Una de las formaciones más talentosas de nuestro panorama, regresa con nuevo álbum bajo el brazo. "Uno" es la reivindicación personal de CUBE, que han luchado contra viento y marea para seguir adelante, y plasmar maravillosas canciones que siempre esconden muchos mensajes bajo su delicada pluma.

Una de las formaciones más talentosas de nuestro panorama, regresa con nuevo álbum bajo el brazo. «Uno» es la reivindicación personal de CUBE, que han luchado contra viento y marea para seguir adelante, y plasmar maravillosas canciones que siempre esconden muchos mensajes bajo su delicada pluma. De todo ello y más, nos hablan los zaragozanos en esta nueva entrevista con Satur Romero. 

Antes de nada, para ponernos un poco en situación. ¿Qué ha sido de CUBE desde 2012 cuando publicasteis “Origen”, hasta ahora, cuatro años después?

Los dos primeros años estuvimos realizando conciertos por toda España: Asturias, Barcelona, Hospitalet, Zaragoza, Teruel, Bilbao, Burgos, Madrid, Valencia, Castellón… repitiendo en alguna de ellas y sin dejar de tocar en salas, festivales, fiestas del pilar o eventos de Zaragoza donde se nos pedía acudir.

Teloneamos grupos como Inmune o Sôber y coincidimos con bandas como In-Mute en las semifinales del Wacken, o como Obus en Asturias y Mojinos en Castellón. O como las colaboraciones de nuestro vocalista con bandas como Skunk D.F. ó Niños del Brasil.

Fueron 2 años muy intensos con muchas nominaciones locales de mucha relevancia tanto por nuestro disco como por nuestro videoclip que llegó a irse de gira con la Estación del Silencio de Mexico D.F. por toda Sudamérica (nunca pensamos que un videoclip pudiera irse de gira y tener casi vida propia)

Los 2 siguientes años fueron más duros, de encierro obligado para poder hacer una composición minuciosa, estudiada y muy muy exigente y así ofrecer lo mejor de nosotros. En estos últimos años coincidieron además varias circunstancias personales de diferentes miembros del grupo, así como la sustitución de dos de los miembros de la banda y sus correspondientes pruebas a diferentes candidatos. Todo esto ha hecho que se retrasara la entrada al estudio casi un año entero.

En noviembre publicáis vuestro cuarto trabajo grabado en la Cafetera Atómica. ¿Qué nos podéis contar de la grabación?. Según habéis ido publicando en las redes sociales, se nota que estáis muy satisfechos con el equipo humano con el que habéis contado…

Valoramos muchas opciones para entrar a estudio. Una de ellas era repetir con nuestro anterior productor Jorge Escobedo de Sôber en los estudios Cube, pero sabíamos que la distancia suponía un hándicap a la hora de grabar y después de tanto tiempo queríamos hacer las cosas bien, sin prisas ni relojes.

Al final nos decidimos a trabajar con David Más, amigo del grupo y colaborador de Las Novias desde hace años tanto en directos como en estudio. Sabíamos que David era una garantía, por su criterio, sus orígenes y sobre todo por sus oídos y su gusto musical.

A Rafa Dominguez, ex guitarra de Bunbury, lo conocimos como parte de nuestra investigación, y nada más dar con él y conocer sus estudios nos dio una impresión muy positiva. Rafa nunca había tratado con bandas con un sonido tan duro y eso era algo que lejos de ser un inconveniente nos pareció un reto muy interesante, y más conociendo su habilidad y su gusto para grabar voces.

La combinación final resultó perfecta! Cada pieza encajaba. Todos dimos lo máximo en el proceso redescubriéndonos, aprendiendo, probando locuras y consiguiendo un discazo, un sonido y un resultado final de impresión.

La guinda del pastel la puso en la masterización Javi de Vacuum Mastering consiguiendo un DR8 (dynamic  range) que respetaba la intención, la emoción y la dinámica pero que consiguia un sonido muy potente. No todo es comprimir en esta vida.

Sin duda… lo mejor del disco es haber contado con un equipo humano tan profesional y tan seguro de sí mismo y de su trabajo. Y además le podemos poner el sello de 100% Aragonés!

Como single de adelante habéis ofrecido a vuestros seguidores “Punto Cardinal”. ¿Por qué elegisteis este tema como adelanto?

Es un tema potente, y que aunque provenga del mismo sitio, denota una diferencia compositiva con nuestros anteriores trabajos. Pensamos que era un buen adelanto que podía dejar una cierta incógnita del disco.

Antes de entrar en el estudio siempre hay varios temas que sabes que son muy redondos, que te vienen a la cabeza una y otra vez de manera reiterativa y que te pegas todo el día tarareándolos. Punto Cardinal era uno de esos temas.

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En esta canción habéis contado con la colaboración de Paco Luque de Hora Zulú. ¿Cómo os conocisteis y de dónde viene la relación?

Por desgracia no tuvimos la oportunidad de conocernos en persona, ya que por temas organizativos de estudio y fechas suponía acumular un retraso más que no podíamos permitirnos.

Fue todo gracias a David Más (amigo personal de Paco) quien nos planteó la oportunidad de hacerlo. Al final pudo grabar la colaboración en el propio estudio de su casa y hacérnoslo llegar.

¿Habéis tenido más colaboraciones en “Uno”?

Varios de nosotros se lo hubiéramos vuelto a pedir a Toño Novias (es nuestra debilidad) pero ya lo ha hecho en todos nuestros discos anteriores, y ya era abusar un poco de él.

En el disco hay arreglos que surgían en el estudio por parte de Rafa o David, con cualquier instrumento, lo que tuvieran en ese momento entre manos… una guitarra… un hammond… una acústica de 6, de 12 o barítona… incluso creo que hay algún bombo que está pisado por el pie de Rafa.

El estudio estaba abierto a todo tipo de improvisaciones, incluso invitamos a nuestro buen amigo músico Joma Rubira, que llegó a formar parte del grupo durante unos meses, para que se marcara un sólo de guitarra de impresión!

¿Qué creéis que nos ofrece CUBE en “Uno” a diferencia de vuestros trabajos anteriores?

Todo es diferente. La composición está mucho más trabajada, los arreglos están más cuidados, las melodías de las letras y las letras son muy exigentes, la combinación y la complementación de las guitarras, la contundencia del bajo, la imagen del disco y del grupo, los planos de los instrumentos en la mezcla, el sonido final del disco… todo es diferente.

Siempre hemos sido un grupo muy metódico, y muy exigente con nosotros mismos como individuos y como grupo. Nunca nos conformamos con lo primero que surge, no dejamos de darle vueltas y vueltas a nuestras composiciones hasta que realmente transmiten lo que buscamos, y cuando lo conseguimos… le damos otra vuelta de tuerca más.

Lo único que se conserva intacto entre nuestros discos es nuestra ilusión y nuestra pasión por crear temas, por dar lo mejor de cada uno de nosotros, por esforzarnos en ofrecer más que en nuestros trabajos anteriores, por evolucionar y por mantener firme nuestra convicción de hacer las cosas bien.

Da igual quién te oiga, da igual quién te vea, donde suenes o cuánto vendas… una sola persona que se le ponga la piel de gallina con nuestra música es suficiente para seguir haciendo discos.

A CUBE se les suele calificar como como una banda de metal alternativo. ¿Os sentís a gusto con esa definición?

Creo que nunca hemos sido realmente una banda de metal. Es más… seguramente un metalero se descojonaría al escuchar nuestra música. Somos un grupo de rock alternativo que tiene ciertos tintes de metal en algún pasaje concreto, pero pienso que no podemos calificarnos como una banda de metal.

De todas formas eso lo tiene que decir la gente, cada uno puede calificarnos como quiera.

¿Qué planes en directo tenéis para la presentación de este disco? ¿Estáis preparando gira?

Ahora mismo estamos preparando los temas en el local para poder ofrecer un directo potente y que la gente pueda disfrutar de él. Siempre nos ha obsesionado poder ofrecer un buen espectáculo, y esta vez no puede ser menos.

Con respecto a la gira estamos todavía buscando salas en diferentes ciudades del país y coordinando agendas, es más complicado de lo que parece, pero pronto podremos comenzar a dar fechas.

Muchas bandas españolas se lanzan a la aventura europea o latinoamericana en busca de un público que, en ocasiones, reconocen más a nuestras bandas que en nuestro propio país. ¿Es algo que ha pasado por la mente de CUBE?

Es algo que siempre ha estado en la mente de Cube pero que es realmente complejo, no sólo por la logística y la intendencia, sino por la disponibilidad de cada uno de nosotros.

Por desgracia, la actual industria musical no nos permite subsistir, al revés, resulta ser un “hobbie” bastante caro. Cada uno de nosotros, igual que el 100% de las bandas de nuestro segmento, necesitamos trabajar como todo hijo de vecino para pagar nuestras facturas, nuestras hipotecas y nuestros vicios. A todos nos gusta vivir bien, y hoy en día, en este país, un grupo de rock no es una forma de vida ni siquiera mala.

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Habladnos de la portada del disco. Parece que tiene más mensaje de lo que aparenta. ¿Qué habéis querido reflejar en ella?

Nada es casual en Cube.

La portada del disco es una obra de arte creada por Fran Jardiel. Conocemos a Fran desde hace unos años y es un artista de los pies de la cabeza, ya diseñó en su día la famosa calavera de Cube y sabíamos que no nos defraudaría.

Le dimos solamente 2 ó 3 conceptos muy abiertos, y a los pocos días nos envió el primer boceto que nos dejó petrificados literalmente. Todo el artwork del interior del disco es suyo y es una auténtica maravilla.

La modelo de la portada es nuestra Gioconda particular, su mirada… su postura… no sabes si está triste o sólo pensativa, si está esperando algo que tiene pasar, o algo que ha pasado… Fran ha conseguido darle una fuerza visual impresionante siendo a la vez de una delicadeza abrumadora.

Una vez alguien nos dijo… rodearos de gente con talento, y lo hemos seguido al pie de la letra.

Podéis admirar varias de sus obras en https://www.behance.net/franjardiel

Esperamos que nuestra entrevista haya sido de vuestro agrado y os deseamos la mayor de las suertes. Os dejamos este espacio para que expreséis libremente lo que queráis.

Gracias por vuestros deseos y por apoyar a grupos como el nuestro. Nos gustaría aprovechar vuestro ofrecimiento a que nos expresemos, con una pequeña reflexión que dejó uno de los miembros de la banda en una red social y que transcribimos literalmente:

Cruda realidad. Es con lo que te encuentras de vez en cuando. Todos los que nos dedicamos a hacer música al margen de la inaccesible, caduca, aburrida, moribunda, manipulada y manipuladora industria circense musical, lo hacemos porque nos apasiona, porque lo llevamos dentro, porque es una forma de comunicarte, de sentir y de vivir.

La industria, ayudada y apoyada por los medios generalistas, es la causante de haber empobrecido hasta límites posiblemente irrecuperables, el panorama musical de éste país durante décadas y por lo tanto, y como consecuencia, son responsables directos del analfabetismo musical que sufren actualmente varias generaciones.

La famosa “radio-fórmula” aplicada desde hace décadas ha conseguido crear una sociedad de sordos, mudos y ciegos a la que sólo le quedan lejanos recuerdos de una época de nutrida variedad musical en la que los músicos eran músicos y no una simple imagen embotada cuya única finalidad es vender y generar ingentes beneficios.

Grupos como Despues de todo, Atland, Redrum, los recién descabezados Corpore  con la marcha de su cantante, y decenas y decenas de ellos a lo ancho y largo de todo el país, incluidos nosotros mismos, nos vemos abocados al abandono y al silencio por culpa de un modelo de negocio orientado y obcecado con el consumismo masivo, y que al final ha conseguido cargarse el abanico musical español reduciéndolo a la mínima expresión.

En otros países, grupos de nuestro segmento pueden dedicarse a esto y por lo menos subsistir y sobrevivir de la música. Aquí sencillamente mueres, o mejor dicho… te matan por lenta asfixia.

Cuando una persona quiere ser fontanero, camarero o electricista puede hacerlo y vivir de ello de manera muy honrada, sin grandes lujos ni pretensiones, pero cuando quiere ser músico… no.

Esto no es algo nuevo, es algo de lo que soy consciente desde hace años, pero se me sigue derrumbando el mundo cuando veo caer a mi alrededor grupos, compañeros con las mismas ilusiones que yo, gente con mucho talento cuyo único «pecado» ha sido no querer pertenecer a un rebaño de ovejas grises.

Sólo me queda seguir creyendo en lo que hago… hasta que la industria de la que reniego me lo permita.