Voodoo Hill: Wild Seed Of Mother Earth

Realmente impresionante lo de Dario Mollo. El guitarrista italiano ha conseguido con este “Wild Seed Of Mother Earth” algo que no es fácil en estos dias: un disco en el cual se puedan escuchar todos los temas sin esquivar ninguno.

Evidentemente, la ayuda de Glenn Hughes en ese sentido es determinante. Si ya en “Songs In The Key Of Rock”, su disco en solitario del pasado año, Hughes conseguía ponerse a sí mismo al limite en cuanto a capacidad interpretativa –obviaremos el segundo disco de Hughes-Turner Project el cual no está a la altura, sinceramente-, en este nuevo disco de VOODOO HILL, el británico residente en California da muestras de unas capacidades estratosféricas en lo vocal.

Con una buena base rítmica donde destaca especialmente el batería Roberto Gualdi (y que se completa con Dario Patti a los teclados y Fulvio Gaslini al bajo), “Wild Seed Of Mother Earth” es un excelente ejercicio de nostalgia y progreso a la misma vez. Mientras que Mollo rescata directamente desde los 70 los elementos mas característicos del rock en su vertiente mas clásica (y porqué no decirlo: mas purpura) también se esfuerza en unas estructuras realmente trabajadas en las canciones que, junto con una producción hecha con muy buen gusto, consigue erizar el vello en momentos puntuales. Pocos discos son capaces de eso hoy en dia.

Los temas mas destacados del disco, o al menos los mas sobresalientes, son “Make Believe” y “My Eyes Don’t See It”. El primero lo adelantó Mollo en su reciente gira con Graham Bonnet por tierras españolas y es un temazo con todas las de la ley. Melodías irrefrenablemente coreables, riff especialmente potente, un solo sentido y en el que no sobra ni falta ninguna nota, y Glenn Hughes obviamente en estado de gracia. El segundo está también especialmente enriquecido por Glenn, pues es un tema que melódicamente depende mucho de la voz de Glenn. Los coros son absolutamente excelentes y no os lo vais a poder sacar de la cabeza en muchos dias.

Si lo arriba comentado era lo sobresaliente, lo notable sería el cambiante “Soul Protector”, el extraño “Atmosphere” –riff aplastante-, y el setentero “Still Evergreen” en el cual las influencias de PURPLE son ciertamente notorias.

Sería genial si alguien externo a la base de fans de Mollo se decidiera por comprar este disco y darle una oportunidad, pero tengo muy poca confianza en que alguien lo haga. Y lamentablemente, me temo que este disco lo comprarán únicamente las 150 personas que fueron a verle en concierto hace unas semanas. Triste.