías a tanta gente ante los escenarios a mediodía. Si vas a cualquier otro festival por la mañana no verás a tantos fans viendo a las bandas. Cuando nosotros abrimos puertas ya hay un gran público, incluso para las bandas más pequeñas del cartel. Por eso a muchas bandas les gusta Wacken: porque siempre tienen un público».

«Hay una parte de la prensa que acusa al festival de haberse vuelto muy comercial y todo eso. Nosotros analizamos esos aspectos en equipo, pero mi visión personal es que nadie se va a un pueblo en medio de ninguna parte y se gasta un montón de dinero si no ama realmente esta música. Nos comparan a veces con Mallorca y los locales de moda de allí pero no puedo ver el paralelismo. Claro que en el festival hay gente que no se toma la música tan serio como otros, pero el grueso del público es un público amante de la música».

Hay muchas bandas que, cuando comenzaron a tocar en el festival, aún eran muy humildes: Dimmu Borgir, Stratovarius, Arch Enemy…bandas que luego se han convertido en referencias a nivel mundial. Cuando hubo una vuelta del heavy metal a finales de los 90, muchas de esas bandas comenzaron a crecer a pasos de gigante y también lo hizo Wacken. ¿Crees que fue ese retorno del heavy metal el principal catalizador del Wacken masivo que conocemos hoy en día?

«Creo que si algo se hace con el corazón y es real, es original, se sostendrá en el tiempo y sobrevivirá a todo tipo de tormentas. Esta música es pura, tiene alma. Es una estupidez decirlo, quizá, porque suena estereotipado e inocente pero cuando se dice «Rock will never die»…bien, eso tiene mucho significado para mi. Y para mucha otra gente. No es solo una frase. Si una persona como Ronnie James Dio decía eso, lo decía convencido. Cuando un grupo de chavales jóvenes escucha ese mensaje y se lo cree y decide montar una banda, el género sigue adelante. Ahora tenemos la cuarta generación de fans del heavy metal y por eso en Wacken pensamos que teníamos que hacer algo con las bandas jóvenes. De ahí que montásemos la Wacken Foundation, a través de la cual hacemos la Metal Battle y, en el último par de años, el Wacken Camp, donde colaboramos con escuelas de música locales. Es como un campamento de vacaciones para niños donde aprenden a componer y tocar instrumentos en el contexto de unas vacaciones.»

«Pienso que este género musical seguirá por siempre. Es un gran reto, pero si hablas con los fans y los medios todos queremos eso. Hay ocasiones en las que se dice «oh, las revistas de papel están muriendo» pero luego se sigue escribiendo sobre el género en internet y en pequeños fanzines o radios pequeñas. La escena está viva. Y no es una escena que esté totalmente motivada por el beneficio económico o por la avaricia. Claro que hay dinero para ganar en el mundo del heavy metal pero no es la motivación real y última de todo. El festival quiere unir a la gente en una comunidad, de eso se trata».

«Stefan Chirazi dijo en el libro ‘We The People of Wacken’ que esto es una tribu. Esa es la mejor manera que he encontrado de describir esta escena. Una tribu. Perdona el rollo».

No, no. Me gustan las respuestas largas y elaboradas en lugar de la misma mierda promocional que siempre me cuentan las bandas. Vaya, mucho mejor esto, de largo. 

«Es que ahora tenemos la libertad de decir lo que nos apetezca. No tenemos que vender el festival pensando ‘oh, ojalá alguien en España lea esto y venga al festival’. No tenemos que dar ese mensaje. Ahora todo vuelve a la base, a la música.»

«Creo que Wacken contribuyó, como tu decías, a devolver la importancia al género del heavy metal. En aquella época la gente te miraba como si fueses un alien por tocar la guitarra. Por entonces todo era música electrónica, raves y demás. Pero nosotros seguimos creyendo en la música artesanal. Ahora tenemos libertad con el festival para dedicarnos a lo que nos gusta porque no tenemos que vender nada. El festival funciona solo».

«Claro que nos gusta que se esté haciendo una película del festival, por ejemplo, pero la música está ahí, los fans están ahí y todo funciona. Es como una gran reunión familiar».

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Una de las cosas buenas que da el dinero es la habilidad de hacer lo que te de la gana sin pensar en si comerás mañana. Cosas tan brutas como poner a Savatage y la Trans Siberian Orchestra de cabezas de cartel son resultado directo de esa actitud libre que tenéis ahora. No son bandas típicamente cabezas de cartel en un festival. Imagino que os debió costar un buen millón de euros o dos producir semejante espectáculo. 

«Esto vuelve a lo que te decía de la familia: nosotros no lo pagamos todo, la banda pagó muchas de las cosas. Paul puso mucho de su dinero en este proyecto porque realmente creía en él. Es un regalo que un músico haga algo así. Cuando alguien dice que nos estamos volviendo comerciales…mira, te diré que traer a Savatage al festival tiene muy poco de comercial (risas).»

«Claro que sabemos que la Trans Siberian es una banda grande en Europa y USA y ese era un gran atractivo pero decidieron hacer algo que iba mucho más allá. Hicieron algo totalmente nuevo e innovador. Era su manera de darle algo de vuelta a la gente, porque ellos ya tienen mucho éxito y tienen la tranquilidad económica y la libertad de hacer lo que les de la gana».

«Creo que fue genial. Eso es lo que nos gusta que sea el festival: un lugar donde vivir experiencias únicas que no se pueden vivir en ninguna otra parte. Nosotros tenemos un público muy fiel en Wacken y es gente que ha visto muchísimos conciertos ya. Tienes que darles algo que sea novedoso, algo que les vuele la cabeza.»

«Este año, algunos medios nos acusaban de no tener buenos cabezas de cartel. Vi el mejor concierto más bueno de Judas Priest que he visto en muchos años. Fueron tan increíblemente buenos que no me lo creía. El festival en si tuvo muy buena vibración y mira que parecía el fin del mundo al principio, debido a la lluvia. Al final, el sábado, salió el sol y Judas Priest hicieron un concierto tremendo. Parecía un planeta distinto (risas). Quizá me hago mayor pero me impactó (risas).»

No puedes luchar contra el clima pero ¿de qué manera podría Wacken mejorar su respuesta ante las inclemencias del tiempo? En años anteriores se ponía paja, por ejemplo, pero un cigarro mal apagado puede provocar un incendio, así que es peligroso. 

«Tuvimos paja en 2002 y se quemó un poco. Volvemos a lo de tener un gran equipo: a lo largo de los años no trabajamos con gente empleada para la ocasión sino que trabajamos con el mismo personal a lo largo de todo el año y todos los festivales así que conocen bien el terreno. Hay gente que lleva 15 o 20 años con nosotros. Hay gente que empezó con nosotros y que luego fue haciendo camino en el mundo del entretenimiento. Tenemos al mejor electricista para eventos de toda Alemania, por ejemplo. Ellos hacen el festival suyo porque lo han visto crecer desde el principio. Han andado mucho con nosotros y para ellos Wacken es como un niño que han ido viendo crecer».

«En los casos en los que sucede algo extremo e incontrolable, si tienes una conexión emocional con el festival, pondrás más de tu parte que si simplemente fuese un trabajo. Las bandas hacen grandes shows porque se sienten especialmente inspirados, porque han hecho el festival suyo también».

«Cuando me entrevistan medios más generalistas y les hablo sobre estas cosas deben pensar que estoy como un cencerro.»

La gente está acostumbrada a que el festival solo puede ser un negocio. Les extraña incluso que tengas una conexión emocional con ello.

«Claro que pensamos mucho en el dinero, porque tenemos que hacerlo. Hay presupuestos, tenemos un equipo, de Wacken dependen los ingresos de muchas familias y todo eso. Pero el equipo que hemos conseguido a lo largo de los años tiene un buen equilibrio entre las necesidades comerciales y la emoción».

¿Porqué Manowar nunca han tocado en Wacken?

«Esta es buena. No hemos llegado a un acuerdo por algún motivo estúpido. A mi me encantaría: son los Kings of Metal y encajarían a la perfección. Todo es cuestión de encontrar el momento y el presupuesto adecuado. Una cosa tengo clara: no vamos a cambiar un festival entero para una banda, la que sea. Ese es uno de los problemas».

«Tenemos un concepto y las bandas han de entrar en nuestro concepto. Mira a Rammstein. Son absolutamente masivos, pero encajan en nuestro concepto perfectamente. Para su actuación en Wacken se trajeron siete camiones extra de material. Eso, para mi, es mostrar verdadero respeto hacia lo que es Wacken y sus fans. Les dieron incluso más de lo que están acostumbrados a dar en cualquier otra parte del mundo. Si Rammstein pueden, todos pueden».

«Lo de Manowar quizá sucede algún día, dentro de dos o tres años.»

Hay varias reuniones que todo el mundo quiere ver algún día y para las que Wacken sería un punto de partida perfecto: Helloween con Kiske y Kai Hansen, Sepultura con los hermanos Cavalera, lo de Pantera con Zakk Wylde que se rumoreó en su dia…incluso Heaven’s Gate! ¿Cuales de estas reuniones o actuaciones ves viables en Wacken?

«No te sabría decir porque nunca se puede predecir. Se algunas cosas internas porque trabajo con muchas de estas bandas pero no soy yo quien debe levantar la liebre y hacer estimaciones. Hay muchas cuestiones personal involucradas en esas reuniones y bandas y que yo venga a predecir el futuro no es bueno para el proceso.»

«Se que a los fans les gustaría ver esas reuniones. Yo quiero ver a mis bandas favoritas reunidas, yo también soy así. Pero ¿con qué finalidad? Mira, yo comencé a trabajar con Saxon en su formación actual, pero nunca he trabajado con la banda en su formación original. Solo he visto a Steve Dawson y Graham Oliver una vez y no he hablado con ellos ni la mitad de lo que estoy hablando hoy contigo. Para mí, el line-up real de Saxon es el actual, con Biff, Doug, Nigel, Nibbs y Paul. Así que…es difícil. ¿Quiero ver a Saxon con dos músicos que, más allá del valor histórico, ya no pueden tocar lo que tocan Saxon actualmente? Puedo entenderlo para una situación especial, como un Live Aid, porque tiene sentido. Pero reunirse por reunirse no me parece correcto.»

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Hablemos ahora del documental Wacken 3D que se presentará en el festival Beefeater In-Edit de Barcelona. ¿Como enfocas este tipo de peticiones para documentar el festival? ¿Colaboras con ellos? ¿Te gusta que aparezcan visiones de este tipo sobre lo que es Wacken?

«Al principio intento ver que vibraciones me producen. Ver que tienen en mente, qué quieren proyectar sobre el festival. Norbert Heitker, el director, me causó una muy buena impresión. A partir de ahí has de construir una confianza mutua y lanzarte a ello. Es un proceso. Hemos quedado muy satisfechos con lo que han hecho. La tecnología que han usado es muy novedosa y no ha sido algo rutinario: era algo realmente innovador y distinto.»

A la vez también estabais preparando vuestro documental «Wacken Open Air: 25 Years Louder Than Hell». ¿Ha sido un conflicto colaborar con ‘Wacken 3D’ simultáneamente?

«Es una perspectiva distinta. La película en 3D es una pieza de entretenimiento para mostrarle a la gente que no ha estado cual es la realidad del festival. Sin embargo, el nuestro está más dedicado a los fans para mostrar la historia del festival y todos esos detalles».

¿Tenéis mucho material de archivo de Wacken?

«Si, pero a lo largo de los años hemos tenido distintos partners y los formatos han ido cambiando. No tenemos un archivo mega-profesional pero tenemos un buen archivo».

¿Ayudaste financieramente a la gente de Wacken 3D? A fin de cuentas, ayuda a la promoción de la marca del festival.

«Al principio su intención era pagarlo todo ellos mismos para tener libertad artística absoluta. Lo que pasa es que financiar un proyecto de esa envergadura es muy complejo y les ayudamos con muchas cosas, entre ellas el dinero. Es una producción independiente, de todos modos. Nuestro documental de los 25 años es independiente también, porque lo edita Wacken Records, nuestro sello. No es un producto de ICS Festival Service, la empresa de Wacken.»

¿Han sido colaboradores los artistas con vuestro documental? Me refiero a la cesión de derechos de imagen y sonido para aparecer en el producto final.

«Algunos artistas son más fáciles que otros».

Iron Maiden son más complicados que Saxon imagino.

«Pero Iron Maiden fueron muy comprensivos y colaboradores. Con Saxon tenemos una relación más cercana, obviamente. Pero Rod Smallwood, el manager de Iron Maiden, es un gran fan del festival y le gusta mucho lo que hacemos o eso dice. Pero entiendo que las bandas sean recelosas de los derechos de sus canciones e imagen: es su propiedad. Lo entendemos perfectamente porque no pueden andar regalando su arte así por las buenas. Tienen que protegerlo. Si solo quieren darnos 30 segundos o solo una canción, lo comprendo perfectamente».

El festival ha tocado techo: cabe la gente que cabe y aparentemente no puede crecer más. ¿Es una preocupación para vosotros? Estáis expandiendo Wacken con otros eventos paralelos: el Full Metal Cruise, el Hamburg Metal Dayz, el festival de invierno que empezó el año pasado…

«Creo que podemos hacer crecer el concepto. No se trata solo de la cantidad de gente que metamos o de subir el precio de las entradas. La Metal Battle, por ejemplo, es algo que me gustaría ver en cada uno de los países del mundo. Pienso que ya no es una competición, sino que es una batalla por el metal, por mantener el género vivo. Es realmente interesante ver a 30 bandas de todo el planeta tocando. La meta es aumentar el número de países participantes y llegar a mucha más gente de ese modo».

«Tenemos otros proyectos que no son Wacken pero que son igualmente excitantes: Full Metal Mountain en marzo, el Full Metal Cruise…son eventos que conectan la música que amas con tus vacaciones y tus amigos. No se hasta donde podemos llevar eso, pero tenemos muchas ideas actualmente sobre ello».

¿Son más abiertos de mente los fans del metal hoy en día?

«Cuando yo era un fan me gustaban Black Sabbath y AC/DC y era muy cerrado de mente. Ahora me gusta cualquier tipo de música, desde la clásica al country, aunque mi favorita es el rock y el metal. Creo que la gente ha cambiado y ahora hay muchas influencias distintas en el metal. Hay metal muy experimental y metal muy típico y coexisten sin ningún problemas».

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¿Te preocupa que en unos años no haya cabezas de cartel viables para un festival? Las grandes bandas se habrán retirado y no quedarán grandes nombres que muevan a decenas de miles de personas. 

«Eso depende de nosotros y del público. Y de las bandas. Las bandas han de trabajar duro y ganarse a la gente. Los fans han de llevarlos al siguiente nivel. Hay bandas como Volbeat que, sin ser heavy metal puro y duro, tienen muchas influencias del metal y vienen de este mundillo. Ya son una banda de estadios hoy en día, por ejemplo. No se puede mirar solo a los grandes nombres y pensar que ellos son los únicos que traen gente: es ser irrespetuoso con el trabajo de todas esas bandas. El rango medio de bandas produce muy buena música y eso hay que tenerlo en cuenta».

«Los promotores hemos educado al público sobre quienes son los grandes nombres. Nosotros somos responsables de darle oportunidad a las bandas para que crezcan y se hagan un hueco entre los grandes nombres. Es aburrido ir tres veces a un show de Metallica o Iron Maiden. Has de ir a todo tipo de shows y creo que Wacken, Graspop, Bloodstock, Hellfest y otros festivales tienen una gran variedad de bandas que descubrir.»

«Yo era un fan a muerte de AC/DC. No me gustaban ni Kiss. Pero hoy en día vas a ambos conciertos. Cuando yo tenía 18 años no habría ido a un concierto de Kiss. Yo era un tio de AC/DC y lo que hacían Kiss me parecía estúpido. No me gustaban cosas distintas: sólo me gustaba ACDC, Rose Tattoo y un par de bandas de punk. Pero cuando The Clash sacaron «London Calling» me pareció demasiado comercial. Hoy es uno de mis discos favoritos. Todo esto ha cambiado. Aunque te guste el metal, conoces la música clásica. Chavales que tocan black metal disfrutan de Deep Purple. Deep Purple han editado uno de los conciertos de Wacken de manera oficial y les estamos muy agradecidos. Ahí puedes ver como llegan a gente de todos los géneros.»

«Pienso que una banda como In Mute, los españoles que ganaron el Wacken Metal Battle, tienen un gran futuro por delante. Quizá ellos pueden ser cabezas de cartel de un festival en cinco años. ¿Porqué no?»

Siempre ha habido rumores sobre un Wacken Open Air en España. ¿Qué hay de cierto en ellos?

«Teníamos un concepto en mente que se llamaba ‘Wacken Rocks…algo’. Wacken solo sucede en Wacken pero queríamos hacer un ‘Wacken Rocks Barcelona’, por ejemplo. Queríamos llevar el espíritu del festival a determinadas ciudades. Te hablo de una idea que tuvimos hace diez años. Pero nos dimos cuenta de que era muy difícil comunicar la idea. Nadie iba a entenderlo. Al final decidimos que Wacken solo sucede en Wacken y ya está. De todos modos ahora estamos haciendo cosas como el Full Metal Cruise y el Full Metal Mountain. ¿Porqué no hacer un Full Metal Algo en otro lugar?»

«No queremos engañar a los fans haciéndoles pensar que va a haber un Wacken en su ciudad. No puedes hacer Wacken fuera de Wacken. Hay demasiadas cosas que no podemos controlar».