Catorce dan un paso más arriesgado con “Agua. Naufragio. Equilibrio.”
No son autocomplacientes. Y ni mucho menos siguen mirándose el ombligo tras la buena aceptación de su debut "Atlas". CATORCE han ido un paso más allá, y su segundo álbum "Agua. Naufragio. Equilibrio." es el resultado. Un perfecto ejercicio de evolución, riesgo compositivo y talento creativo con el que siguen llamando la atención de todos los medios, al mismo tiempo que amplían su base de fieles seguidores.
No son autocomplacientes. Y ni mucho menos siguen mirándose el ombligo tras la buena aceptación de su debut «Atlas». CATORCE han ido un paso más allá, y su segundo álbum «Agua. Naufragio. Equilibrio.» es el resultado. Un perfecto ejercicio de evolución, riesgo compositivo y talento creativo con el que siguen llamando la atención de todos los medios, al mismo tiempo que amplían su base de fieles seguidores. Su vocalista y guitarrista Jaime Ladrón de Guevara y su bajista José Miguel Ocón nos traen las buenas nuevas respondiendo a las preguntas de Satur Romero.
Después de “Atlas”, con el que recibisteis muy buenas críticas, ¿habéis tenido algún tipo de presión extra para hacer este gran “Agua. Naufragio. Equilibrio.”?
Jaime: En realidad la única presión que tuvimos fue a la que nos sometimos nosotros mismos. Tampoco teníamos (ni tenemos) esa percepción de la “gran acogida” de nuestro anterior trabajo, entonces tampoco nos vimos inducidos a “seguir una senda porque nos funcionó”. Simplemente nos presionamos de una manera positiva para mejorar dentro de nuestro concepto de lo que es mejor para la banda.
José Miguel: En realidad fue nuestro primer paso serio en lo que podríamos llamar “mundo underground” musical. Veníamos de varios EPs que no funcionaron mal, pero “Atlas” nos sirvió de carta de presentación para muchísima más gente. Quizás ese fue el mayor éxito, porque aunque como bien comentas, tuvo buenas críticas, tampoco cambió mucho en nuestra forma de ser o funcionar como banda.
Respecto a la presión, nosotros mismos somos bastante exigentes y hasta que no estuvimos realmente seguros y orgullosos de lo que teníamos entre manos, no avanzamos. Sabemos que este disco supone un paso más arriesgado en nuestra evolución, algo que quizá defraudó a aquellos que esperaban una segunda parte de “Atlas”; pero fue algo natural, nos sentíamos así y preferíamos ser honestos con nosotros mismos.
Las tres palabras del título no han sido elegidas al azar, ya que pertenece al escrito de un poeta de vuestra ciudad, Vicente Aleixandre, de la generación del 27. ¿Inspiración o ganas de reivindicar la cultura andaluza? (Que como andaluz que soy… ¡Bienvenido sea!)
J: Pues es más lo segundo que lo primero, ¡jaja! Las tres palabras las sacamos de un escrito de Aleixandre que se llama “La Muerte o Antesala de Consulta”, que no tiene absolutamente nada que ver con la temática del disco. Pero sí es verdad que nos propusimos buscar inspiración en poetas de la Generación del 27, gente que puso a Andalucía en el mapa mundial literario. Queríamos, en cierta manera, dejar patente que somos parte de un entorno y que nuestra música en cierta manera es resultado de ese entorno aunque no se perciba de primeras. Si fuéramos de California, de Londres o incluso de Madrid, estoy seguro de que haríamos otra cosa o lo haríamos de otra manera.
Hablando de las canciones de “Agua. Naufragio. Equilibrio.” en general (porque todas se merecen una extensión, dada su enorme calidad), parecen más directas que las que formaban vuestro debut. ¿Estáis de acuerdo?
J: Sí, totalmente de acuerdo. Fue una de las pautas que seguimos desde el primer momento. Mariano Torres, nuestro batería de por entonces (con él compusimos y grabamos el disco), tenía algunas ideas muy interesantes, todo el día tenía en la boca la frase “menos es más”, y efectivamente así ha sido. También es importante decir que tras casi dos años tocando canciones que oscilan los 6 minutos, tu percepción ante esa forma de hacer canciones cambia y te apetece hacer algo diferente y más directo.
JM: Además, tras comprobar que necesitábamos dos vinilos para meter todas las canciones de “Atlas”, bromeábamos con no editar nada de más de 40 minutos en el futuro ¡jajaja! Pero más allá de estas situaciones, como ya comenté antes, era lo que nos pedía el cuerpo.
Aún así, aunque estas nuevas canciones den esa sensación más directa que sus predecesoras por su forma y duración, algunas resultan realmente más complejas a nivel técnico. Fue un proceso muy divertido y enriquecedor componerlas y grabarlas, pisando zonas que se excedían ligeramente de nuestra comodidad.
Eso sí, más directas, y más cortas, pero no menos trabajadas. Hay mucho trabajo de trasfondo que tras múltiples escuchas salen a la luz. No se puede decir que no hayáis tratado con mimo cada una de estas canciones.
J: Ha sido un trabajo largo y muy dedicado. Dejamos de tocar durante un año y pico porque queríamos centrarnos en que el disco fuera lo que ha terminado siendo. Voces, baterías, guitarras, bajos… Cada nota y cada pasaje se estudió con detenimiento para que las canciones fueran lo mejor que podíamos hacer. Cambiamos nuestro modo de escribir canciones e incluso recuperamos antiguas fórmulas.
Siempre habéis destacado por unas letras muy emotivas. Es parte de vuestra personalidad artística, e incluso he notado crítica y protesta social, como en “Le Mal Du Pays”. Puede resultar irónico, pero es que la realidad que vivimos hoy en día, es una gran fuente de inspiración. Imagino que leyendo o viendo las noticias, o simplemente viviéndolo en nuestras carnes, a un artista le resultará más difícil escribir sobre la belleza de las flores en el campo, salvo que hagas reggaetón…
J: Jajaja, bueno, al final es más cómo lo digas que lo que digas. Puedes hablar de la belleza de las flores en el campo, pero el enfoque es primordial. Es decir, en nuestro caso tratamos de que las letras sean por una parte ambiguas, por otra parte lo suficientemente directas como para que cada uno pueda entender a su manera lo que estamos diciendo. Tú mencionas “Le Mal du Pays” como una canción de crítica y protesta social, cuando para mí es una canción de amor y añoranza. Pero que la haya escrito yo tampoco me da la verdad absoluta, y es ahí a donde trato de llegar cuando escribo algo.
Después de que Mariano grabara este trabajo, cambiasteis de nuevo de batería. La entrada de Luis Manuel Terán, ¿qué ha aportado a CATORCE? Además de tener que ampliar el presupuesto de gastos, porque las baquetas no le duran mucho…
J: Jajajaja sí, lo de las baquetas es un hándicap que hemos asumido. En realidad supongo que nos ha aportado confianza, la confianza de hablar, proponer, sugerir y sobre todo de aventurarte a hacer cosas. Nos conocemos hace diez años, fue batería de Catorce durante una temporada, y hemos tenido y tenemos más proyectos con él. “Energía” sería una buena palabra.
En el pasado año, ya hicisteis algunos conciertos presentando este nuevo trabajo. ¿Qué planes de conciertos tiene sobre la mesa CATORCE para este recién estrenado 2017?
JM: Pues principalmente seguir llevando nuestra música a todos los rincones posibles, sin dejar de disfrutar… Me parece algo primordial para cualquier banda. Además, tenemos unos cuantos conciertos muy interesantes a punto de cerrar para esta temporada y después nos gustaría centrarnos en algunos aspectos que en el pasado hemos tenido en un segundo plano, como el audiovisual.
Dada la reacción del público en vuestros conciertos, ¿qué canciones creéis que pasaran a ser himnos de este segundo y nuevo álbum?
J: Creo que aún es difícil para saberlo, cada canción intentamos que sea un pequeño himno, aunque sí es cierto que eso es algo que no decidimos nosotros. En cuatro conciertos aún no puedo decirte qué canciones pueden pasar el filtro, aunque hay algunas como “La Democracia del Invierno” o “Einstein-Rosen” que parece que gustan.
Este trabajo ha sido editado por The Braves Records, muy relacionado con la propia banda. En la historia de dicho sello independiente, se afirma que “Por muy a tópico que suene, cansados de no tener oportunidades, The Braves Records decidimos fabricarnos la nuestra.” ¿Ha sido también la historia de CATORCE? Y ahora que tenéis vuestra base de fans, y dos discos publicados, ¿se han abierto algunas puertas que en el pasado golpeasteis?
J: Bueno, es que la historia de Catorce va un poco pareja a la de TBR, creo. Intentamos ser claros y no andarnos por las ramas y lo mismo que hay gente increíble que aporta su grano de arena para que lleguemos a más sitios por el hecho de creer en lo que hacemos, hay quien ni siquiera se acuerda de ti para absolutamente nada si no eres la próxima banda de moda en potencia. Pero evidentemente tratamos de quedarnos con todo lo positivo, con esos sitios a los que hemos llegado y esos otros a los que soñamos con llegar. El tiempo dirá.
JM: Esa frase es mía, aunque cuando se la comenté a Kantz (co-fundador del sello) vimos que encajaba perfectamente con lo que pretendíamos. A lo largo de los años he llevado todos los aspectos no musicales de la banda y digamos amablemente que hay gente con muy poca educación y valores por ahí. Hay mucho postureo en el rock y el metal, mucha pose y estábamos un poco cansados de perseguir cosas que pertenecen ya a estructuras y formas de funcionar del pasado. A día de hoy, aunque aún queda alguna buena gente desinteresada por ahí, nadie va a mover un dedo por ti ni por tu grupo. Tienes que currártelo todo, porque al final concebir un buen disco, tristemente se reduce a una parte muy pequeña de lo que necesitas para tener algo de éxito o lugar por aquí.
Teniendo en cuenta que el 100 % de CATORCE, es el 75% de DE LA CUNA A LA TUMBA, ¿Teméis por la identidad propia de cada una de las bandas?
J: Quizá nos podría preocupar más que podamos dedicarle a ambos proyectos toda la atención que necesitan más que la identidad de ambos. Si hemos conseguido algo, es marcar claramente las diferencias entre ambos proyectos, tenemos claro lo que queremos hacer constar en cada uno. De momento no es algo que nos quite el sueño, pero como te he respondido anteriormente, sólo el tiempo podrá darnos perspectiva al respecto.
JM: Hasta el momento hemos llevado bastante bien el ritmo de ambas, gracias a cuadrar bien las agendas. Como bien dice Jaime, sólo el tiempo dirá si nos termina pasando factura o no; pero desde luego, yo pretendo disfrutar todo lo posible de todo lo bueno que me da cada una. Go with the flow.
Por cierto, DE LA CUNA A LA TUMBA han grabado nuevo disco si los datos no me fallan. ¿Qué nos podéis adelantar del mismo?
J: Pues será un trabajo de 7 temas, no sé si llamarlo disco como tal. Hemos titulado a este nuevo trabajo “[Algo Sin Nombre]” en parte por eso, porque no podemos ni queremos definir lo que estamos entregando a la gente. Vendrá con un DVD que contendrá una sesión en directo que grabamos el verano pasado en Málaga.
JM: Contiene mayormente temas que ya hemos tocado bastante en directo y que pensábamos que merecían ser grabados en estudio. El complemento del directo en DVD pensamos que, junto al brutal diseño de The Braves Church, hará que sea un producto muy bonito y especial. Ojalá sirva de puente hacia un próximo trabajo de mayor entidad, eso significará que seguimos disfrutando tanto nosotros como el público.
Damos ya por cerrada esta entrevista. Seguro que coincidiremos en breve en algún concierto. De parte de todo el equipo de The Metal Circus os deseamos lo mejor en el futuro, y si queréis añadir algo más, este es vuestro espacio. ¡¡Muchos saludos!!
J: ¡Muchas gracias a vosotros! ¡Un saludo!
JM: Ha sido un placer, gracias por vuestro tiempo. Y por favor, no dejéis de escuchar música, ir a conciertos, ni perdáis la esperanza en esto.
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.