Unruly Child: Worlds Collide

La historia creo que es de todos conocida… Mark Free tocaba en King Kobra, banda de metal clásico y hard rock de estética supermachos. Ironías de la vida… Mark Free se cambió de sexo y pasó a ser Marcie Free. A pesar de que este detalle de prensa amarilla le ha dado cierta repercusión, Marcie es una cantante excepcional y lo lleva demostrando desde que sacara ese disco en 1992 con Unruly Child. Para este “Worlds Collide” se ha reunido esa misma formación, y la verdad es que el trabajo que se han marcado es de auténtico lujo. Avisaros que Marcie sigue manteniendo su voz masculina muy a pesar del cambio de sexo.

Los temas suenan añejos pero con producción moderna, y eso es uno de los grandes aciertos de un disco que combina hard rock y AOR a partes iguales. Es imposible no prendarse de la deliciosamente poppie “Very First Time”, de estribillo inmaculado, coros portentosos y una preciosa línea de bajo. Debemos destacar también el trallazo que abre el disco, “Show Me the Money”, con toques funkies sumamente originales. Hay a lo largo del disco muchas cadencias a lo Van Halen y los teclados recuerdan muchísimo a la etapa más dorada del grupo creador de “Panama” y “Jump”.

“Insane” es un perfecto ejemplo de la clase que atesora la banda y del gancho que consiguen a pesar de tocar terrenos ya mil veces vistos y visitados. Precioso el riff zeppeliano. Medios tiempos sedosos y almibarados como “When We Were Young” brillan, con ese toque tan Van Halen y esos teclados tan presentes. La verdad es que todo el disco es sumamente completo. La balada “Tell Another Lie” es un bonito cruce entre Cheap Trick y los Beatles. Esos mismos ecos beatlenianos aparecen otra vez en “Worlds Collide”, sólo que esta vez a acústicas y con sobredosis de teclados. Misma onda lleva la empalagosa y evocadora “Talk to Me”, otro de los grandes momentos del disco, y no le va a la par la powerballad “Read My Mind” con un magistral Bruce Gowdy a la guitarra.

Gran obra y la verdad, toda una sorpresa de ver que Unrily Child siguen siendo capaces de demostrar sus muchas virtudes a la par que ser capaces de grabar uno de los mejores discos de rock melódico de este pasado 2010. Quizá su familia, si la tiene, pierda a una gran ama de casa (a eso se había dedicado durante estos 10 años), pero el mundo recupera una de las grandes voces de la escena melódica. Sólo por eso ya vale la pena escuchar este discazo.