Sabaton: World War Live: Battle of the Baltic Sea

Hace ya unos cuantos años vaticiné que Sabaton y Volbeat eran las bandas llamadas a crecer exponencialmente y a marcar tendencia. Suelo equivocarme, cierto, pero parece que ambas van decididamente para arriba y méritos no les faltan. Los beligerantes suecos realizaron un atrevido e interesante lavado de cara al anqulisado power metal. Lo primero de todo es que dejaron en paz a los elfos y se centraron en batallas míticas históricas. Musicalmente tienen más conexiones con Savatage y Grave Digger que con Helloween, y eso fue un paso adelante. Su corte hímnico y puramente metalero ha hecho que incluso gente ajena al metal se haya interesado por ellos.

Tras una inmaculada trayectoria y con el logro de haber realizado su primera gira por el sur de Europa, han decidido editar un disco en directo que resume perfectamente lo que se vive en cualquiera de sus conciertos. Esos temas bélicos han sido creados para sonar sobre un escenario, y eso es palpable en todo momento. La audiencia canta todos los temas e incluso se anticipa a los estribillos. El sonido es inmaculado y sorprende que haya sido grabado en el crucero en el que tocó el grupo. Temas como la 100% Savatage “Cliffs of Gallipoli” o “Ghost Division” suenan que atruenan, siendo muy protagonistas batería y voz. Los teclados, imprescindibles en su sonido, crean las atmósferas.

Los coros suenan absolutamente perfectos que hasta podemos llegar a intuir que hay algo de retoques. Es imposible una precisión tal en “White Dead”. La interacción entre Joakim Broden y el público es constante hasta el punto que decide hablar en inglés y agradecer a toda la gente que ha venido de fuera para estar allí. Destaca la inclusión de la inédita “Swedish Pagans”, pero cuando realmente la gente de desgañita y lo da todo es en las clásicas “Primo Victoria” y “Attero Dominatus”.

El directo se acompaña de otro CD de regalo con 12 temas más, de las que repiten la clásica “40:1” y un DVD grabado en 2008 en el festival Rockstad de Falun. Un complemento ideal para esta edición y un trabajo que debería confirmar a Sabaton como uno de las bandas más prometedoras de la escena mundial. Lo tienen todo para reafirmarse como gran promesa y llegar a encabezar festivales veraniegos. Sólo hay que pensar lo que puede llegar a hacer esta banda si tuviera dinero para montar show de shock rock. ¡Imaginaros tanques y barcos en el escenario!