Toundra: Vortex

Los madrileños Toundra presentan el próximo 27 de abril su quinto álbum de estudio bajo el nombre 'Vortex'.

Tras unos resultados muy positivos en ventas en su último álbum, ‘IV’ (2005), no han parado de dar directos por Europa y EEUU. Con la llegada de ‘Vortex’, se consagran tras 11 años de carrera, y Olga Vidal te trae la reseña de ‘Vortex’ (Toundra) en primicia antes de que se publique el álbum.

Una carrera en constante ascenso

El rock instrumental de Toundra comenzó su andadura en 2007. Desde entonces han publicado cuatro álbums: ‘I’ (2008), con una remasterización del 2013 con un tema extra, ‘II’ (2010), ‘III’ (2012) y ‘IV’ (2015). Actualmente, Toundra está formada por Alberto Tocados al bajo, Álex Pérez a la batería, David López a la guitarra y Esteban Girón al piano y la guitarra.

Su primer trabajo discográfico fue publicado en 2008 bajo el nombre ‘I’ (Astoria Records), con temas de su primer EP, publicado el año anterior, con dos canciones adicionales. Un año después fichan por Aloud Music, con los que publican en 2010 su segundo álbum, ‘II’. A estas alturas ya se habían ganado una fama considerable, actuando en festivales de renombre nacional. Su tercer álbum llega en 2012 bajo el nombre de ‘III’, con el mismo resultado positivo. Tres años después publican ‘IV’, con el que se pasan a Superball Music. Su quinto álbum, ‘Vortex’ (2018), será publicado bajo el sello Inside Out Music, y ya se puede adquirir por preventa en la página web de La Casa del Disco.

Su sonido se puede clasificar dentro del post rock instrumental, aunque tal vez les corresponda mejor la etiqueta de metal progresivo. Está inspirado, en palabras de uno de sus antiguos miembros, en bandas como Mogwaii, Pelican y Russian Circles. Con ‘I’ nos mostraron un estilo melódico, más característico del post rock que del metal. Posteriormente, con ‘II’, ‘III’ y ‘IV’ vemos una progresión hacia un sonido más pesado y característico del metal, sin perder la esencia melódica de sus inicios. Poco a poco han ido creando un sonido más sofisticado, con atención especial a los detalles, especialmente en su último álbum antes de ‘Vortex’, ‘IV’.

Adentrándonos en la atmósfera de ‘Vortex’

‘Vortex’ comienza con una intro de minuto y medio donde ya se puede apreciar que las intenciones de este disco son ir más allá instrumentalmente. Hay una mayor melodía, participación de más instrumentos y un intento de ampliar e intensificar esa atmósfera que Toundra intenta crear con su música. Inmediatamente pasamos a «Cobra», trallazo de 6 minutos y medio con mayor intensidad a nivel rítmico, pero no menor epicidad.

A pesar de que la mecánica de Toundra siempre haya sido la misma, en su estilo no desentonaría el añadido de un vocalista al nivel en el que podría suceder con otras bandas únicamente instrumentales. Sin embargo, siempre cuenta con un instrumento protagonista (mayoritariamente la guitarra) que hace que no echemos de menos una voz. Encontramos ese efecto representado en su canción «Cobra», con un último minuto y medio especialmente intenso que hace que, a pesar de su duración, la canción parezca muy corta.

El siguiente tema, «Tuareg», se extiende hasta los 8 minutazos. Se repite la dinámica, no se hace larga en absoluto. Desde el comienzo te absorve con sus subidas y bajadas de intensidad, con sus cambios de ritmo y con la energía que transmite. De la intensidad de «Tuareg», pasamos a la suave «Cartavio», más corta y melódica, pero que te atrapa de igual forma. Seguimos con «Kingston Falls», single del álbum que ya se pudo escuchar con anterioridad y cuenta con vídeo oficial. Se trata de una de las joyas de ‘Vortex’, por su intensidad y su fuerza.

Tras este temazo, tenemos «Mojave», la canción más larga de ‘Vortex’ con 11 minutos de duración. Crea un ambiente más relajado, que va in crescendo y derivando en variaciones de intensidad. Casi llegando al final del disco, encontramos «Roay Neary», con una tónica similar a los primeros minutos de la canción anterior, que hace de puente con el tema final, «Cruce Oeste». Se trata, probablemente, de la canción más envolvente y mágica del álbum. Un buen final para un buen disco.

Sin duda, ‘Vortex’ supone un salto cualitativo que hace subir a Toundra un escalón más en su evolución como grupo sin volverse repetitivos ni, por el contrario, perder su sonido habitual. Si su anterior trabajo ha tenido un recibimiento positivo, no debemos contar con menos en esta ocasión. Todavía les quedan muchos escalones por subir.