Overkill: White Devil Armory

Overkill es una de esas bandas a las que es fácil tenerles mucho cariño. No sólo cuentan con uno de los mejores frontmans de metal en todo el mundo, el incombustible Bobby Blitz, sino que también han sabido mantener la compostura a lo largo de una extensa trayectoria, resistiendo las malas épocas y manteniendo un mínimo de calidad bastante aceptable. En sus horas más bajas, cuando las bandas de thrash metal se desplomaban como moscas y caían en el olvido para ser rescatadas unos años más tarde, los de nueva Jersey consiguieron defender su buen nombre con álbumes que, si bien no eran excelentes, sí que eran ampliamente superiores a los de sus compañeros de gremio. Afortunadamente para todos, no sólo supieron aguantar en esos momentos, sino que desde inicios de esta década han vuelto con más fuerza que nunca. Y este disco es una estupenda muestra de ello.

«Ironbound», de 2010, fue el preludio. Un aviso de que toda la maquinaria volvía a funcionar al 100%: Overkill volvían a estar dispuestos subir el listón. Y cielos santo, cómo lo harían con «The Electric Age», un trabajo que se sitúa tan sólo por debajo de aquellos clásicos que publicaron entre 1984 -1991 y que supuso una de las mayores alegrías de aquel 2012. Dos años después llegaba la prueba de fuego: ¿serían capaces de mantener ese espectacular nivel? La respuesta es clara: sí. «White Devil Armory» es un trabajo con pegada, gancho y energía a raudales, y no tiene demasiado que envidiarle a su predecesor, aunque quizá esté ligeramente por debajo. Algo casi anecdótico.

«Armory» abre la lata pasada de revoluciones, su cabalgante ritmo y inevitablemente pegadizo estribillo la hacen perfecta para el directo, algo que, al igual que sus discos de estudio, con el paso de los años se ha mantenido mucho mejor que el de aquellos considerados como «grandes» del thrash metal americano. Se convertirá sin duda alguna, en un tema imprescindible para los setlists de aquí en adelante. «Down to the Bone» puede recordar en ciertos momentos a aquella espectacular «Wish You Were Dead», y baja el ritmo de infarto con el que se había inaugurado el álbum. Y es que el mayor mérito de discos como este es la habilidad que tienen para mezclar a la perfección los elementos característicos de su etapa más thrash y su posterior giro hacia el groove metal. El disco está cargado de canciones de tempos medios que otorgan ese ritmo lento pero intenso capaz de quebrar vértebras: «Bitter Pill» es un gran ejemplo de ello.

Para meter quinta marcha justo después de esa canción está «When There’s Smoke», mientras que en «Freedom Rings» tenemos una pieza más larga, en la que demuestran una vez más que son capaces de manejarse con las dinámicas y estructuras de una duración superior, al estilo de «The Green and Black» o la clásica «Overkill II (The Nightmare Continues)». Uno de los claros highlights es «King of the Rat Bastards», mientras que en «In the Name» presentan algo curioso y extraño a la vez. Aquí han querido lanzar una especie de nuevo himno, con ritmo militar, cantable e inmediatamente reconocible, pero el resultado ha sido algo que no acaba de convencer. El estribillo, que debería ser indiscutiblemente épico, se hace extraño en las primeras escuchas, y aunque no sea un mal tema, considero que es de los que más flaquea en el álbum. En definitiva, «White Devil Armory» es un excelente álbum, que hace que Overkill mantengan la corona como banda de thrash metal clásica a la que mejor han sentado los años. ¡Larga vida a Bobby!