Vvaa: Welcome to the Spanish Tribute to Kiss

En lineas generales, un disco que sirve de homenaje a una banda que ha tocado la fibra a muchas personas y que está hecho con tacto pero con más ganas que perfección. Atención a las pistas ocultas!

Los tributos a Kiss suelen ir de lo excelente a lo dantesco. Y eso que la música de Kiss no es precisamente difícil de tocar. Los acordes de Kiss contienen más en energía que en virtuosismo y si hay algo que es difícilmente replicable es la voz de Paul Stanley y los solos de Ace Frehley. Lo primero por lo personal de su voz y lo segundo por lo personal de su estilo. Así que cuando uno se pone delante de un tributo a Kiss (y especialmente delante de uno hecho por artistas locales de nuestro país) puede echarse a temblar.

Pero por suerte, el cariño que la mayoría de desconocidos artistas han puesto en estas pistas es suficiente para que no te entren ganas de meterte debajo de la cama. Paco Stanley es posiblemente quien más crudo lo tiene por lo exigente que es «Detroit Rock City», pero salva los papeles de manera bastante decente. «Love Gun» está falta del groove de la original, lo que se carga las partes de guitarra y batería, aunque la voz de Tere de Tyr Sound es envidiable.

Una elección curiosa es la de KFP y «Jungle», del ignoradísimo «Carnival of Souls» de 1997, que fue la incursión de Kiss en el grunge de los 90. Un temazo como una casa y lo han hecho muy bien. La línea de bajo de Miguel Arnaldo poco tiene que envidiar a la original de Simmons.

Los platos fuertes son tres bandas que por afinidad estilística le deben mucho a Kiss. Unos son Lipstick, que se atreven con «100.000 Years». Otros son los grandes Schizophrenic Spacers, quienes escogen el curioso «What’s on Your Mind?» del disco en solitario de Ace Frehley. Y especialmente Johnny B Nasty, que se saca de la manga una gran versión del «Naked City» del infravalorado «Unmasked». Posiblemente son las tres mejores versiones del tributo, aunque el «Crazy Crazy Nights» de Naxx te pone el vello de punta.

La curiosidad viene de la mano de Little Rock Star, un crío de apenas nueve años, que se está haciendo un hueco en la noche barcelonesa, especialmente en los incendiarios anti-karaokes, donde se atreve tanto con Ramones como con Kiss como si nada. Aquí se pone en la piel de Peter Criss para interpretar «Beth» junto al acompañamiento de guitarra que proporciona Hector Gilberto. Una versión bastante digna, teniendo en cuenta la edad del chaval y que la voz está en primer plano.

En lineas generales, un disco creado por el bueno de Raul Girona de Tyrproduktions Studio que sirve de homenaje a una banda que ha tocado la fibra a muchas personas y que está hecho con tacto pero con más ganas que perfección. Atención a las pistas ocultas!