Hoy arranca la gira ibérica de CHILDREN OF BODOM, con paradas en Porto (Hard Club, 5 de mayo), Madrid (La Riviera, 6 de mayo), Barcelona (Razzmatazz 1, 7 de mayo) y Bilbao (Rockstar Live, 8 de mayo). Para saber más sobre la actualidad de la banda y sobre su nuevo disco, “Relentless, Reckless Forever”, Sergi Ramos se pone en contacto telefónico con Alexi Laiho para hablar de todo un poco. Enjoy!

La de “Relentless, Reckless, Forever” ha sido una producción difícil, con muchas giras por en medio, un tornado que destrozó el estudio donde íbais a grabar y otras cosas muy divertidas.

“No ha sido tan difícil realmente. Una vez tuvimos las canciones compuestas tan solo tuvimos que batallar algún tornado que otro y esa clase de mierda, pero, por lo demás, el proceso fue bastante rápido. Trabajamos más rápido que en los últimos discos. Las guitarras, bajos y teclados se grabaron en poco más de dos semanas, no en seis semanas como sucedió en discos previos. Fue todo bastante fácil”.

¿Os gusta estar juntos en el estudio para grabar o preferís trabajar independientemente, pista a pista?

“No, solemos ir con todo ensayado, preparado y compuesto antes de ir al estudio, lo cual siempre es una buena idea. Intentamos pasar la mayor cantidad de tiempo ensayando antes de ir al estudio, que es lo que mejor nos funciona a nosotros”.

¿Qué sucedió con el famoso tornado pues? ¿Quedó destrozado el estudio?

“Fue algo bastante inesperado. El tornado pasó muy cerca y además era una zona en la que no suele haber una actividad de tornados frecuente, por lo que nadie estaba preparado. El tornado se cargó una torre de electricidad, de modo que el estudio estuvo tres o cuatro días sin potencia eléctrica. Pero nada quedó destrozado. Un par de edificios cercanos al estudio sufrieron daños, pero eso fue todo”.

¿Ya lo teníais todo montado en el estudio por entonces? Vuestro backline, etc…

“No. Simplemente esperamos un par de días a ver si la cosa mejoraba y luego nos fuimos unos días por ahí a tocar en varios festivales que teníamos programados. Nos tomamos unos días de descanso y mientras tanto el estudio consiguió unos generadores de potencia que nos permitieron seguir trabajando con garantías. Y por suerte, todo eso no afectó a la gira prevista con BLACK LABEL SOCIETY.”

El disco suena mucho más 80’s que ninguno de los anteriores. Se que tu, Alexi, eres muy fan del metal ochentero. ¿Te has puesto a buscar influencias concretas que dieran lugar a ese sonido?

“Estoy muy de acuerdo contigo en la influencia ochentera en los riffs y la vibración general del disco. A fin de cuentas, es la música con la que crecí. Creo que en éste disco hay elementos mucho más fuertes de la música rock ochentera en conjunto con el rollo extremo habitual, pero no ha habido un porqué definido. Simplemente soy muy fan de ese tipo de música y me ha salido de manera natural”.

Una de las cosas por las que respeto a CHILDREN OF BODOM es por haber sido siempre capaces de mantener su nicho musical. Siempre habéis sido muy melódicos para los extremos y muy extremos para los heavies clásicos. Como resultado, estáis en una curiosa tierra de nadie en la que os movéis muy a gusto.

“Es divertido que me lo comentes. Nunca me ha asustado estar en esa tierra de nadie, porque es lo que somos y es como sonamos. Antes de que saliera el primer disco, siquiera, no nos comprometíamos a nada. Nuestro primer disco fue todo un riesgo, no pensábamos que a nadie le fuera a gustar en absoluto. Pensábamos lo mismo que tu: que era demasiado melódico para los extremos más underground y demasiado extremo para los seguidores del hard rock y metal más tradicionales. Pero al final conseguimos un feedback muy positivo y la gente estaba desesperada por escuchar algo nuevo y diferente. Y eso fue lo que les dimos. Y, obviamente, nos ha funcionado bastante bien. Siempre hay gente que ha cambiado de opinión a lo largo del tiempo, pero eso no nos importa. El nuevo disco puede ser demasiado poco extremo para algunos, pero creo que no somos la única banda con esa clase de problemas”.

El año que viene se cumplen 15 años desde la edición del primer disco de la banda. ¿Respetas u odias a día de hoy discos como “Something Wild” o “Hatebreeder”?

“No, la verdad. Sigo sintiéndome muy confiado con todo lo que hemos hecho. Siempre hacemos las cosas de la manera que nos apetece y eso hace que luego nos sintamos a gusto con los resultados. Discos como esos nos supusieron una gran cantidad de seguidores y sentaron los fundamentos de lo que ha sido esta banda. El público metálico ya no es como solía ser. Diez años atrás, la gente estaba mucho más dividida. Los del black metal no escuchaban hard rock y estos no escuchaban death metal. Ahora es distinto. La gente está mas acostumbrada a la variedad dentro del genero.”

“Bandas como DIMMU BORGIR no habrían conseguido mucho interés hace veinte años, pero hoy en día la gente está mucho más acostumbrada a las voces black y eso allana el terreno para bandas más y más extremas”.

¿Crees que CHILDREN OF BODOM han cruzado la línea de lo accesible? ¿Sería esa la explicación a que cada vez toquéis en recintos de mayor capacidad?

“La gente siempre esta con el rollo de si nos hemos vendido, pero he aprendido a no hacer ni caso. No tengo nada en contra de vender discos. Si alguien me quiere criticar por ello, que lo haga, que no me importa. Mientras la música sea genuina, creo que no debería haber preocupaciones por la comercialidad. No me importa lo más mínimo ese aspecto. Y si gracias a la comercialidad se consigue que más gente escuche metal y el genero perpetúe su presencia, mejor que mejor”.

¿Fue complicado centrarse en componer para “Relentless, Reckless, Forever”? El ciclo del disco “Blooddrunk” ha sido largo y cansado. ¿Os habéis sentido un poco como si volvierais a la oficina después de haber estado todo el día de ayer haciendo horas extras?

“No hemos tenido tiempo de descanso, la verdad. Con “Blooddrunk” hemos estado girando durante más de dos años y entre medio sacamos el disco de versiones para no dejar las cosas paradas. Cuando comenzamos a componer material para el nuevo disco estábamos ansiosos por hacer música nueva y darle forma. Está claro que estábamos cansados de los conciertos, pero componer siempre nos hace recargar las pilas. Ha llevado más tiempo que salga el disco, también te soy sincero, pero no ha sido culpa nuestra”.

Sois animales de la carretera. ¿Cómo lleváis la locura de las giras, a nivel personal? ¿Lo veis como un trabajo o sigue siendo una oportunidad para desfasar?

“No lo es para mí. Como te digo, me encanta salir a la carretera. Claro que es duro y que es cansado, pero así es la vida. Ciertamente no culpo a nadie de esto. Me gusta poder tener un mes de descanso para relajarme de vez en cuando, pero después de un mes estoy volviéndome loco por salir a la carretera”.

¿Qué rutina tienes cuando estás en casa?

“Intento descansar lo máximo posible hoy en día. Al final siempre acabo metiéndome en algún proyecto en esos periodos de descanso. Cosas que hago por simple diversión”.

De hecho, tienes la banda de punk rock KYLÄHULLUT con la que pasas ratos libres.

“Exacto. Es como hacer vacaciones para mi estar en esa banda. No hemos decidido aún qué vamos a hacer. Puede que saquemos otro disco más o no, aun no nos hemos sentado a hablarlo, ni pensamos estresarnos planteándolo. Ya veremos”.

¿Tienes una gran cantidad de ideas inutilizadas de las que haces uso para los discos o te gusta componer cada disco desde la base? ¿Compones en la carretera?

“Hay muchas ideas y riffs que salen de mi pero no son lo suficientemente buenos, de modo que acaban en la basura y nunca los usamos. Pero no me gusta componer antes de meternos con un disco. Me gusta que el ambiente sea propicio y que lo que hagamos esté dirigido como un esfuerzo conjunto en pro del disco que tenemos en mente. Pero tengo ideas todo el tiempo e intento hacer acopio. Me suele llevar un par de meses sacar las ideas de un disco, pero para mí es básico mantener separadas las giras y las grabaciones. En mi mentalidad, son dos cosas que no se deben mezclar”.

¿De qué modo interactúas con Janne? ¿Es él tu principal punto de referencia musical en la banda? ¿Soléis intercambiar ideas a menudo?

“No hacemos nada por internet, si te soy sincero. Cada uno compone por su casa y graba en un pequeño estudio para luego mostrar las ideas al otro. Luego quizá improvisamos sobre el riff o llamamos a los otros miembros para que se unan a lo que estamos haciendo. Al ensayar bastante, tenemos bastante previstas las canciones cuando vamos a grabar. También me gusta que toda la banda participe en los arreglos, porque de ese modo todo el mundo se implica y hace más suyas las canciones, lo que siempre es útil a la hora de tenerlas bien practicadas”.

Hablemos de las versiones habituales que realizáis, con temas de BRITNEY SPEARS, POISON o CREEDENCE CLEARWATER REVIVAL. ¿Hasta que punto las hacéis por descolocar al personal y hasta qué punto las hacéis porque consideráis que son buenas canciones?

“Hay muchos aspectos involucrados. En la mayoría de ocasiones se trata de simple diversión. Es más entretenido hacer una canción que no es de metal y adaptarla, que hacer las mismas versiones que ya ha hecho todo el mundo, porque ya son típicas. Hacer “Crazy” y volverlo un tema metal es un reto y además suscita una reacción de la gente. La gente se toma el metal tan en serio que es divertido hacerles saltar”.

“Siempre grabamos la versión con el mayor respeto posible en lo musical, no queremos hacer bromas de mal gusto. Pero obviamente hay mucho humor en el proceso. Nos supone más retos hacer un tema de la CREEDENCE que uno de SLAYER. No es que no me guste SLAYER, pero ya es metal. No puedes hacer SLAYER mejor que SLAYER”.

Tienes mucho respeto por parte de guitarristas de todas las esferas del metal. ¿Cuál es el motivo de ese respeto, no muy habitual para con guitarristas europeos?

“Imagino que es una variedad de motivos. Quizá respetan más mi actitud de trabajar por la música que no mi estilo en si, quien sabe. No te sabría decir, nunca he pensado en ello. Creo que el resto de miembros se sienten igual: no importa lo rápido que toques, el hecho es que cuando eres dedicado y tienes talento, conseguirás hacer algo que sea respetado. “

¿Qué guitarristas te interesan hoy en día?

“Hay muchos guitarristas muy buenos hoy en dia. Gus  G es muy bueno, y ahora está tocando con Ozzy, lo cual valida mi opinión creo (risas). Jeff Loomis de NEVERMORE es un absoluto fuera de serie. Hay muchos guitarristas rápidos y melódicos que desatan mi atención. Pero yo sigo enganchado a mis influencias de la vieja escuela. Siempre hay guitarras rapidísimos saliendo de debajo de las piedras”.

¿Te interesa toda la cultura del shredding en el mundo de la guitarra?

“No me importa como se le llame. Puede ser shredding o puede ser sencillamente tocar música. Cuando yo hago un solo, siempre es para que la canción suene mejor. En ocasiones has de ser más vacilón ante el público, pero eso es todo. Has de saber encontrar tu espacio”.

¿Cuándo cogiste una guitarra por primera vez?

“Tenia once años y realmente había querido tocar durante años, pero no había podido tener una hasta entonces. Desde entonces, no he quitado mis manos de la guitarra”.

¿Cuál fue tu primera guitarra?

“Fue una Tokai Stratocaster, una copia barata, pero me funcionó muy bien.”

¿Tomaste lecciones?

“Si, tomé lecciones y acudí a muchos centros de aprendizaje los siguientes cinco años. Estuve seis años con lecciones de guitarra”.

¿Fueron buenas para tu desarrollo o fueron condicionantes?

“En ocasiones has de aprender cosas que no quieres aprender, sobretodo cuando eres un niño. Por entonces tuve que aprender temas de jazz y cosas que me interesaban poquísimo.  Tomar lecciones y aprender teoría musical fue la clave para desarrollar mi propio estilo.”

Sergi Ramos (sergi@themetalcircus.com)