Smashing Pumpkins: Zeitgeist
Al igual que cada grupo tiene su momento y su lugar, cada disco posee las mismas características. El momento cumbre del mítico cuarteto de Chicago fue a mediados de la década de los noventa. Allí, cada obra que hicieron fue un paso más allá en su leyenda: los legendarios ‘Siamese Dream’ y ‘Mellon Collie…’, el controvertido y experimental ‘Adore’, y su legado final, ‘Machina: The Machines Of God’, continuado por su segunda parte, un disco gratuito disponible en su web oficial.
El año 2000 vio el final de las calabazas… o al menos eso parecía. Aquellos pocos asistentes afortunados en su ciudad natal que pudieron ver lo que Billy Corgan anunció como el último concierto de la banda, se deben de sentir en cierto modo engañados. Zwan fue un proyecto que no cuajó; menos aún su trabajo en solitario, ‘The Future Embrance’. En vista de que las reuniones de grupos parecen estar a la orden del día, el genio llamado Billy Corgan decidió resucitar la banda que tan grandes momentos le dio. Una excusa perfecta para volver a interpretar temas olvidados cerca de siete años y que se han quedado grabados en la cabeza de unos cuantos, y en el corazón de otros tantos.
Pero esta vuelta no es lo que muchos esperábamos. Ya D’arcy fue apartada en su momento del grupo por sus adicciones, y fue sustituida por Melissa Auf Der Maur. Pero es que ni una, ni otra… ni James Iha. El único miembro original de los Pumpkins actuales que acompaña a Corgan es su fiel escudero Jimmy Chamberlain. No dudaré que el cerebro de todo es el citado más arriba, pero esto no es la vuelta esperada. Sustituidos por Ginger Reyes y Jeff Schroeder, más al estilo músicos de directo que otra cosa, y con la incorporación de una teclista, Lisa Harriton, el carisma y atención que poseen sobre un escenario es nulo.
Como dije, todo tiene su momento y lugar. Comparar obras de sus primeros tiempos con ‘Zeitgeist’ me parecería injusto en cierto modo, pero no así sus miembros actuales con los antiguos; el peso es demasiado elevado, y las comparaciones son odiosas. Ahora no se puede hacer un disco que suene igual que uno hecho hace una década, eso sería repetirse, y a Corgan no creo que se le pase eso por la cabeza. Aunque una vista al pasado no estaría de más. Algunos de los temas resultan fríos, y en ocasiones, distintos a lo que eran fieles los Pumpkins. Bien está no repetirse, pero digo yo que ya se pudo dar rienda suelta a otras influencias en sus proyectos sin éxito, dando forma a temas distintos y alejados de lo que se espera de alguien como Corgan.
La primera mitad del álbum es sin duda lo mejor. Con una producción impecable, a cargo de la propia ‘banda’, alternando junto a Roy Thomas Baker y Terry Date. El comienzo con ‘Doomsday Clock’, con ese ritmo de batería tan característico de Chamberlain, la crudeza de ‘7 Shades Of Black’, o el single que todo el mundo ha escuchado, ‘Tarantula’, aún con uno de los peores videos de su carrera, hacen tener la esperanza de estar escuchando un disco a tener muy en cuenta. Entre medias se cuelan temas más sosos, como ‘That's The Way (My Love Is)’, o sobre todo, ‘Starz’, simplón, lento y falto de chispa. Como puntos fuertes, una balada marca de la factoría Pumpkin, ‘Bleeding The Orchid’, que se revela como el tema más melancólico del disco, y ‘United States’, desde ya, una de las piezas más relevantes de su carrera; casi diez minutos de duración, con la que acostumbraban a abrir sus actuaciones en la pasada gira europea (para sorpresa de muchos), llena de cambios de ritmo y final apocalíptico. No es un secreto que la banda siempre ha facturado temas largo de calidad (véase ‘Silverfuck’, ‘XYU’, ‘Porcelina of the Vast Oceans’…), y este iguala, e incluso supera a algunos de estos.
Pero desde ese momento, con ‘Neverlost’, que llega a parecer una especie de nana, con el consiguiente sueño, el disco baja muchos enteros. Variedad en términos generales no le falta, pero un orden distinto de las canciones hubiera otorgado más dinamismo a ‘Zeitgeist’. ‘(Come On) Let's Go!’ parece un tema alegre que deja a medias, ‘For God And Country’ de nuevo trae la monotonía, y ‘Pomp And Circumstances’ nos deja aburridos por completo, y deseando empezar cuanto antes con el principio del disco. Ya avanzaron la mayor parte de temas en su vuelta europea a los escenarios. Y ya lo dije en su momento en la crónica madrileña, que se salía de lógica hacerlo con el disco aún por salir, y teniendo a muchos fans a la espera de los grandes clásicos. ¿O es que con este nuevo álbum no habrá gira de presentación?
En definitiva, este ‘Espíritu de un tiempo’ deja alguna pieza que se quedará en los anales de la historia de las calabazas, unos cuantos temas de relleno, y la ausencia de ‘Gossamer’, tema extra largo que acostumbraban a tocar en la reciente gira. Pero viendo como está el mundo de la industria musical, ya se las arreglarán para editarla de alguna manera en ediciones posteriores del álbum para sacar algo más de dinero. No creo que dentro de diez años se recuerde a éste como ahora se hace con sus obras anteriores, pero supongo que habrá calmado la sed de unos cuantos. ¿Hasta cuando aguantarán esta vez?
Varo
Grupo:Smashing Pumpkins
Discográfica:Reprise
Puntuación:6.5
Canciones:
- Doomsday Clock
- 7 Shades of Black
- Bleeding the Orchid
- That’s the Way (my Love is)
- Tarantula
- Starz
- United States
- Neverlost
- Bring the Light
- (Come on) Let’s Go!
- For God and Country
- Pomp and Circumstances
Año:2007
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