El tener la oportunidad de entrevistar a una persona de la talla de Anton Reisenegger supone poder repasar la trayectoria de una de las mejores bandas de metal de Sudamérica, CRIMINAL. Pero también presenta la ocasión de hablar sobre los míticos PENTAGRAM, las diferencias de aquellos tiempos con los actuales y sus vivencias en los distintos lugares donde ha residido. Empezamos repasando ‘Akelarre’, su última entrega discográfica, pero todo se deriva en una introspectiva a una larga y fructífera carrera llena de grandes logros. ¿Lo malo? Tener que elegir un solo titular para esta entrevista; y ya que era sobre CRIMINAL, me limito al tema que da título a su más reciente álbum. Pero bien podría haber escogido casi cualquiera de sus respuestas… ¿Lo mejor? La frase con la que termina esta charla.

 

Séptimo disco en la carrera de CRIMINAL después de veinte años como grupo, ¿cuáles son las aspiraciones con ‘Akelarre’?

Pues nada, seguir construyendo la carrera de CRIMINAL, seguir trabajando, seguir mejorando como grupo. Estamos conscientes de que vivimos un momento muy difícil, tanto para la industria en general como para los grupos en particular, pero si hemos llegado hasta aquí es por algo.

Es el primer disco sin Rodrigo Conteras. ¿Cómo fue hacerlo sin él después de tanto tiempo juntos?

Bueno, para mí significó más trabajo, porque tuve que hacer prácticamente todos los temas, pero el proceso en general fue sin problemas. Olmo, nuestro nuevo guitarra, se ha integrado a la perfección y está siendo un gran aporte, no solo en creatividad, sino también en empuje y actitud. Fue como la tan mentada “sangre fresca” que la banda necesitaba.

Precisamente es el tema título en solo dos minutos pone patas arriba el álbum. ¿Qué hay detrás de él y del título?

‘Akelarre’, la reunión de las brujas, es una alegoría con la que queremos describir los contubernios de los poderosos, la iglesia, la política, las finanzas, la religión. Lo mismo que se expresa con la carátula del álbum. Y el tema yo creo que es apropiado que sea tan directo y brutal, casi hardcore, es lo que la letra y el concepto necesitaban.

Para cerrar encontramos ‘La Santa Muerte’, tema cantado en español como habéis hecho en otros trabajos. ¿Por qué terminar de esa manera?

‘La Santa Muerte’ es un tema que se sale un poco del esquema, es más lento y cantado en español, y tiene una atmósfera muy potente, entonces nos pareció una buena forma de cerrar el disco.

Una cosa que me llama la atención del trabajo es la producción: tiene un sonido añejo pero sin llegar a ser como las que había en los 90 y sí ayudándose de la era actual. Ya sabes que hay grupos que intentando rememorar aquella época optan por ensuciar todo lo que puedan sus composiciones para captar la esencia de entonces cuando no tiene por qué ser así…

Sí, yo creo que en este momento estamos viviendo un proceso de búsqueda. Algunas bandas samplean y gatillan todo y suenan super artificales, otras quieren sonar old-school y terminan sonando derechamente mal. Nosotros lo que quisimos hacer es lograr que el disco sonara lo más parecido a como la banda suena en vivo, valiéndonos de las nuevas tecnologías, pero no abusando de ellas. Uno puede usar el ProTools para corregir cosas, pero también para mentir, es decir, para hacer que suene algo que la banda no toca de esa forma. En lo personal creo que, a la larga, la mayoría de las producciones que están saliendo van a quedar marcadas como de los 2000es, al igual que se puede distinguir una producción ochentera y una noventera. Y nosotros intentamos que nuestra producción fuera atemporal.

Otra de las claves que encuentro es que dentro de este estilo hay bandas que optan por ir a piñón fijo durante todas las canciones mientras que aquí jugáis con cambios de ritmo, los tempos… alternando temas machacones con otros rápidos. ¿Qué me puedes decir tanto de esa alternancia como del trabajo de guitarras, que lo considero lo mejor de ‘Akelarre’?

Desde nuestro primer disco hemos tenido esa variedad de ritmos, con algunos rápidos, otros más groove y otros lentos y pesados. De otra forma se torna aburrido, o al menos a mí me pasa eso. Y lo ves especialmente en directo, si todos los temas suenan igual, la peña se aburre pronto, en cambio, si hay variaciones, mantienes el interés del público. Respecto al trabajo de guitarra, pienso que Olmo ha hecho una gran labor, porque Rodrigo es un guitarrista realmente excepcional, y muy difícil de reemplazar.

Actualmente estás metido de lleno en lo que será el primer disco de PENTAGRAM más de veinticinco años después de su formación. Un comunicado la semana pasada anunciaba la salida de Eduardo Topelberg, ocupando su puesto en la batería Juan Pablo Donoso. Además, habéis tocado en el Maryland Deathfest. ¿En qué punto está el álbum y cuándo tiene prevista su salida?

Hace poco tiempo Juan Pablo ha terminado de grabar las pistas del batería. En Julio me meteré en el estudio a grabar todas las guitarras rítmicas, y luego vamos a ir metiendo los solos, las voces, etc. No tenemos aún una fecha fija de entrega del máster, pero la idea es que salga antes de fin de año, aunque, con lo que nos hemos tardado ya, poco importan un par de meses más o menos.

¿Cómo has llevado en su momento (y en la actualidad) que tantas y tantas bandas de metal extremo hayan nombrado a PENTAGRAM como uno de los referentes e influencias del estilo?

Yo lo tomo como un halago, pero por otro lado no puedo ocultar que es un poco frustrante el saber que la banda podría haber hecho mucho más.

¿Qué queda del Anton Reisenegger que a mediados de los 80 daba sus primeros pasos en la música?

Mucho. Todavía me lo paso bien tocando y bebiendo cerveza con mis amigos.

En relación con la pregunta anterior, y teniendo tu experiencia, habiendo vivido en distintos países y actualmente en Donosti, habiendo podido ver y vivir la música desde distintos puntos ¿cómo ves la evolución musical actual, tanto a nivel puramente de grupos como de la industria? ¿Qué ha cambiado en el mundillo?

Ufff, ni siquiera sé por dónde empezar. Hay muchos grupos, demasiados. Y todos tienen esa vitrina que se llama internet a su disposición. Tanto los instrumentos como la tecnología de grabación como los medios de difusión están más accesibles que nunca, y eso es un cambio fundamental con respecto a los 80s. En ese tiempo tenías que tener paciencia, dedicación, creatividad para lograr sonar bien con pocos medios, etc. Siento que la cosa ahora es demasiado fácil en ese sentido. Lo que es más difícil quizás es levantar cabeza entre tanto grupo que hay allá afuera. Yo incluso pienso que el tiempo de las mega bandas se acabó. Probablemente la última haya sido PANTERA.

Hace casi tres años que entraste a formar parte de LOCK UP. ¿Cómo se lleva estar con tantos frentes abiertos? ¿Es complicado organizarse?

No, porque ninguno de mis grupos gira en forma muy extensa, son dos semanas por aquí, un fin de semana acá, otra semana por allá, y simplemente hay que ser organizado. Si alguna vez hay conflictos de calendario, hay que priorizar y ya está. Lo úncio difícil es recordar todos los temas, jaja.

Suelo entrevistar a multitud de grupos españoles que cuando visitan Sudamérica vuelven en shock, afirmando que aquello es otro mundo y la música allí se vive de una manera mucho más apasionada. Ahora te hago a ti la pregunta un poco opuesta: como chileno, ¿qué diferencia ves entre la gente de uno y otro sitio? ¿Por qué esa diferencia tan grande?

No sé exactamente por qué es. Quizás porque la gente allí estuvo mucho tiempo sin acceso a nada, entonces todavía existe esa pasión y una especie de gratitud para con las bandas que van. Y, hoy por hoy, también un cierto orgullo porque tantas bandas dicen que es el mejor público. Para nosotros el shock fue al revés, como llegar a tocar a Alemania y ver a los metaleros mirando cruzados de brazos mientras tocábamos.

Para los que no lo sepan, tienes un programa bastante famoso… ¿Nos puedes hablar un poco de ‘Disco Duro’ en la radio chilena Futuro?

Disco Duro es un programa que sale al aire los días Domingo a las 10 de la noche a través de la radio de rock más grande de Chile. Lo lindo es que tengo libertad absoluta de tocar lo que quiera, entonces me doy lujos como tocar cosas muy extremas o grupos oscuros y desconocidos, o joyas olvidadas. Pero obviamente también toco muchos clásicos, y además animo a la gente a que nos pida temas a través de nuestra página oficial en Facebook. Hace poco he tocado un par de bandas españolas, como CLOCKWORK y ANGELUS APATRIDA.

Has compartido escenario con algunas de las bandas más grandes del panorama metálico y has vivido experiencias de todo tipo en tu carrera. ¿Hay algunas que tengas grabadas a fuego y las recuerdes mejor que otras, ya sea para bien o para mal?

Bueno, probablemente el mejor recuerdo es de cuando abrimos para Sepultura en la gira del ‘Chaos A.D.’, porque en ese momento el metal estaba explotando en Chile. Fue nuestra consagración y además tuvimos oportunidad de compartir con los Cavalera y cía., a quienes yo ya conocía de un viaje a Brasil que hice en el '87. Uf, para muchos eso debe sonar a prehistoria, (risas). Pero obviamente hay muchos otros, el show con Kreator, que fue nuestro debut en vivo y la primera vez que fue una banda internacional de peso a Chile, o cuando tocamos con SLAYER,y  de pronto estaba Paul Bostaph en nuestro camerino preguntando si podía pedirnos prestados los pedales porque sus equipos no habían llegado. Muchos buenos recuerdos. Pero esto no ha terminado.

Varo ( varo@themetalcircus.com ) / Fotos: Criminal