Schmier está mosqueado. El mundo está jodido y Destruction no son ajenos a ello. Como comentaristas sociales siguen una de las máximas líricas del thrash metal, que es vociferar la rebelión y el descontento que se palpa en el ambiente. Así pues, el nuevo disco de los alemanes, "Under Attack", es una respuesta lógica y muy necesaria a los tiempos -de mierda, todo sea dicho- que vivimos.

Schmier está mosqueado. El mundo está jodido y Destruction no son ajenos a ello. Como comentaristas sociales siguen una de las máximas líricas del thrash metal, que es vociferar la rebelión y el descontento que se palpa en el ambiente. Así pues, el nuevo disco de los alemanes, «Under Attack», es una respuesta lógica y muy necesaria a los tiempos -de mierda, todo sea dicho- que vivimos. Que Facebook no os engañe: estamos muy, muy jodidos. Y Schmier no tiene miedo a decirlo alto y claro.

El título del disco es «Under Attack». Imagino que va sobre la situación mundial actual. Vaya, no me cabe demasiada duda.

«La raza humana, en su totalidad, está bajo ataque. Varios países están siendo destruidos por la guerra. Otros países están siendo atacados por inmigrantes que intentan escapar de la guerra y todos estamos bajo el ataque de los medios, que nos dice las malas noticias cada día. Para mi ha sido difícil últimamente centrarme en cosas de lo más cotidiano sin que lo que viene de los medios me condicione o me perjudique. Aviones comerciales que explotan, atentados en conciertos… Estamos bajo el ataque de tantas cosas que no se ni por donde empezar.»

«Lo que me sorprendió es que cuando busqué el título del disco por internet, vi que nadie lo había usado aún. Lo cual me parece tremendo teniendo en cuenta lo apropiado que es hoy en día».

Algunas cosas han tocado más de cerca que otras. Los ataques de París, por ejemplo. A todos los que vamos a conciertos, lógicamente, nos tocó de cerca.

«Nosotros habíamos tocado previamente en el Bataclan. Es uno de los mejores clubs de Europa. Era muy fácil para nosotros ponernos en la piel de los que estaban allí esa noche».

¿Te has vuelto más paranoico que antes desde lo de aquel atentado?

«Nosotros estábamos sobre el escenario en otro lugar cuando eso estaba pasando. Y al día siguiente teníamos otro concierto que hacer. Yo estaba pensando en lo que había pasado y en como me iba a sentir al volver a subir al escenario, porque iba a ser duro. Pero si dejas toda tu vida, los terroristas han conseguido su objetivo, que es infundir miedo y terror.»

«El show que hicimos al día siguiente fue muy especial. Celebramos la libertad sobre el escenario. Es importante continuar, seguir adelante y no dejar que estas cosas te condicione. Obviamente había cierta paranoia pero el rock and roll debe ser libre y no podemos dejar que algo así nos rompa el momento».

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Podrían haber ido a un show de Bruce Springsteen o de AC/DC y matar a mucha más gente. Sin embargo optaron por un show pequeño en un club. ¿Qué opinión te merece esto?

«Bueno, lo que está claro es que es un lugar más fácil en el que atacar. Van a sitios donde no habrá resistencia y donde será fácil hacer lograr su cometido. El Bataclan era un objetivo fácil. En un festival o gran concierto hay más seguridad y más reglas que en un pequeño concierto de club.»

«Mi preocupación ahora es ¿qué pasaría si se plantan en un gran festival como Wacken? Salvo que hubiese policía armada en cada esquina, nos expondríamos a que un montón de gente muriese. También me da miedo la Eurocopa. Todo el mundo quiere disfrutar del fútbol este verano pero no deja de ser un objetivo fácil para los terroristas. El sabor va a ser agridulce».

«Getting Used to Evil» es uno de los temas del disco. ¿Nos hemos acostumbrado a las malas noticias y ya no nos importa lo que pase?

«La gente está siendo endurecida por los medios. Llega un momento en que, ante tantas malas noticias, ya te da igual lo que pase. Cada país tiene sus problemas. Cuando oyes hablar de Siria, te da igual porque ya tienes bastante con tus problemas».

«Yo me paso mucho tiempo sentado en un avión y visito muchos países que tienen problemas. Tengo una visión más real que la de otras personas sobre la situación actual del mundo. Pero no deja de hacerme gracia esa falsa solidaridad tras los ataques de París. Luego, unas semanas después, pasa algo parecido en Turquía y nadie se inmuta.»

Claro, no es tu problema. Es algo que pasa lejos. No son europeos.

«Exacto. La sobredosis de los medios hace que la gente se endurezca, ignore lo que pasa y a la larga se conviertan, eventualmente, en ignorantes. La gente se solidariza por rutina, pero a mucha gente le importa muy poco lo que está pasando».

«Las próximas semanas que viene tengo veintidós vuelos que coger. Es jodido estar en un avión ahora mismo, créeme. Pero como pares, han ganado. Lo que está claro es que este el nacimiento de una nueva generación del terror y esto no se va a acabar aquí».

¿Eres muy conspiranoico?

«No. Sigo algunas cosas y leo. Los juegos del poder de los gobiernos cruzan límites que no podemos llegar ni a comprender. Obviamente, los servicios secretos gubernamentales también ocultan muchas cosas que no llegamos ni a registrar. Pero no, no soy muy conspiranoico. Soy de la creencia de que nosotros somos la sociedad, nosotros somos la gente y tenemos derecho a saber lo que está sucediendo a nuestro alrededor».

«El sistema está roto. Se basa única y exclusivamente en hacer dinero y eso es un error, un craso error. Con suerte, la gente se despertará un día y dirá algo sobre lo que está pasando. La vida no puede ser solo algo para ganar dinero. Pero estamos atrapados en ello. El sistema capitalista es tan mierdoso como el comunista. Algunos se enriquecen y otros sufren y son miserables en trabajos que odian. Y si no te gusta tu trabajo no lo haces bien».

«El sistema cambiará en algún momento. Quizá no mientras yo viva, pero en un futuro cercano. Al menos internet sirve para que la información llegue a la gente de otros modos. También hay censura, como pasa en China o Turquía, donde no tienes acceso a ciertas páginas. Es ridículo».

¿Cómo te definirías políticamente?

«Me definiría como un hombre liDESTRUCTION: "D.E.V.O.L.U.T.I.O.N está mucho más pensado y enfocado en mis líneas de voz que cualquier otro disco de DESTRUCTION".bre que no cree en la política. Creo en la libertad de expresión, en compartir y en la unidad. La unidad funciona. No me considero de izquierdas ni nada por el estilo. Simplemente siento que estamos gobernados por la gente equivocada. Si los grandes líderes caen, como pasó en los estados árabes, vienen los problemas y las guerras civiles. Pero eso es lo que pasa cuando unes el descontrol, el fanatismo religioso y un mal gobierno previo. No es una buena combinación. Educa bien a tus hijos, busca la libertad e intenta ser feliz. No hay más».

Estamos de acuerdo en el descontrol del sistema capitalista y su carencia absoluta de ética.

«Veo la diferencia en los países. Hay países donde la gente aún tiene corazón y valores morales y luego hay países donde todo es por la pasta»

Como alemán ¿cuál es tu opinión de lo que ha pasado en Grecia y lo que ha hecho tu país en ese sentido?

«El problema de la comunidad Europea es que debe mantenerse unida y se está cayendo a trozos. El sistema es tan fuerte como el componente más débil del mismo. Cuando un país débil tiene problemas, los países más fuertes deben ayudar pero eso solo va a funcionar hasta cierto punto. Tiene que haber un desarrollo. El problema está en que los líderes no saben sentarse a trabajar juntos mirando por unos valores comunes. Todos los países pueden tener crisis. Alemania ha tenido crisis previas. Pero la avaricia rompe el saco y eso es lo que está pasando actualmente.»

«Entiendo que la economía debe funcionar y que las cosas deben ser hechas de una cierta manera, pero lo de ir de la manita juntos no está funcionando. El gobierno griego tampoco es inocente. Hay errores que se vienen arrastrando desde hace quince años. Pero como ves, todo es sobre la pasta. Los ricos cada vez son más ricos y los pobres cada vez más pobres. Contra eso no hay argumentario defensivo posible. No puedes pasarte toda la vida trabajando y no conseguir nada a cambio, como pasa ahora».

«Generation Nevermore» es otro de los temas del disco. Hay una generación actual que va de los 16 a los 32 años que solo ha escuchado hablar de la crisis en su vida. Han crecido en la precariedad laboral y en la depresión económica y el desempleo. ¿Como ves la situación actual?

«Evidentemente, el tema habla sobre eso. Hay una generación entera que está desempleada. No es tan grave en Alemania pero en otros países, como España, está peor que nunca. No hay futuro para esas personas. Los gobiernos tampoco ayudan porque «no tienen dinero», lo cual me parece absurdo, porque ellos mismos crean el dinero.»

«Hace poco escuché una idea alocada en Alemania: el gobierno debería dar dinero para cubrir las necesidades básicas de la gente a cambio de que realices trabajos que te gusta realizar. De ese modo el paradigma cambiaría y la gente sería más feliz, trabajando de cosas que disfruta. Nadie debería tener miedo de no poder pagar el alquiler o no poder comer. El gobierno tiene el dinero y podría hacer buenas cosas con él, pero se lo gastan en tonterías. Se gastarán el dinero en tonterías que no necesitamos pero no son capaces de levantar la propia sociedad a la que representan. Si todo el mundo tuviese un mínimo de dinero y un sitio donde vivir, la gente sería feliz, no habría peleas y todo el mundo viviría en mayor armonía. El gobierno podría cambiarlo todo, pero no lo va a hacer.»

«En breve tocaremos en Honduras, uno de los lugares más pobres. Tengo ganas de ir y ver cómo vive la gente y qué aspiraciones tiene».

Seguramente viven mejor que tú y que yo.

«Posiblemente. Porque aprecian las cosas sencillas de la vida. La tendencia actual es que, si estás enfadado, vete de compras. Es lo que dicta nuestro sistema actual. Cuando vas a lugares más pobres, ves como todo el mundo es más feliz con mucho menos en su haber. Si yo fuese presidente, de entrada prohibiría todas las religiones, que es lo que más daño ha hecho hasta la fecha. Pero, de momento, la gente sigue estando muy gorda y satisfecha -especialmente en Centroeuropa- como para querer cambiar nada».