Blood: X-Cultura

Las comparaciones son odiosas…  o suelen serlo. En otras ocasiones no lo son tanto, y ayudan, como es el caso, a salir adelante ante la demanda y/o interés, como ocurrió con BLOOD hace ya diez años. Fue entonces cuando debutaron con ‘O,O8 ATM’, en pleno auge de unos alemanes llamados RAMMSTEIN que se daban a conocer al gran público y eclipsaban a cualquier grupo industrial o que coqueteaba con ese tipo de sonidos; ya fueran de su Alemania natal como OOMPH, MEGAHERZ o KMFDM, o de nuestro país.

Lejos de pesarles, afirman que en el fondo esa comparación les ayudó. Era evidente su parecido, no ya el evidente de su sonido, sino en el registro de voz y (salvando las distancias) en la performance que acompaña a sus directos, que en el fondo es donde mejor se desenvuelve este trío alicantino y donde despliega todo su potencial; algo de destacar, porque es increíble lo que consiguen siendo solo tres personas en el grupo. Pero al menos a mí, no es el tipo de grupo que me gusta escuchar mientras estoy sentado tranquilamente; más que nada porque encuentro que es un estilo que no tiene demasiado abanico de posibilidades y un recorrido limitado.

Con ‘X-Cultura’, el tema que da título al álbum dejan clara su postura antitaurina en un tema marca de la casa, con ritmo machacón y letra simple fácil de asimilar de cara a los conciertos. Algo que se extiende a lo largo de todo el disco. Los riffs pesados son algo presente en la mayoría de cortes, dejándolos un poco de lado para ‘Enter-Blood’, con gran presencia de la electrónica. Entre las mejores se encuentran ‘Feudo’, «Robot», que se distancia un poco de las demás en su estilo, y sobre todo ‘Eco’, donde de nuevo me vuelven a recordar al grupo de R. Kruspe & Cia. Otra de las destacadas es ‘Monseñor’, donde si realmente graban un vídeoclip que tenían pensado, su letra les puede acarrear ciertos problemas sabiendo como se lo pueden tomar las partes implicadas…

No se han complicado a la hora de alargar, y han preferido dejar con ganas de más a sus seguidores. Ocho temas (y más con su duración) se quedan cortos, y a pesar de los tres remixes de temas de ‘Seppuku’ el resultado queda algo insuficiente. Reivindicativos, con letras explícitas y un sonido totalmente definido, que en ocasiones suena previsible. Aún con todo, y con el paso de los años, dudo que hayan tenido el reconocimiento merecido.