Hansen and Friends: XXX – Three Decades in Metal

Un poco Kai Hansen ha jugado a ser Avantasia aunque de forma más personal e íntima. Es un disco que de buenas a primeras no entra, pero a la que paladeas y dejas que fluya entras y vuelves a descubrir a un Kai Hansen alejado del power metal aunque manteniendo todas sus credenciales. Es una de las mentes más preclaras del heavy metal y “XXX” es un regalo especial de cara al fan más que un intento de despegar en solitario.

El cariño y admiración que tenemos en esta web por Kai Hansen está fuera de toda duda, y a decir verdad, esperábamos como agua de mayo este proyecto ahora que parece que Gamma Ray han firmado su mejor obra en lustros. Aquí hay nuevos músicos, nueva orientación y recapitulación de estas tres décadas de carrera. A sabiendas de que el genio de Hamburgo gusta especialmente de Judas Priest y del thrash 80 (me lo encontré en un show de los alemanes Warrant) podía caer todo en un disco más metalero que un bocata de tachas… pero no ha sido así. Olvidaros bastante de la fórmula Helloween-Gamma Ray aunque obviamente hay retazos que siempre se cuelan. En general es un buen disco para el fan del pelirrojo, pero la trascendencia que obtendrá esta obra será escasa, más allá del show especial del Wacken el pasado año. El disco va de menos a más y demuestra una cosa que hay que tener muy en cuenta: todos los invitados que aquí aparecen son gente de primer nivel y habituales de rencillas y polémicas… pero con Kai hay siempre muy buen rollo. Weikath, Kiske, Sammet, Dee Snider, Sielck o Roland Grapow entre los más destacados. La obra narra una historia de un músico que pelea desde abajo y un poco es un resumen de su vida. Un poco juega la carta Avantasia a lo Hansen, pero sin los excelsos resultados de Tobias Sammet.

La autobiográfica “Born Free” es toda una declaración de intenciones e intenta sonar más metal que el acero. No pasará a la historia, pero es lo más duro y agresivo que hay, siendo ideal para abrir este disco. La extensa “Enemies of Fun” tira de riff Manowar y deje Accept pero aburre de inicio, aunque las sucesivas escuchas la hacen más que disfrutable, Scheepers incluido. Mejoran las cosas en “Contract Song” en la que la forma de componer “clásica” de Kai salta a la palestra y abarca varios juegos de matices vocales que hacen de Hansen un cantante único. En “Making Headlines” tira de melodía y asoma todo un Tobias Sammet. En su día Kai fue mentor del creador de Avantasia y Edguy. La enorme sorpresa la pone ”Left Behind” con un deje Smashing Pumpkins de inicio. ¿Hansen metido en el rock alternativo? Sí, y con grandes resultados, aderezado todo con la voz femenina de Clémentine Delauney (Visions of Atlantis) y los guturales de Markus Bischoff.

Y aquí radica lo grande del disco, la libertad creativa de Kai que va del metal clásico hasta las nuevas tendencias. Pero el tema que más atrae es “Stranger in Time” combinando voces con Frank Beck. Preciosa línea vocal, plagado de coros y siendo el mejor medio tiempo del disco con un Sammet genial en el intermedio. Trabajadísima y épica suena “Fire and Ice” con otro dueto con voz femenina. Interesante la melancólica y suave “All or Nothing” con teclados protagonistas. Sorprendente el resultado en “Burning Bridges” por lo tremendamente accesible que es. De lo mejor del compacto con ese dueto con Eike Freese. Firman el mejor estribillo del disco. Se despiden de la mejor manera con un trallazo de heavy metal a doble bombo con Hansi Kursch de invitado. El segundo disco poco aporta más allá de tener a Kai haciendo –casi- todas las voces.

Un poco Kai Hansen ha jugado a ser Avantasia aunque de forma más personal e íntima. Es un disco que de buenas a primeras no entra, pero a la que paladeas y dejas que fluya entras y vuelves a descubrir a un Kai Hansen alejado del power metal aunque manteniendo todas sus credenciales. Es una de las mentes más preclaras del heavy metal y “XXX” es un regalo especial de cara al fan más que un intento de despegar en solitario. Hay grandes momentos y muy buenas canciones, pero mucho me temo que las que más me atraen son las que más se alejan del heavy clásico. Perfectos escuderos Alexander Dietz (Heaven Shall Burn), Daniel Wilding (Carcass) y sobretodo Eike Freese (Dark Age). Enhorabuena maestro por estos 30 años de excelencia. Y recordad, todos los beneficios del disco van a la fundación Wacken para apoyar a nuevas bandas emergentes.