De cómo In Mute se alzaron triunfadores en Wacken
Por segunda ocasión en seis ediciones, una banda española ha conseguido ganar el prestigioso concurso de la WOA Metal Battle. Precedidos por Crisix, Esteban Portero entrevista a In Mute junto a Larry de Diario de un Metalhead, quien tiene un peso vital en este proceso. Dejamos que él mismo lo explique. «En la batalla de bandas, soy el responsable de la comunicación con los medios. Al pertenecer a uno, que además es radio y web, tengo la suerte de tener muchos contactos y aprovecho esas relaciones para ayudar a W:O:A Metal Battle. Por otra parte, el año pasado también me responsabilicé de la Semifinal Norte, que se celebró en Asturias.» Como muchos otros, él también conoció a los valencianos en primera instancia por el concurso. «Antes nunca había oído ni citar el nombre de In Mute. En Diario de un Metalhead intentamos pinchar a todas las bandas de la W:O:A Metal Battle posibles e In Mute era una más. La primera vez que escuché su EP ya me encantaron.»
La WOA Metal Battle es, fácilmente, el concurso de bandas de metal más relevante de España en estos momentos, pero también uno de los más polémicos. Sobre esto, Larry tiene su postura clara: «Malo sería que no se generara polémica. Lo peor que te puede pasar es la indiferencia, ya sabes: ladran, luego cabalgamos. Todos los años hay polémicas, lo malo es cuando llegan al insulto o acusarte de tongo, que todos los años pasa. Pero bueno, ya sabemos convivir con ello y al menos a mí ya no me afecta. De lo que más suelen acusarnos es de falta de criterio, pero dos victorias, un segundo y un tercer puesto en la final son para cerrar la boca a cualquiera.»
A día de hoy parece que se pone en duda constantemente el estatus de Wacken como Meca del metal, algo que a él ni se le pasaría por la cabeza… «Las comparaciones son odiosas y normalmente al afirmación de que Wacken no es el mejor festival del mundo es fruto de la ignorancia más absoluta. Cualquiera que haya estado en Wacken se descojona de las comparaciones que vemos a diario. Y no soy yo el único que dice que es el mejor festival del mundo, lo ha dicho Lemmy, Dickinson, Byfford y hasta el mismísimo Dio que en paz descanse.» Hablando de nuevo de nuestros ganadores este año, no se queda corto a la hora de enumerar sus virtudes. «Tienen a la mejor frontwoman del país y un puñado de canciones que suenan como una patada en la boca. Además, se les nota a leguas el trabajo. Del año pasado a éste han cambiado muchísimo. Han mejorado su puesta en escena y son mejores músicos, suenan más compactos. Steffi es tan buena en el escenario que ha sido capaz de hacer de hacer de su lesión en la pierna una virtud y un espectáculo, con una rodillera que no debería quitarse nunca o con un bastón para apoyarse que era tan llamativo que hasta creo que se lo robaron.»
No era la primera vez que In Mute se presentaban a la batalla de bandas, puesto que el año anterior habían sido eliminados en la final nacional. «El primer año fuimos con mucha ilusión a la final, porque nos había motivado el hecho de encontrar un concurso que veíamos justo y transparente. Seguramente sea el único, al menos de los que barajan premios importantes de verdad. Un 10 para la organización de Metal Battle Spain, y un saludo y un abrazo, que a fuerza de vernos y soportarnos se han convertido en grandes amigos.» Lo cierto es que el nivel ya es abrumador en la primera fase, y se encuentran bandas con muchísimo potencial en cualquiera de las semifinales. «Nos lo pusieron dificilísimo bandas como Exodia, Dredd, VIL o Dark Code. El nivel era muy alto, y no es un decir, tocamos terceros de 9 y conforme ibas viendo grupazos pasar por ahí, te ponías cada vez más nervioso. Cualquiera de esas bandas lo habría petado en Alemania, pero al igual que ellos, el resto que participaron. Cada uno en su estilo te dejaba con la boca abierta a la mínima.»
Hablando de su primer intento en el concurso, Estefania describe aquel momento como algo clave en la historia de la banda.«Nos quedamos a las puertas, y lo peor de todo es que nos bajamos pensando que no habíamos hecho un buen concierto, con lo cual no habíamos dado todo lo que teníamos. Fueron Trallery los que consiguieron la oportunidad de irse a Alemania a repartir thrash y nos pareció una decisión muy justa, igual que al resto de las bandas. Esto marcó un antes y un después en la banda: tocaba decidir qué íbamos a hacer y en qué camino nos íbamos a adentrar. Apostamos por trabajar más duro, más organizado y por empezar a ver todo esto con una vuelta de tuerca más. Concentramos nuestros esfuerzos en aquellas cosas que habíamos fallado anteriormente y luchamos por ponernos a punto cada día. Cierto es que en vez de decaer nuestro ánimo, esto sirvió para decidir que queríamos hacerlo mejor e invertir más tiempo en ello.»
La banda, sin duda, estaba decidida a resarcirse de aquel mal concierto, tanto si consiguiesen salir victoriosos como si no. «No teníamos muy claro si nos dejarían inscribirnos de nuevo, pero simplemente por volver a vivir la experiencia de la edición anterior, con el buen rollo entre las bandas, la organización y demás, merecía la pena. Íbamos con la idea de quitarnos la espinita, y de por lo menos hacer un concierto del que sentirnos orgullosos.» Sobre la presión que comportan eventos como este, comenta: «Una de las cosas que aprendimos es que no basta con tocar: es necesario tener la cabeza entrenada para enfrentarte a los momentos de estrés que se viven cuando participas en un concurso, con bandas de tanta calidad y con el público y jurado observándote para dar un veredicto.»
Una vez superada la fase nacional, la banda ya había garantizado su aparición en Wacken, algo que muchos ya considerarían recompensa suficiente, pero In Mute llegarían todavía más lejos… «El objetivo de nuevo era darlo todo y quedarnos a gusto y orgullosos de nuestro paso por allí. Juegas con la idea de que tal vez puedas ganar… pero la miras muy de reojo, porque son 30 países y otros 29 grupazos que están ahí para reventarlo todo. Aun así fuimos con una motivación excepcional, porque nuestro premio ya lo habíamos ganado, que era tocar allí. Llevábamos queriendo ir de público desde que a los 13 o 14 años te enteras de que hay un festival inmenso en Alemania, y si encima era para tocar ya para que contarte. Encima aquello es como lo definió un amigo: un parque de atracciones para metaleros.» De aquellas 29 bandas, pedimos a Larry que destaque alguna. «No vi a todos, sólo 8 ó 9, pero de todos los que vi sólo me llamaron la atención los daneses, que quedaron terceros: Huldre.»
Estefania continúa: «Sí, tocar allí ya era recompensa suficiente, de hecho después de tocar hubo como una especie de vacío, como si ya se hubiera acabado todo lo que teníamos que hacer allí y quedaba disfrutar de la experiencia y masticarla. Pero al día siguiente entrega de premios. Algunos de nosotros estuvimos revoloteando por el festival ajenos a lo que ocurriría el Viernes a las 3 p.m. Evidentemente como un clavo a la hora establecida y otra vez volcán de emociones.» Imaginamos que otro volcán de emociones era el que debían sentir antes de salir a escena… «No estás especialmente nervioso antes de subir, porque estás preparando todo, agobiado por que no salga nada mal. De repente te plantas a esperar a que se abra el telón, todos de espaldas de cara a Adrián, el batería, y ahí comienzan las miradas de asombro por el barullo que se oye. Empezamos a escuchar el típico “oe oe oe” y nos dimos cuenta de que había mucha gente de nuestra tierra montando lío, y cuando se abren las telas y ves las entorno a 7000 personas que había allí ¡se te caen los c… al suelo! Encima la gente respondió como nunca, los pogos empezaron casi a la vez que la música, empezamos a ver gente haciendo “crowdsurfing” y todo el mundo como loco, contagiando al de al lado. Fueron los 20 minutos más intensos de nuestra vida.»
Finalizamos la entrevista hablando de la situación de las bandas en nuestro país hoy día. «Creo que vivimos en un país que no apoya en general la música, y mucho menos el metal. Con lo cual, lo que más hemos observado en los grupos con los que hemos tocado y los amigos que tenemos, es trabajo y esfuerzo. A lo mejor en un contexto con más oportunidades los grupos se echarían más a dormir, pero aquí veo una escena de luchadores, gente motivada por amor a la música, fundiéndose todo lo que ganan durante la semana en cruzarse medio país por cuatro duros para poder tocar. Tal vez esa sea la diferencia, si te lo ponen difícil solo puedes pelear con más ahínco.» Ellos, afortunada y merecidamente, contarán con ese primer premio de 5.000€ que ayudará a cubrir (aunque sea una mínima parte del total invertido) parte de los infinitos gastos de una agrupación. «Aún estamos decidiéndolo, pero el plan es financiar el nuevo disco y ayudarnos a seguir adelante con más ganas todavía. Queremos seguir tocando sin descanso más que para cuando nos metamos a estudio, y nos vendrá bien para el empujón que se necesita, ya que no contamos con ningún Rockefeller en el grupo precisamente.»
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