Therapy: Were Here to the End

Los irlandeses del Norte alternativos y punks Therapy? celebran su 20 aniversario de trayectoria con la edición de su primer disco en directo. Toda una sorpresa pues es doble y dura más de dos horas, algo no muy frecuentes en grupos de rock akternativo, y menos con influencias punk. La banda cierra una etapa y más cuando había sorprendido con la edición de su anterior disco “Crooked Timber”. Siempre serán recordados por ese disco de 1994 “Troublegum” y por haber sido toda una sensación a principios de la década de los 90.

Ahora que su éxito está un poco de capa caída es momento de recapitular y ofrecer un disco con temas de casi todos sus discos y muchos EPs. “Were Here to the End” fue grabado durante tres noches consecutivas en la sala Monto Water Rats londinense. La grabación es absolutamente cruda y sorprendente para los tiempos que corren. Los temas se suceden a una velocidad tremenda, al estilo Ramones y todo el barniz pop y accesibilidad que podían tener sus grabaciones en estudi quedan borradas de un plumazo. Es un disco en el que voz, bajo y guitarra dominan absolutamente y en que la comunión con el público es espectacular.

Uno casi puede sentir el sudor y los codazos de quienes le rodean cerca del escenario, todo es directo y sobretodo: real. Cosa que se agradece. Sus temas clásicos, a pesar de tener ya unos cuantos años suenan realmente frescos, y junto a Faith No More, son uno de los grupos a los que podemos seguir reivindicando pues su propuesta sigue siendo vigente y actual. Fueron una banda muy original, y a día de hoy tpdavía pueden seguir presumiendo de ello. Cortes como “Knive”, “Nowhere” o “” siguen estando vigentes.

Cabe destacar también la sentida “Exiles” o “Crooked Timber” de su última obra en la que su baterista Neil Cooper demuestra una originalidad espectacular con el trabajo en la caja. Otra en la que podemos ver una comunión total con el público es “Die Like a Motherfucker”. La gente se vuelve loca cantando el estribillo. Las líneas de bajo se empastan con la batería haciendo que el grupo demuestre una solidez total. Realmente es curioso pensar que se han decidido por esta producción tan cruda, pues con unos cuantos adornos y unos coros añadidos podría haber quedado un disco mucho más comercial. Son auténticos, y eso se agradece.

Podemos destacar también la progresión en “Moment of Clarity”, la final “Teethgrinder”, la cadencia genial de “Sprung” o la versión de “Isolation” de Joy Division. No creo que quede como su directo definitivo ni tampoco creo que sea la mejor forma de acercarse a Therapy?, pero si que es un disco sorprendente por lo honesto y por lo extenso. Esas tres noches debieron ser memorables. Si eres fan de estos norirlandeses no te lo pienses y hazte con él. Si quieres entrar en su música empieza con todo lo anterior antes de 1998. Lo que sí queda claro es que si se acercan por estos lares, hay que ir a verlos. Toda una banda de culto a reivindicar.