¿Conocéis el meme de «wonder how it got there»? Básicamente consiste en mirar una imagen de algo y preguntarse cómo diablos ha llegado hasta ahí. Como un caballo atascado en medio de una valla metálica, un coche en la copa de un árbol o una banda como Rooney recibiendo atención mediática y buenos comentarios. La agrupación, que practica una mezcolanza de rock alternativo, power pop e indie, ha publicado ni más ni menos que cuatro álbumes en diecisiete años de trayectoria, cada uno más olvidable que el anterior y con una cantidad de relleno y material poco inspirado absolutamente aterrador si tenemos que han contado con una media de cuatro años para preparar cada uno de sus largas duraciones.

Hace apenas unos días, en nuestra reseña del último trabajo de Ihsahn (o como comentábamos con él cuando lo entrevistamos), hablábamos del noble, difícil y a menudo menospreciado arte de hacer un gran estribillo o una canción concisa y pegadiza. Robert Schwartzman, anteriormente frontman de Rooney y ahora único miembro al haber despachado a todo el mundo y haberlo convertido en un one-man project, comentaba sobre este nuevo «Washed Away» que su objetivo era hacer un álbum en el que todo fuesen himnos veraniegos. Ya sabéis, ese rollo de la costa oeste de los EEUU de ir en descapotable por el paseo marítimo con la puesta de sol bañando la escena en tonos anaranjados. Pues bien, lo cierto es que este álbum es bastante veraniego, pero de hímnico tiene más bien poco.

No nos sorprendemos de nada, puesto que estamos hablando de un conjunto que ya con su debut homónimo, publicado en 2003, ofreció un álbum que simplemente tenía un par de grandes canciones (hay que reconocer que «Blueside» es un absoluto temazo) y mucha más paja de la que el supuesto mejor disco de ninguna banda debería tener. Desde entonces, sus sucesores han seguido esa misma tónica, pero todavía más rebajada: no han conseguido volver a sacar ningún hit al nivel de «Blueside», pero sí han conseguido que entre la gran mayoría de material poco inspirado que colma sus obras hayan algunos temas que sobresalgan. Poco más.

Cuando tu proyecto no es más que una versión aguada de Weezer y los Beach Boys (iba a decir que como la Coca-Cola del cine, pero no sería una comparación enteramente adecuada porque por alguna razón inexplicable esa mierda siempre acaba sabiendo de maravilla), lo mínimo que se te pide es que escribas buenas canciones. Ya sabemos que no van a ser originales ni rompedoras, pero como mínimo que sean pegadizas. Y eso era exactamente lo que esperábamos cuando Schwartzman, después de seis años sin publicar un álbum, anunció este «Washed Away» contándonos que no sólo lo había escrito, grabado y producido él solo, sino que todos y cada uno de los días de ese periodo había estado preguntándose a sí mismo si ese material era lo suficientemente bueno y llevándolo un paso más allá constantemente, aunque eso retrasase la fecha de salida.

Leyendo semejantes declaraciones no puedo hacer más que preguntarme cómo sería este material en un inicio, porque sinceramente los temas de este álbum no dan la sensación de ser algo excesivamente pensado o trabajado. Quizá por mucho trabajo que inviertas en algo, si el factor creatividad escasea, el resultado será enormemente desproporcionado y decepcionante. Para ser justos, debo decir que pese a que el batacazo es monumental en los primeros temas, la segunda mitad del disco mejora considerablemente, ofreciendo algunas canciones disfrutables, como «You’re All I Ever Need», «Sad But True», «I Miss You When You’re Gone» o «Love Me Like There’s No Tomorrow», pero que no llegan a ser los hits que deberían.

«Washed Away» no es más que un disco del montón, con algún buen momento aquí y allá enterrado entre ideas insípidas y letras terribles. Quizá mis palabras no serían tan destructivas (que no menos negativas) si esto no se hubiese autovendido de una forma tan inflada. O si no viniese de un conjunto que ha estado girando con leyendas como Queens of the Stone Age o The Strokes sin siquiera haber sacado un sólo disco sólido ni haber tenido una trayectoria constante. La conclusión que saco de todo esto es que vivimos en un mundo confuso. LCD Soundsystem te dicen que quizá ellos no hacen hits cuando parece que realmente no saben hacer otra cosa, y Rooney te dicen que han sacado un álbum de himnos cuando apenas ninguna de las canciones en este trabajo es remotamente memorable.

Grupo:Rooney

Discográfica:Superball Music

Puntuación:3

Canciones:

  1. All the Beautiful People
  2. My Heart Beats 4 U
  3. Don’t be a Hero
  4. Why
  5. Washed Away
  6. Time Alone
  7. Do You Have to Go?
  8. Come on Baby
  9. Love Me Like There’s No Tomorrow
  10. I Miss You When You’re Gone
  11. You’re All I Ever Need
  12. Sad But True

Año:2016-05-06

Votación de los lectores:5