Nine Inch Nails: Year Zero
Don Trent Reznor lo tenía difícil, sumamente difícil. No sólo se trata de conseguir que NIN sigan siendo interesantes tras casi veinte años de carrera y con discos como “The Downward Spiral” a las espaldas, sino que el último disco de la banda (aquel “With Teeth” del 2005) fue lo suficientemente bueno como para que hacer algo nuevo y mejor sea todo un reto de continuidad para Reznor. Y aunque no sabría decir a ciencia cierta si lo ha conseguido (quizá en seis meses éste disco pasa a ser de cabecera para más de uno) lo que si que es cierto es que no ha bajado el nivel. “Year Zero” podría considerarse más bien como una continuidad, un paso hacia el lado, en lugar de ser un paso adelante o una evolución gigantesca para la banda americana.
“Year Zero” es un disco maduro. A fin de cuentas, Trent ya pasa la barrera de los cuarenta años y no hay lugar para la rabia desatada de hace doce o trece años. Dudo mucho que, a día de hoy, Reznor sea capaz de componer un tema como “Happiness In Slavery” con garantías de que no termine siendo un calco de cualquier momento pasado y, probablemente, más glorioso, de la carrera. Esa rabia del pasado ha dejado paso a canciones más elaboradas, más profundas y , probablemente, más aburridas hasta cierto extremo. Si alguien busca en “Year Zero” la excitación instantánea no la encontrará.
El disco es lento y experimental, con canciones que abusan más de la cuenta de elementos electrónicos, caso de “The Warning”, “My Violent Heart” o “Me I’m Not”. No hay ni rastro de la rabia guitarrera e industrial del pasado, rabia que la propia banda mostraba en su último directo en España. Por eso, “Year Zero” es quizá una transición acelerada entre unos “viejos NIN” y unos probables “nuevos NIN” que ya se vislumbraban con “With Teeth” y que ahora terminan de tomar forma con “Year Zero”.
Sin embargo sigue habiendo momentos decisivos en el disco. La rítmica “Capital G” es un tema algo menos vacío, con más elementos, más caña y una presencia mayor de las guitarras. La breve “The Beggining Of The End” tiene madera de futuro clásico, aunque cuando un tema de NIN podría ser la banda sonora de un anuncio de coches es que hay algo que está cambiando un poco en alguna parte del esquema musical de Reznor. La curiosa “Survivalism”, primer single del disco, es muy electrónica pero mantiene esas raíces punk / industriales que tanto gustarán a los fans menos dados a los cambios y las novedades. Recuerda a MINISTRY por los cuatro costados, aunque quizá es menos agresiva que cualquier tema del repertorio del señor Alain Jourgensen.
La parte final del disco, con temas como “The Greater Good” o “The Great Destroyer”, es incluso demasiado extraña para los standards de NIN. Sólo la semi-balada “Another Version Of The Truth” parece devolver un poco de cordura al disco, cordura que se mantiene con la interesante “In this Twilight” y que se vuelve a perder por completo con la extraterrestre “Zero-Sum”, únicamente salvada por un estribillo resultón y semi hímnico.
NINE INCH NAILS quizá ya no tienen el ansia de sorprender y escandalizar de hace quince años. Quizá Trent Reznor simplemente está dando salida a una visión alternativa de ver la música que habita en su cerebro. En cualquier caso, no todo está perdido. Simplemente, se trata de un disco al que le sobran seis o siete canciones.
Sergi Ramos
Grupo:Nine Inch Nails
Discográfica:Universal
Puntuación:6
Canciones:
- Hyperpower
- The Beggining Of The End
- The Good Soldier
- Vessel
- Me, I’m Not
- Capital G
- My Violent Heart
- The Warning
- God Given
- Meet Your Master
- The Greater Good
- The Great Destroyer
- Another Version Of The Truth
- In this Twilight
- Zero-Sum
Año:2007
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