Karmakanic: Who’s The Boss In The Factory

Jonas Reingold es muy conocido por el ser bajista de THE FLOWER KINGS. Pero como muchos músicos suecos de su generación del rock progresivo, saca a lucir sus otras inquietudes en múltiples proyectos y/o colaboraciones de vez en cuando. Es el caso de KARMAKANIC, proyecto que ya cuenta con dos anteriores entregas, “Entering The Spectra” y “Wheel Of Life”, y que vuelve a poner de actualidad con este maravilloso “Who’s The Boss In The Factory”. Para quien como servidor, andaba un poco perdido en las aventuras de Reingold fuera de su banda madre, haremos las debidas presentaciones. Además de Lalle Larsson a los teclados, Zoltan Csorsz a la batería y Krister Jonson a las guitarras, el nombre que goza de mas popularidad en el line-up es, sin duda, el vocalista Göran Edman; un todoterreno de sobrada solvencia que se adapta a estas composiciones de “rock progresivo clásico con tintes jazz” (como describe el propio Reingold) a la perfección. Además de ello, el elenco de invitados ayuda a que nos situemos de antemano ante el material a tratar: sus compañeros de banda Tomas Bodin (teclados) y Roine Stolt (guitarras),  Andy Tillison (Hammond, THE TANGENT), Lelo Nika (acordeón) y el abuelete Theo Travis (saxofón).

En este género, lo que más suelo apreciar dentro del largo metraje de sus composiciones, es la variedad. Que escuches un tema y se te pase el tiempo en un plis plas, pero por supuesto, habiendo disfrutado del trayecto. Pues bien, la apertura “Send A Message From The Heart” y el tema título, cumple con estos requisitos. Es más, con tan sólo estos dos temas podemos percatarnos de la diversidad de tempos, sonoridades e imaginación compositiva que Reingold y sus compinches derrochan con aparente facilidad. El primero de ellos si se asemeja más al sonido de su banda madre, con Edman acoplándose a la perfección a cada fraseo, y con esa multitud de canciones dentro de otras canciones, hasta hacer que sus casi veinte minutos resulten amenos. Y el tema título es un excelente ejercicio de emotividad (con comedidas partes jazzísticas) y fuerza en perfecto equilibrio. Atención al último tramo; minimalista en el trato de las melodías, pero sin parar de subir la intensidad hasta un final que es, sencillamente, para quitarse el sombrero. Sin duda, algunas partes estarían fuera de lugar para lo que un fan de THE FLOWER KING’S podría esperar.  

Sorprende escuchar “Let In Hollywood”, muy cercana al hard rock, pero con Edman como pez en el agua, se acoge de muy buenas ganas. En cambio, en “Two Blocks From The Edge”, toman más protagonismo los elementos jazzísticos, con el saxofón de Travis acolchando cada puente y estribillo, e incluso haciendo solos. Aunque para solos, los de guitarras de Krister Jonsson; asombroso. Las dos partes de “Eternally”, son otro mundo. Jonas Reingold abre su alma letrística y musicalmente, en dos temas (aunque la primera parte es una intro, sólo de piano) dedicado a sus padres que fallecieron el pasado año, cuya despedida, no podría haber tenido mejor réquiem. Con paso solemne, las partes vocales arropadas con esas emotivas melodías de acordeón y guitarras por turnos, captan momentos únicos. Toda una delicia.

Es bien sencillo recomendar este trabajo. Si te gusta el rock progresivo de THE FLOWER KINGS, NEAL MORSE, SPOCK´S BEARD, el vocalista Göran Edman y las sorpresas en cada compás, “Who’s The Boss In The Factory” es uno de los mejores y más completos trabajos de rock progresivo del pasado año. Sin más.