Devin Townsend rechazó una gran suma de dinero a cambio de reunir a Strapping Young Lad
Devin Townsend es una de las figuras del metal progresivo más aclamadas de los últimos años. Su carácter polifacético hace que la publicación de una gran cantidad de álbumes de todos los tamaños y colores se haga extraordinariamente natural año tras año, además de mantenerlo en el ojo de mira público constantemente. Un innegable carisma lo hace ser querido como pocos, y su sentido de humor es excepcional en el mundo de culos apretados que demasiado a menudo puede suponer el metal. Esteban Portero lo entrevista con motivo del lanzamiento de «Z2», la continuación de su exitoso «Ziltoid the Omniscient» de 2007… un proyecto que se ha estado retrasando constantemente debido a la naturaleza del músico canadiense, algo que él mismo nos explica: «Trabajo exclusivamente por impulsos, y eso hace que cualquier plan de futuro sobre un proyecto se pueda ir al garete de un momento a otro (risas). Por eso en las entrevistas a veces doy explicaciones sobre algo y a las dos semanas la historia ha cambiado totalmente, porque me cuesta predecir para qué voy a estar inspirado. Simplemente escribo hasta que estoy satisfecho, sea lo que sea.»
Este trabajo conecta con la historia de la primera parte, narrando la visita de un extraterrestre llamado Ziltoid al planeta Tierra y su búsqueda de un poder oculto que se encuentra en el café. «Me llevó mucho tiempo escribir la historia para «Z2», porque si te soy sincero no es algo que se me dé especialmente bien. Tenía muchas ideas y no sabía cómo encajarlas. Al final opté por hacer una precuela al primer álbum, y los capítulos de ZTV (vídeos de Youtube en los que actúa Ziltoid) relatan lo que sucede antes de Z2. De todos modos es una historia realmente estúpida, así que buena suerte siguiéndola (risas). Lo bueno acerca de Ziltoid es que el venir del espacio exterior es una excusa perfecta para que cualquier cosa que se me pueda ocurrir respecto a él tenga sentido. Es como: “esto no tiene lógica”, a lo que yo contesto “bueno, la tiene si vienes de ese planeta”. Es perfecto.»
«Z2» se divide en dos discos sin continuidad entre ellos pero sin dejar de estar vinculados, como él mismo detalla: «“Sky Blue”, el CD1, sería más bien un álbum normal de Devin Townsend Project, en la línea de “Epicloud”. “Dark Matters” es la continuación de la historia de Ziltoid. Ya que el álbum versaba sobre una batalla entre humanos y aliens, pensé que tendría sentido colocarlos juntos. Opuestos, más bien. Todo comenzó porque el sello y mi management pensaban que la cantidad de dinero que iba a ser invertida en Ziltoid era absurda, así que me pidieron otro álbum que fuese del estilo de “Epicloud”, ya que había funcionado muy bien… no escondo que empezó siendo un compromiso. Empecé a pensar cómo vincular ambos proyectos y surgió la idea de este álbum doble. A medida que empecé a trabajar en “Sky Blue” me di cuenta de que, contra mis expectativas, todavía tenía mucho que decir en un disco como ese, y eventualmente he acabado estando más orgulloso de ese trabajo que de “Dark Matters”, por el mero hecho de haber sido capaz de encontrar inspiración en una situación en la que no me había visto nunca antes.»
En tres de las canciones de «Z2» (concretamente el tema título, «Before We Die» y «Dimension Z») podemos escuchar el Universal Choir, resultado de una iniciativa con la cual Devin invitó a sus seguidores a grabarse cantando ciertas líneas de esos temas para luego juntarlas todas y crear un enorme coro global. «Debo decir que no es una idea propia, sé que ha habido otros músicos que han hecho algo similar. A medida que estaba trabajando en el álbum fui identificando qué partes necesitaban ese tipo de coros grandilocuentes que suelen aparecer en mis discos, y cuando fui a Suecia a grabar los que formaban parte del disco de “Casualties of Cool” también intentamos hacer los de “Z2”, pero no sonaban lo suficientemente grandes comparados con lo que yo tenía en mi cabeza.
«Los astros se alinearon y el sello decidió dar luz verde a la idea de que lo hiciesen los fans, organizaron una web para informar a la gente del proyecto y se les ofreció todo el material que necesitaban. Estoy muy contento con el resultado, suena verdaderamente masivo.» Sobre el ingente trabajo que comportó trabajar con tal cantidad de voces, comenta: «Fue absolutamente inmenso, y colocar todas esas voces en la mezcla no fue para nada fácil, pero el mero hecho de escuchar a tantísima gente, de tantos lugares distintos, cantar mis canciones… no tiene precio. Me faltan palabras para describir el agradecimiento que siento ante tal respuesta del público, es maravilloso.»
La edición del CD no sólo trae estos dos discos, sino que además incluye un tercero que consiste en una edición de «Dark Matters» que excluye los diálogos de los protagonistas. «Cuando publiqué “Ziltoid the Omniscient”, una de las críticas más comunes que recibí era que mucha gente se cansaba de oír las voces de los personajes hablando constantemente mientras sonaba la música, así que en esta ocasión pensé que la mejor opción sería dejar a los fans decidir. Si te gustan los diálogos perfecto, si no te gustan tienes la edición sólo con la música. Entiendo que mucha gente se quiera centrar sólo en las canciones y no en una historia tan estúpida (risas). Desde mi punto de vista, creo que el álbum está hecho para escucharlo con los diálogos, pero también pienso que las canciones son lo suficientemente buenas como para que funcionen por separado si a alguien no le interesa la trama.»
Una de las mejoras más considerables entre ambas partes de la saga Ziltoid es la producción, algo que se ha trabajado mucho más concienzudamente en esta ocasión… «Han pasado siete años desde la primera parte de Ziltoid, y durante ese tiempo he aprendido y practicado muchas cosas a nivel de grabación. Creo que la producción de “Z2” es realmente buena, el Drumkit from Hell pasó a ser parte del pasado (risas).» Ambos álbumes serán la base de un espectáculo único que se llevará a cabo el 13 de abril de 2015 en el Royal Albert Hall de Londres, habiendo colgado el cartel de sold out con más de medio año de antelación. «Todavía estamos pensando cómo vamos a configurar ese concierto, no sólo en términos de repertorio sino también en lo que concierne al apartado escénico. No puedo hacer todo lo que me gustaría por limitaciones físicas y de presupuesto, eso está claro… aunque sueñe con tener un Ziltoid de 700 pies de altura (risas). Lo único que sé es que quiero que sea muy distinto a “The Retinal Circus”, que tenga menos actuación teatral y esté más centrado en la música y la imaginería del álbum.»
2014 ha sido también el año en que hemos visto la publicación del primer álbum de Casualties of Cool, su último proyecto que sigue una faceta mucho más desnuda y relajada. «Creo que Casualties of Cool es el proyecto que mejor describe el lugar musical en el que me encuentro actualmente, pero considero que hay muchas otras cosas para las que tengo talento, y me gusta poder trabajar en proyectos variados. Darles a los fans de Ziltoid uan nueva entrega, por ejemplo, es algo que me llena muchísimo, porque sé que lo esperaban con ganas.» Sobre su organización de material a la hora de distribuir lo que compone entre proyectos, declara: «Hay una parte de mí que simplemente compone continuamente, de modo que siempre hay una gran cantidad de material guardado que puedo ir viendo cómo encaja en cada lugar, pero por lo general cuando diseño el concepto para un nuevo trabajo intento escribir teniendo exclusivamente eso en mente. Por supuesto, una vez trazado el arco general pueden quedar huecos compositivos en los que encajen esas ideas aleatorias guardadas con anterioridad, pero no es algo que suceda demasiado a menudo.»
Una de sus facetas menos conocidas es la más experimental, que indagó especialmente entre 2004 y 2006 con los álbumes «Devlab» y «The Hummer». Recordamos junto a él aquella época y la ponemos en contexto con el resto de su carrera. «“Devlab” supuso un reto irresistible para mí. Creo que mis mejores álbumes son aquellos en los que más interés pongo en cuanto al estilo que interpreto, y ese trabajo fue grabado en una época de mi vida en la que lo que más me llamaba la atención era experimentar con texturas y sonidos. Me levantaba por la mañana y era lo que verdaderamente me apetecía hacer. Era absolutamente inspirador, pero una vez publiqué ese trabajo no volví a sentir la necesidad de hacer otro disco así. Incluso “The Hummer”, que tenía algunas similitudes con “Devlab”, tampoco estaba en esa exacta dirección. A nivel interno, en cada momento de mi vida hay señales que me apuntan hacia dónde debo dirigirme, que me dicen qué me llenaría hacer. Y así han salido mis mejores discos: así ha salido Casualties of Cool, así salió Strapping Young Lad.»
Cuando menciona a Strapping Young Lad no podemos evitar preguntarle si se han realizado durante estos últimos años suculentas ofertas de reunión por parte de los grandes festivales de metal europeos, de la talla de Hellfest o Wacken, para reunir a su legendaria banda madre. «Por supuesto, ha habido varias ofertas para hacerlo, pero ni quiero ni estoy preparado para ello. No sé si nunca llegaré a estar listo para algo así, sinceramente, porque no me interesa.En este momento tengo muchas ideas para cantidad de proyectos, estoy más activo que nunca como músico, no quiero gastar mi tiempo en hacer algo que no me llene sólo porque me vayan a pagar mucho dinero por ello. Estas cosas te hacen preguntarte cuánto vales, por cuánto pueden comprarte para hacer algo que no quieres.»
Devin finaliza la entrevista con una reflexión sobre su estatus actual y cómo le afecta la fama: «Ser tan conocido es complicado, confuso, enorme, liberador… es cualquier cosa en muchos sentidos. Creo que lo más importante es recordar siempre el camino que has labrado, y ser consciente de que en un momento como este, cualquier decisión que tomes va a ser mucho más importante que cualquier otra que tomases en el pasado. Es una bola de nieve. Durante mucho tiempo pude tomar decisiones sin que estas tuvieran una gran repercusión, pero llega un momento en el que tienes que ser muy cuidadoso con todo lo que haces y dices. Esto también implica tener una buena relación con tus seguidores… llegará un día en el que no seas tan famoso como solías, y querrás que la gente te recuerde por las cosas buenas que hiciste. Si ahora me comportase como un gilipollas, una vez dejase de ser de interés público, la imagen que quedaría retratada de mí sería la de un gilipollas. Nadie quiere eso (risas).»
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