House Of Lords: World Upside Down

Tras un poco afortunado “The Power And The Myth”, parece que los californianos
HOUSE OF LORDS han querido resarcirse un poco ante sus seguidores y dar forma
a un disco mucho más enfocado al pasado glorioso de la banda que al presente
de aprobado justito que demostraron hace un par de años con su penúltimo disco
de estudio. Si “The Power And The Myth” era un intento de modernizar un poco
el sonido de HOUSE OF LORDS, “World Upside Down” representa un paso atrás gigantesco
hacia el sonido de “Sahara” o el primer disco homónimo de aquella banda que,
administrada por Gene Simmons de KISS, intento hacerse un hueco en la escena
angelina a finales de los 80.

Evidentemente, HOUSE OF LORDS sin Greg Giuffria no es nada, o al menos, es
poco. Es cierto que James Christian es una seña de identidad más que reconocible
pero ¿cómo negar la gran influencia de Giuffria en el sonido que la banda acuñó a
finales de aquella decada dorada de pelos crepados y ropajes irrisorios? “World
Upside Down” tiene a Giuffria al cargo de algunos arreglos de teclados. Implicación
escasa, ya que la mayoría de teclados han corrido a cargo del bajista Jeff
Kent, pero la colaboración de Giuffria, casualmente, se nota. No digo que el
retorno de la banda a su sonido más clasico se deba exclusivamente a que Giuffria
esté por ahí rondando en la sombra, pero al menos, si que tiene algo que ver…

“World Upside Down” es grande, muy grande. Que a nadie le engañe la intro
grandilocuente que han bautizado como “Mask Of Eternity”, porque ese no es
el sonido de la banda en el disco. El sonido verdadero de HOUSE OF LORDS se
puede comprobar en “SOS” o “These Are The Times”, temas que parecen extraídos
de cualquiera de sus dos primeras obras maestras y que confirman aquello de
que los clásicos nunca defraudan. En el disco hay un poco de todo, desde las
baladas como “Field Of Shattered Dreams” hasta el hard ultra-heavy de “Rock
Bottom”. Como nota curiosa, cabe decir que el tema que da título al disco es
probablemente el mas insulso, una balada de las de cumplir, aunque James Christian
la salva con su clase intrínseca, para variar.

Otro de los lanzamientos más potentes de la primera mitad del año. Veamos
como se lo hacen en el próximo Lorca Rock!