El heavy metal a pleno pulmón de Van Canto
Innovar en el heavy metal en el año 2015 es una tarea prácticamente imposible. Hablamos de un género musical y estructuralmente anquilosado en los 80 y en el mejor de los casos, en los 90. Pero de vez en cuando aparecen formaciones que van más allá e intentan hacer algo distinto.
Innovar en el heavy metal en el año 2015 es una tarea prácticamente imposible. Hablamos de un género musical y estructuralmente anquilosado en los 80 y en el mejor de los casos, en los 90. Pero de vez en cuando aparecen formaciones que van más allá e intentan hacer algo distinto. Es el caso de Van Canto, un grupo exclusivamente vocal de heavy metal. Curtidos en grandes festivales como Wacken y con cinco discos y excelentes versiones en su haber, amen de varias giras europeas, son una banda curiosa pero innegablemente valida. No son unos freaks, no estamos hablando de Anton Maiden. Estamos hablando de que con cinco voces y una coordinación extrema son capaces de poner en pie a miles de personas. Con su disco más reciente «Dawn of the Brave» aun fresco y tras una impactante actuación en el festival Leyendas del Rock de Villena, aprovechamos para hablar con su vocalista -vaya, como todos- Stefan Schmidt.
¿De dónde surge la idea de formar una banda de metal solo con voces?
«Todos tocábamos en bandas normales de metal previamente y queríamos iniciar algo nuevo. Lo planeamos como un proyecto temporal. No queríamos hacer una banda de metal acapella ni nada por el estilo, sino que el plan era hacer musica metal orientada a las voces, sin más pretensiones. Cuantas más voces grabábamos más pensábamos en dejar de lado nuestros instrumentos normales y dedicarnos a replicarlos con nuestras voces. Poco a poco fue evolucionando de proyecto a banda a tiempo completo, aunque nunca hubo un momento de iluminación en el que dijésemos ‘hey, vamos a hacer esto’. Fue surgiendo y sobre la marcha vimos que era una buena idea.»
¿Crees que el valor de Van Canto reside en hacer algo que no se ha visto previamente en el mundo del heavy metal?
«Si ser una rareza temporal fuese nuestro único punto a favor, no habríamos conseguido grabar cinco discos de estudio y hacer múltiples giras por Europa. La novedad caduca rápidamente y tiene que haber sustancia para mantenerte. Cuando hablas con fans de la banda te explican que, además de gustarles la idea de lo que hacemos, lo que les gusta es como componemos canciones y como las ejecutamos en directo»
«Hacer algo nuevo es importante para que la gente preste atención y para destacar. Pero una vez subes al escenario, debes ser un buen músico y tener buenas ideas y canciones. La novedad te sitúa en el mapa, pero no te da una carrera en este negocio».
Siempre habéis hecho versiones de otros temas, aunque sin descuidar las composiciones propias. ¿Es para que la gente pueda digerir mejor el concepto?
«Para ser honesto, nuestro primer disco tenía ocho canciones propias y una versión para que la gente pudiese digerir mejor nuestra propuesta en base a una canción con la que estuviesen familiarizados. El reto a la hora de componer canciones propias es encontrar buenas estructuras musicales, buenos estribillos y buenos arreglos, como con cualquier canción de cualquier banda. A veces es más complicado cuadrar las voces de los cantantes sobre una versión que sobre un tema nuevo, porque en el caso de las versiones hay una expectativa y un precedente. Tienes que mantener los elementos de igual manera. Como compositor, me relaja más componer una canción propia que arreglar una versión».
Hacer un show en vivo debe ser una tarea exigente teniendo en cuenta que necesitáis escucharos de una manera muy fiel y exacta para encontrar siempre el pitch adecuado en vuestras voces. ¿Como lidiáis con ese aspecto?
«Tenemos requisitos muy concretos a la hora de hacer un show en lo que se refiere a monitores. Necesitamos una mezcla muy concreta y una fidelidad muy buena para poder reproducir las partes vocales y escucharnos bien, porque sino se puede ir todo el concierto al cuerno. Cuando tienes un instrumento como la batería detrás tienes que afinar muy bien los monitores, porque encontrar el pitch adecuado no es tarea fácil.»
«Siempre traemos nuestros monitores in-ear. No es algo grande, va en la oreja y es algo muy discreto. Por suerte, gracias a eso, siempre hemos ido sobre seguro. Si tuviésemos que depender siempre de un técnico de monitores en cada local sería muy difícil hacer shows».
¿Os provoca problemas que el público sea muy ruidoso a la hora de mantener la concentración, por ejemplo?
«A nosotros ya nos va bien que la gente se vuelva loca en los conciertos. Con los monitores in-ear podemos controlar lo que escuchamos de nuestra actuación y lo que escuchamos del público. Muy a menudo, a media canción, nos quitamos el monitor del oído y así podemos vivir mejor la experiencia del público. Nunca hemos tenido la sensación de que el público nos está perdiendo durante la actuación. Más bien es un subidón adicional.»
¿En algún momento planteasteis la idea de usar percusión vocal en lugar de una batería tradicional acústica?
«No porque, como decía, todos venimos de bandas de metal tradicionales y cuando te acostumbras al sonido de la batería no puedes prescindir de él. Claro que también podrías decir que una canción de metal es inviable sin guitarras, pero es más fácil reproducir las guitarras con la voz que el impacto sónico de la batería de doble bombo. Si quisiéramos hacerlo deberíamos tener a dos personas haciendo el doble bombo y caja y a un tercero haciendo los platos. Quizá en el futuro lo hacemos o un día hacemos una prueba en alguna canción. Pero no lo tenemos en los planes actualmente.»
¿Todos los vocalistas de Van Canto tienen formación vocal?
«Hubo de todo. Teníamos a vocalistas con formación profesional como vocalista y otros que fueron aprendiendo por el camino. Sly e Inga han sido vocalistas en sus bandas previas. Inga hace algunas partes en Van Canto que asemejan un teclado, así que tuvo que aprender nuevas técnicas vocales y los otros tres miembros hemos sido cantantes en nuestras bandas previas aunque tocando a la vez la guitarra. Eso es muy importante para el sonido de Van Canto: que sepamos lo que el guitarrista va a hacer. Eso nos permite considerar los arreglos con mente de guitarrista. Lo único que tuvimos que hacer fue trabajar en los sonidos de distorsión con nuestra voz y en lo de hacer conciertos de hora y media sin prácticamente respirar (risas). Después de hacer tres o cuatro shows seguidos, necesitamos uno o dos días para descansar. Sino, nuestra voz corre peligro».
¿Como vivís la giras? Ya de por si, el elemento más débil de cualquier grupo es el cantante, porque está expuesto a gripes, faringitis, afonías, etc. Vosotros sois cinco cantantes.
«Es duro. Bebemos mucha agua durante el show y nos tomamos descansos. Además, somos muy tranquilos: no nos pegamos seis horas de fiesta después del show. Descansamos y cuidamos de nuestras voces todo lo que podemos, porque dependemos de ellas. Si tenemos cuatro conciertos seguidos en los tres primeros somos muy profesionales: nos vamos a dormir pronto, hablamos lo justo y necesario y bebemos agua. En el cuarto ya nos podemos desmadrar un poco más, porque sabemos que tenemos un par de días por delante para recuperarnos.»
«Hemos tenido shows en los cuales Inga o Dennis han estado enfermos y hemos tenido que darle la vuelta al setlist para que haya más canciones de voz femenina o más canciones de voz masculina y cubrir la «baja». Por suerte, nunca hemos tenido que cancelar un show porque un vocalista estaba enfermo. Si que tuvimos que cancelar recientemente un show en Rusia porque nuestro baterista no podía volar al tener una infección. Cosas que pasan. De momento siempre hemos podido salir adelante!».
¿Cuales son los planes de futuro a partir de ahora?
«La parte principal de la gira europea la hicimos el año pasado. Ahora hacemos festivales de verano y el resto de este año estaremos componiendo canciones e intentando llegar a sitios donde nunca antes habíamos estado. Así pues, hemos visitado Australia por primera vez, hemos hecho el concierto del Leyendas del Rock en España y viajaremos a Bielorrusia en Octubre».
¿Es económicamente idóneo girar con un grupo solo compuesto por vocalistas? No tenéis que llevar un montón de equipo y los costes de girar bajan en picado, imagino.
«No necesitamos roadies para nuestra voz, claro. Es fácil viajar con una banda de metal, no te creas. Si tocas en un festival sabes que tendrás tu kit de batería preparado y que habrá amplificadores de guitarra según tus necesidades, pero nosotros siempre llevamos nuestro sistema de monitores propio, el cual podemos llevar en nuestro equipaje de avión. Podemos volar a España y tener simplemente una batería esperándonos allí. Eso en el caso de los festivales, porque cuando hacemos giras propias si que tenemos que llevar un bus de gira, el equipo de luces especial que llevamos y cosas así, especialmente en Alemania. Allí tocamos ante 1500 personas en algunos sitios y nos gusta llevar un show algo más elaborado con leds y focos especiales. La única diferencia es no tener que llevar amplificadores y técnicos de guitarra realmente».
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