Zeno: Zenology II

Estaba un servidor bastante perdido acerca de ZENO hasta
hace escasamente un año, cuando cayó en mis manos la reedición de “Zeno” realizada
por MTM Music. Después de escucharlo, y con lo dado que soy al hard con tecladitos
de lo más gay, ZENO pasaron a ocupar un lugar privilegiado en mis gustos musicales.
No se trata de la mejor banda del universo, pero ZENO es una de las pocas bandas
que capturan realmente el verdadero espíritu del Hard melódico europeo de los
años 80, aquel que moldearían bandas como BONFIRE a finales de la década y que
otros como FAIR WARNING exportarían con mayor éxito al Japón en los 90. Poco
queda de todo eso hoy en dia, excepto por estas constantes reediciones que le
recuerdan a todo el mundo lo bien que se hacían las canciones hace quince o
veinte años.

ZENO es la banda de Zeno Roth, el hermano pequeño de Uli Jon Roth. Formados
en 1984, la banda reclutó al excelente vocalista Michael Flechsig, el cual poseía
la capacidad de hacer unos agudos realmente imposibles, y que probablemente
solo el señor Gilette de NITRO podría igualar (aunque Flechsig nunca se dedicó
a romper vasos con ultrafrecuencias marcianas sobre el escenario). De hecho,
si alguien duda de lo que digo, no tiene más que escuchar el tema “Signs On
The Sky”, que se encuentra en la mencionada reedición de “Zeno”, el disco debut
de la banda, para comprobarlo con sus propias orejas.

Lo que MTM presenta ahora es una nueva recopilación de viejas gemas de ZENO
que han ido quedando relegadas al mas olvidado de los olvidos. Se trata de un
buen montón de canciones grabadas en varios estudios alemanes entre 1983 y 1989,
cuando la banda movió su demo por varias compañías americanas. “Zenology II”
se presenta con una bonita foto de portada que debe pertenecer a la edad de
piedra de la banda. Esto da ya una pequeña pista de las características “retro”
del mencionado disco. No es un disco para aquellos que disfrutan de los proyectos
tipo STARBREAKER como si fueran la panacea del rock melódico. ESTO es Rock melódico,
en el sentido más clásico del termino. Teclados azucarados, riffs animados,
coros y estribillos hímnicos, riesgo de diabetes continuo, etc…

No lo negaré: escuchando este disco comencé a vomitar golosinas y por la nariz
me salía nata montada, pero eso si, el disco es todo un excelente ejercicio
de sonido ochentero con todas las características típicas. El reverb exagerado
de la batería, los colchones de tres metros de grosor de teclados, y los coros
con pitch alterado…ya saben ustedes.

Lo más curioso es poder escuchar a un prehistórico Tommy Heart en “Hard Beat”
y “Dreaming The night Away”, con una voz agudísima, en contra de lo que nos
muestra actualmente en los discos de SOUL DOCTOR. Entre los temas más destacados
del disco podemos encontrar el setentero “Good Game Bad Game”, el genial “Call
Of The Heart” y el increíblemente grandilocuente “Victoria”. Vamos, es que es
para escucharlo. Reune de pe a pa todos los cliches más habituales del Hard
de hace dos décadas, y encima suena que atruena!

Un buen disco para todos los amantes del lado más melódico del rock y el hard.