Salió escaldado tras su paso por los ochenteros VENGEANCE y se lanzó tímidamente a por una carrera en solitario que le duró poco. En 1995 ya tenía en marcha su archifamoso proyecto AYREON, con quien ha grabado algunas de las obras conceptuales más impresionantes del metal progresivo reciente. No contento con eso, puso en marcha bandas paralelas como STAR ONE, GUILT MACHINE, STREAM OF PASSION o AMBEON, todas ellas mostrando distintos aspectos de su talento como músico. Le faltaba, eso sí, recuperar debidamente su carrera en solitario y eso es lo que hace con la edición de “Lost In The New Real”. Sergi Ramos habla largo y tendido con Arjen Anthony Lucassen.

Es la primera vez que usas tu propio nombre en un disco desde 1994, cuando editaste “Pools of Sorrow, Waves of Joy”. Obviamente, tanto en AYREON como en STAR ONE todo el mundo sabe quien hay detrás pero ¿porqué usar tu nombre en esta ocasión?

“Bien, llevo intentando hacer un disco en solitario desde hace diez años pero no encontraba el momento de hacerlo. Finalmente lo he conseguido. De hecho, el último disco de AYREON iba a ser un disco en solitario pero luego comencé a darle vueltas y a darme cuenta de que cierta parte iba a quedar fatal con mi voz o tal otra parte no encajaba conmigo, que necesitaba a otros vocalistas. Cuando me quise dar cuenta ya había invitado a un montón de músicos al disco y estaba preparando un disco de AYREON. Lo mismo con el disco de GUILT MACHINE. Iba a ser un disco en solitario hasta que escuché al vocalista Jasper Steverlinck y decidí ponerle otro nombre al asunto. Cada vez que he querido hacer un disco en solitario me he terminado distanciando del plan original. En ésta ocasión tenía que hacerlo si o si. Mis últimos discos en GUILT MACHINE, AYREON y STAR ONE habían sido bastante heavies y quería hacer un trabajo más positivo y animado. Pensé que algo así sería ideal para mi voz, especial dada mi influencia de los BEATLES. Así que si, después de casi veinte años ya iba tocando”.

“Mi primer disco en solitario fue un desastre, un completo desastre en todos los sentidos. Tenía que corregir lo que hice en aquel entonces”.

Era un disco bastante extraño y desconectado. ¿Cómo lo ves con el paso de los años? Fue lo primero que hiciste después de salir de VENGEANCE y me temo que estabas ligeramente desorientado. ¿Te avergüenzas de las canciones?

“Algunas son horribles, como la de ‘Midnight Train’ o ‘Country Boy’, ¿En que estaba pensando? Por Cristo (risas). Lo veo como algo divertido ahora. Pero en aquel entonces estaba perdido, muy perdido. Con VENGEANCE ya no teníamos éxito e intentaba hacer lo que la gente quería escuchar y entonces llegó el grunge y ya no sabía por donde tirar. Grabé ese tema llamado ‘Midnight Train’, una discográfica lo escuchó y me dijeron ‘queremos un disco entero de esto’. Y pensé ‘mierda, no se como hacerlo’. Compuse rápidamente todas esas canciones en un par de canciones y fue una mierda. El disco fue un fracaso y no vendió nada. No obstante, en un par de canciones puedes ver raíces de AYREON, como en ‘Days of the Knights’ o en ‘Crescendo’. Lírica y musicalmente tienen conexión con el primer material de AYREON”

A mediados de los ’90, AYREON era una anomalía. Era una mala época para el metal en Europa. Las cosas no comenzaron a ir a mejor hasta finales de los ’90. ¿Discos como “The Final Experiment” o “Actual Fantasy” fueron un poco como predicar en el desierto? ¿Qué diferencia hay entre un disco en solitario y lo que hiciste en aquellos dos primeros discos de AYREON en 1995 y 1996?

“El feeling es el mismo. En los ’90 estaba perdido y comencé AYREON en plan ‘a la mierda todo, me da igual lo que la gente piense de esto’. Lo hice como si fuera lo último que iba a hacer en mi carrera. Con mi nuevo disco en solitario he intentado recuperar ese sentimiento. En “Lost In The New Real” tengo esa actitud. En el último disco de AYREON tenía a diecisiete cantantes, mientras que en mi disco todo lo canto yo. Los solos son todos míos. Realmente es un disco totalmente en solitario”.

Tan solo has usado a Ed Warby para la batería, pero lo demás (quitando alguna sección de cuerda) es todo cosa tuya. ¿Te gusta esa soledad trabajando?

“Oh , si, soy un absoluto recluso y me encanta. Hay una canción en el disco que se titula “Social Recluse” y parece que hable de mi. Me encanta estar solo, me encanta trabajar solo y tontear en mi estudio. A veces, encontrar el sonido correcto de sintetizador que busco me puede llevar horas. Me paso horas buscando exactamente lo que quiero. No obstante, estoy muy en contacto con los fans a través de redes sociales como Facebook, a través de Skype y a través del e-mail. Así que si, tengo mucho trato con mucha gente pero nunca le veo la cara a nadie. De ahí viene lo de ‘recluso social’”.

“Me gusta estar en soledad. Trabajar en una banda fue algo con lo que lo pasé muy mal. Preocuparte de lo que le gusta a cada miembro, de batallar por que tus ideas sean valoradas…es un horror. Soy demasiado perfeccionista y egocéntrico como para trabajar en una situación de banda”.

¿Te intimida la agresión que supone compartir ideas con otras personas, como puede ser en una banda?

“Pienso que tuve una muy mala experiencia en VENGEANCE y eso me ha condicionado. Era una situación muy agresiva, había muchas drogas y alcohol alrededor, además de peleas. Si la actitud de esa banda hubiera sido distinta, si hubiera habido una mínima amistad, quizá las cosas habrían salido de otra manera para mi. Tienes razón”.

¿De donde sacas una perspectiva externa cuando trabajas? ¿Quién viene y te dice “pues no suena mal”?

“Pienso que ese es uno de mis talentos. Sabes que soy bastante humilde en cuanto a mis talentos. No me considero un gran músico ni un gran vocalista ni un tío especialmente agraciado musicalmente. Pero si tengo un talento es el de ver las cosas con perspectiva y saber en qué contexto algo puede funcionar o no. Por eso toco todos mis instrumentos, porque se qué es lo que funciona. Si viene un bajista muy bueno a mi estudio, mejor que yo, pero tiene un mal sonido que no encaja en mi producción, no hay nada que hacer. Lo mismo con algún teclista que usa un sonido horrible digital. Quizá es un gran teclista, pero lo que hace no encaja en mi sonido. Así que, como yo se cual es mi sonido, ya se qué es lo que encaja y lo que no, porque yo mismo suelo prestar atención a ello. Dado el éxito de AYREON quiero pensar que alguien está de acuerdo conmigo”.

Hace unos años estabas batallando contra una depresión tras un divorcio. ¿Te hizo más “autista”, más recluso social, esa situación?

“No se si la depresión tuvo algo que ver con mi reclusión. Creo que es algo que siempre quise  hacer pero no podía. Siempre he dependido de otra gente, como en una situación de banda donde tienes otros miembros trabajando contigo. Cuando no, he dependido de las discográficas y de su dinero para pagar estudios y grabaciones. Pero ahora soy completamente independiente. He hecho suficiente dinero con AYREON, dinero que tengo en el banco, como para poder hacer el recluso que siempre he querido ser.”

“La depresión esta lejos ya. Después del divorcio, enfermé y perdí la paciencia. Se me juntó todo pero ya pasó. Duró un año aproximadamente. Creo que ahora me siento más feliz incluso que antes. No creo que la depresión haya tenido nada que ver. Cuando le dices a la gente que eres un recluso piensan que eres un tío triste, con barba de cinco meses, que no se ducha y come pizza. No es eso para nada. Disfruto la vida de esta manera. Si tuviera que salir de fiesta o de gira…joder, ni te imaginas lo poco que he hecho de menos todo eso”.

¿Te obsesionaba excesivamente conseguir los artistas adecuados para AYREON? Antes hablabas de lo incómodo que es depender de otros miembros en una banda… Así que depender de una decena de vocalistas invitados debe ser desquiciante.

“Lo extraño es que inicié AYREON para ser libre, para no depender de otros. Con AYREON hacía lo que quería, el estilo que quería, trabajaba con quien quería… Eso sí, ahora, después de siete discos de AYREON, me doy cuenta de que cuando hay un nuevo disco de la banda la gente tiene expectativas. Quieren esos grandes nombres, esos grandes vocalistas, esa gran historia, la música atronadora…la espontaneidad de AYREON se ha esfumado. Te diría que me he vuelto dependiente de todo el sistema con el que está montado el proyecto y por eso hacer este disco en solitario ha sido especialmente refrescante. No tenía expectativas de nadie porque ni los fans sabían lo que esperarse. Habiendo dicho esto, espero poder hacer un nuevo disco de AYREON. No tengo ni idea de cómo le voy a dar un toque diferente, por eso”.

El disco muestra las influencias que han hecho de ti el músico que eres. Y con ello me refiero a la versión del “Welcome to the Machine” de PINK FLOYD y la canción “Pink Beatles in a Purple Zeppelin”. ¿Querías mostrar tu identidad musical más primitiva?

“La música que escuchas entre los 10 y 20 años es la que tiene más impacto sobre tu persona y desarrollo. Lo mires por donde lo mires. Siempre odiaba cuando leía entrevistas con bandas que, por ejemplo, sonaba claramente como PINK FLOYD y decían que no tenían nada que ver, que no escuchaban ese tipo de bandas. Es de idiotas. Todo el mundo puede oír eso en vuestra música. Eso me hizo no tener remilgos a la hora de hacer canciones que mostraran exactamente lo que me gusta de la historia de la música. “Pink Beatles in a Purple Zeppelin” es el resumen perfecto de mis influencias. No quería copiar a nadie en mi carrera, pero esas bandas me inspiraron y no lo oculto”.

¿Es girar una opción? Dada tu reclusión… ¿Quizá una gira acústica por pubs, sin banda, sin un camión de equipo?

“Estoy pensando en ello, lo creas o no. De hecho, me han propuesto hace un par de días que vaya a un par de pubs aquí en Holanda a tocar algunas canciones solo con mi guitarra. Y estoy considerando seriamente hacerlo. Se que el día antes diré ‘¿por qué mierda me comprometí’?’ pero creo que lo haré. El tema es que no se si soy lo suficientemente bueno como para hacer algo así. Ya sabes, yo y mi guitarra. Damian Wilson hacía eso cuando teloneó a STREAM OF PASSION, pero lo hacía muy bien. Explicaba historias a la gente y cantaba realmente bien. No soy tan suelto o extrovertido como Damian. Y técnicamente no so tan buen cantante. Quizá lo intento en un par de lugares y veo que tal resulta la experiencia. Quien sabe si puede ser algo a considerar para el futuro”.

“Yo me veo como compositor y productor, porque es lo que mejor hago. No se como la gente reaccionaría a algo como lo que comentas. Pero por el mero hecho de no tener que organizar toda la mierda que implica una gira y ensayar con una banda durante meses, pagándole a todo el mundo, volando en avión a todo el mundo, alimentarles, meterles en hoteles…solo por eso, quizá me lo pienso.”

En las giras se sobredimensiona todo. ¿Te vuelven loco?

“Es un absoluto infierno para mi. Con STAR ONE hice siete u ocho shows, pero montarlo todo me llevó medio año. Cerrar a todos los vocalistas,  cuadrar la logística, conseguir el dinero, ensayar, preparar arreglos…fue medio año de preparación para siete u ocho años. Lo único bueno es subirte al escenario y compartir tu sonrisa con la gente. Pero la gente se olvida de toda la mierda que implica organizar eso. No es mi ocupación favorita, pues”.

¿Descartas las grandes producciones para el futuro?

“Bueno, fue el motivo por el que comencé AYREON. Giré desde los 18 años, hasta los 33 o 34. En aquel momento estaba tan cansado…solo tocaba, viajaba, esperaba, trataba con gente horrible…AYREON era mi manera de meterme en mi mundo y dar rienda suelta a mi creatividad.”

“Con STAR ONE todo el mundo quería llevarlo a los escenarios. Hasta los fans me decían ‘va, que solo son cuatro vocalistas’, como si fuera pan comido. Lo tenía que hacer aunque fuera por ellos”.

 

 

Sergi Ramos (sergi@themetalcircus.com)