En el año 1996, los brasileños Sepultura cambiaron el horizonte del metal, sin darse cuenta. El hoy laureado "Roots" era por entonces una simple idea más en el cerebro colectivo de una banda que se resistía a anquilosarse en una sola fórmula.

En el año 1996, los brasileños Sepultura cambiaron el horizonte del metal, sin darse cuenta. El hoy laureado «Roots» era por entonces una simple idea más en el cerebro colectivo de una banda que se resistía a anquilosarse en una sola fórmula. La banda de los hermanos Cavalera terminaría definiendo el sonido de una generación venidera de bandas -a la par que algunas nuevas formaciones como Korn influenciaban el presente del grupo con su distinta perspectiva de las afinaciones, por ejemplo.

No fue fácil. Según reconoce el propio Max Cavalera, al presidente de Roadrunner Records hubo que convencerle sobre la viabilidad de un disco que, lustros después, ha vendido millones de copias en todo el mundo -todo un imposible para un grupo de metal extremo. «Esto parece una recopilación reggae» le dijeron sobre el título. Pero Cavalera tenía un concepto en mente y lo sacó adelante, aunque le costase -a corto plazo- la integridad de la formación clásica de Sepultura. El éxito masivo de «Roots», los desacuerdos entre Andreas Kisser y Paulo Jr y la manager Gloria Cavalera -esposa de Max- y la inesperada muerte en accidente de tráfico de Dana, el hijastro de Max, fueron demasiado. Sepultura implosionaron en el punto más álgido de su carrera.

Ahora, Max y su hermano Igor -que trabajan juntos en el proyecto Cavalera Conspiracy- han anunciado una gira americana titulada «Return to Roots», donde los dos músicos capitanean un repaso íntegro al mítico trabajo de hace veinte años. No solo eso: la banda tiene preparada una gira europea para noviembre que incluirá fechas en España y que se anunciará en breve.

¿De quién fue la idea de realizar una gira de conmemoración del vigésimo aniversario de «Roots»?

«La idea fue cosa de Gloria, mi esposa y manager. Un día estábamos tocando algunos temas de «Roots» en directo y tuvo la idea de que hiciésemos una gira tocando el disco entero a modo de celebración del 20 Aniversario de su edición. Se lo comenté a Igor y le pareció bien. Guardamos cosas como el fondo de escenario original y cosas así, que le dan más encanto al asunto. De hecho, ya hicimos un show en Canadá y fue genial. Con eso en mente hemos cerrado una gira estadounidense completa y ya tenemos una gira europea en preparación».

Entonces ¿la gira europea se puede dar por segura?

«Si, estamos cerrando la contratación ahora mismo. Será para finales de año, seguramente para noviembre de este año».

cavalera conspiracy

¿Es un reto musical volver a recuperar el disco de manera íntegra tantos años después?

«Nos hemos sentado a ensayar las canciones unas cuantas veces ya, porque algunas de ellas nunca las hemos tocado en directo, como ‘Ambush’ o ‘Bleed Apart’. Todo el mundo nos ha visto tocar «Attitude», «Ratamahatta» o «Roots Bloody Roots», pero hay algunas que serán una novedad en nuestros shows. Creo que es un gran disco para tocar de principio a fin».

¿Has tenido que convencer a tu hermano Igor para hacer esto? Me da la impresión de que es el que más alejado se encuentra, emocionalmente, de aquella época de su vida musical.

«Igor disfruta de hacer cosas conmigo. Nos lo hemos pasado muy bien haciendo cosas con Cavalera Conspiracy y esto es algo muy especial, porque es un disco que hicimos juntos, hace veinte años y que fue muy bien recibido en el mundo del metal, hasta el punto de cambiar nuestras vidas. Fue un disco muy influyente. Igor se está divirtiendo y está tocando genial. Va a ser una gran gira».

¿Sigue vigente, veinte años después, lo que quisisteis proclamar con «Roots»?

«Las cosas han cambiado mucho debido a la tecnología, pero lo que el disco representaba sigue estando tan vigente hoy como hace veinte años. Es una idea original mezclar la cultura y el metal y eso ha influido a muchas bandas, desde Slipknot a System of a Down o Melechesch. Es un disco que, veinte años después, se mantiene actual. Poder mostrarle ahora a los fans como suena en directo será positivo.»

¿Es el Brasil de los Juegos de Rio 2016 un mejor país que el de cuando se grabó «Roots»?

«Brasil siempre ha tenido problemas con la política. No es algo nuevo. Está repleto de corrupción y todo eso. Nos llevará tiempo mejorar, pero creo que las cosas están mejor ahora que hace veinte años. Hemos avanzado mucho. Considero que estamos en un proceso inacabable de mejora del país pero la gente está por la labor de hacer cambiar las cosas».

«Cuando nosotros vamos a tocar allí vemos que los fans están muy dispuestos a escuchar este tipo de música. Necesitan sacar la agresividad de sus cuerpos y eso hace que los shows sean muy especiales en Brasil. El año pasado pude tocar en sitios distintos, como Santos. Ciudades en las que nunca tocamos, ni siquiera con Sepultura. Ahora hemos ido con Soulfly y Cavalera Conspiracy y ha sido tremendo. El proceso es lento, pero Brasil está yendo a mejor».

¿Entendió Roadrunner Records lo que queríais hacer desde un primer momento?

«Tuvimos que explicarles bien de que iba el disco, porque no entendían absolutamente nada. Se hacían los confundidos. Tuvimos una reunión con el presidente del sello y no sabía como encajar lo que le estábamos proponiendo. Me dijo que ‘Roots’ sonaba a disco recopilatorio de clásicos del reggae. Le dije que si, que estaba de acuerdo, pero que se esperase a escucharlo. Que íbamos a mezclar el metal y la música tribal, que no tendría nada que ver con el reggae».

Al final confiaron en vosotros.

«Confiaron en nosotros, pese a todo. Eso es lo bueno sobre nuestra relación con Roadrunner. Nos dejaban hacer y nosotros siempre les dimos lo que esperaban de nosotros, lo mejor que podíamos hacer. Un motivo importante por el cual el disco salió bien fue por ese factor de confianza. Aunque inicialmente no entendiesen el concepto, supieron entenderlo cuando el disco estuvo acabado y frente a sus narices. Entendieron la interacción con los indígenas, entendieron nuestra manera de ‘reclamar’ la cultura primitiva de Brasil, la que había antes de la samba y la bossa nova. La música indígena era lo primero que hubo en Brasil y era importante para nosotros representarlo en el disco».

SOULFLY - EXCLUSIVA CON MAX CAVALERA: "El próximo disco de la banda será nuestro "Reign In Blood"".

¿Crees que en los tiempos que corren para la industria de la música podría gestarse, hoy en día, un disco arriesgado como «Roots»?

«Creo que se podría hacer. Era una idea muy original que costó mucho pulir y sacar adelante. Tuvimos a mucha gente trabajando en el proyecto y fue una pequeña pesadilla logística finalizar el disco, pero creo que sería posible hacer algo así hoy en día. Fue un disco que influyó a mucha gente y que generó mucha división de opiniones, lo cual demuestra que fue un trabajo que marcó una diferencia. Hay mucha gente que sigue hablando de él, lo cual denota que conseguimos hacer algo que marcó a mucha gente. La gente lo sigue viendo como una obra maestra del metal pero para nosotros era simplemente otro disco. No teníamos idea de lo que estábamos haciendo realmente, al menos no hasta que estuvo acabado.»

«Mereció la pena porque fue algo distinto, algo que la gente no había escuchado hasta el momento.»

 

 

Uno de los puntos de inflexión en «Roots» fue la participación de los indígenas de la tribu de los Xavantes. ¿Como conseguiste aquello?

«Fue todo un proceso. Tuvimos que encontrar a la persona adecuada para trabajar con los indígenas y esa persona fue una mujer llamada Angela, que se ocupaba de los asuntos indígenas en Brasil. Mi primera idea fue trabajar con la tribu de los Kayapó, pero no querían saber nada de nosotros. No estaban en buenos términos con la gente blanca y habían tenido algunos problemas previos que los hacían reticentes. Fue Angela quien nos propuso trabajar con la tribu Xavante. Ellos eran más abiertos de mente, más receptivos y más amigables. E igual de poderosos que los Kayapó en cuanto a imagen y actitud.»

¿Como recuerdas el proceso de llegar hasta ellos y gestionar su participación en el disco?

«Fue una gran producción, trabajar con los indígenas. Mi esposa estaba todo el día al teléfono cerrando los detalles para poder hacer la colaboración. Había que alquilar aviones, reservar hoteles…fue como una expedición del National Geographic más que hacer un disco de metal. Eso lo hizo todo muy excitante. Hacer un disco como ‘Roots’ es tremendo, porque cuando todo finalmente sale adelante la sensación es impresionante».

¿Tuviste que alquilar un avión para llegar hasta ellos en medio de la nada?

«Tuve que alquilar un avión para ir a visitarlos. No hay un aeropuerto ni nada parecido. Hay una pista de aterrizaje pequeña en medio de la jungla y esa fue la única manera de llegar hasta ellos, alquilar un avión hasta allí».

¿Fueron receptivos hacia la idea de trabajar con una banda de música tan extrema?

«Siempre fueron muy receptivos. El principal líder de la tribu era un tio genial. Cuando dejé Sepultura y estaba buscando un nombre para lo que terminaría siendo Soulfly, me envió un fax con ideas en lenguaje Xavante para nombres de bandas. Así era él. Fueron todos muy buena gente con nosotros y estaban excitados de trabajar con nosotros casi tanto como nosotros de trabajar con ellos. Esa experiencia positiva se nota en el resultado final del disco».

Cuando Carlinhos Brown aún no era la superestrella en la que terminó convirtiéndose, Sepultura contaron con sus servicios para grabar varias colaboraciones en «Roots». ¿Por qué Carlinhos y como surgió el contacto con él?

«Mi primera idea para el disco era trabajar con Naná Vasconcelos, que era el maestro de la percusión brasileña y quien falleció el año pasado. No pudimos conseguir su colaboración, ya que estaba ocupado. No se como vino la idea de trabajar con Carlinhos Brown pero en aquella época el estaba trabajando con un montón de artistas brasileños. Carlinhos fue genial para «Ratamahatta» porque es otro maestro de la percusión y representa perfectamente el sonido brasileño que buscábamos para el disco. Tocaba con barriles, con garrafas de agua…con absolutamente todo. Eso se puede escuchar en «Canyon Jam», al final del disco, la jam de doce minutos que grabamos. Creo que ‘Ratamahatta’ también es una gran canción para improvisar, porque en el fondo salió de una jam originalmente. Tenía una idea para el principio de la canción y todo fue fluyendo, desde las letras hasta la música. Algunas de las letras que hicimos son locuras sin sentido, como «Ratamahatta», pero son canciones tremendas para tocar en directo».

¿Tocaréis también ‘Canyon Jam’ en los directos de este «Return to Roots Tour»?

«Seguramente usemos el ‘Canyon Jam’ para el final de los conciertos. Será la música que suene mientras la gente sale del recinto. Es una jam muy larga y no creo que quede bien en los directos. En la edición especial de ‘Roots’, la que tiene la jam completa, se pueden apreciar muchos detalles. En el disco solo se pueden escuchar segundos o un minuto de esa jam en canciones. Como ‘Ambush’ o ‘Endangered Species», así que es genGETAFE ELECTRIC FESTIVAL - CAVALERA CONSPIRACY + IGGY POP + OFFSPRING + RATM + QOTSAial poder escucharla entera y descubrir la cantidad de detalles que confirman un disco como «Roots».

Después del lanzamiento del disco y su increíble éxito, Sepultura implosionaron. Tu te marchaste de la banda, el grupo comenzó un larga trayectoria descendiente en cuanto a popularidad y todo lo que un día había sido especial, pasó a ser algo más mundano. ¿Fue para mejor, visto con la perspectiva del tiempo?

«Me gusta pensar que las cosas pasan por algo. Me gusta pensar en todo ello como algo positivo, como un regalo disfrazado. De no haberse roto Sepultura no habría hecho Soulfly y no habría realizado discos de los que me siento muy orgulloso. Quizá, de haber seguido, habríamos caído en una rutina o monotonía como la que aqueja a muchas bandas. Es imposible saberlo. Pero pienso que las cosas pasan por algo y eso me permitió salir adelante con otras bandas como Soulfly, Cavalera Conspiracy o Killer Be Killed.»

«Honestamente, estar en Sepultura en aquel periodo fue muy estresante para mi. El disco se volvió muy popular y la gente nos perseguía. Recuerdo ir con mi esposa a un centro comercial en una ocasión y la gente nos rodeó completamente. Era irreal. No éramos los Beatles, éramos metal, éramos underground. Cuando empecé con Soulfly fue como empezar de cero y volver a la realidad, a tocar con los pies en el suelo. No me arrepiento de nada. Estoy orgulloso del disco y creo que, tras él, era el momento de cambiar de aires.»

«De lo que más orgulloso estoy es del hecho que Sepultura siempre hicieron los discos que querían hacer. Nunca copiamos ni buscamos complacer a nadie. Hicimos música para nosotros mismos».