Virgin Steele: Visions of Eden
Sabemos de sobras que se ha dado una demora importante a la hora de reseñar lo nuevo de VIRGIN STEELE. Básicamente, he necesitado escuchar “Visions of Eden” una infinidad de veces para convencerme de que los resultados, en esta ocasión, están muy por debajo de lo esperado, o al menos de lo que yo esperaba. Y esto lo dice un fan enfermizo de la banda de DeFeis y Pursino. Que quede constancia de ello.
Tras todos estos años, 6 en concreto, sin lanzar material nuevo propiamente dicho, VIRGIN STEELE presentan un flojo, soso, denso y aburrido “Visions of Eden”. Es innegable que el sello de la banda sigue ahí, pero a estas alturas eso no es suficiente. VIRGIN STEELE, en esta su nueva obra, se muestran obtusos, anclados en una fórmula de la que no sé si no quieren o no saben salir, que empieza a mostrar signos inequívocos de debilidad y ausencia de inspiración, precisamente lo contrario de lo que podían alardear con el morro bien alto obras cumbre del Metal Épico como “Age of Consent”, “Invictus” o las sagas de “The Marriage of Heaven and Hell” y “House of Atreus”, aunque esta última, en mi opinión, sobretodo la segunda parte, en menor medida.
Como les decía, VIRGIN STEELE siguen fieles a una forma de componer y actuar musicalmente hablando. No vayan ustedes a pensar que ahora David DeFeis y Edward Pursino se han enfundado unos chándales anchos bien majos y les ha dado por escupir prosa callejera relativa a su New York natal. No. Faltaría más. No obstante, esto no es óbice para que algunos piensen que con ser fiel a una fórmula musical determinada y otrora exitosa, ya todo está ganado. “Visions of Eden” suena a VIRGIN STEELE se mire por donde se mire. El disco está repleto de pasajes lentos, teclados, gorgoritos de David DeFeis y demás. Los ingredientes están ahí, el problema reside en cómo se han dosificado y mezclado.
“Visions of Eden” se salva de la quema precisamente por 2 de sus baladas, “Angel of Death” y sobretodo la emotiva “God Above God”, que recuerda a los mejores medios tiempos del grupo como “Forever Will I Roam”, “Emalaith”, “Perfect Mansions” o “Strawgirl”. Del resto apenas destacaría “The Hidden God”, la clarísimamente influenciada por RAINBOW “Adorned with the Rising Cobra” y poco más. Todos los temas que completan el disco, acusan de ser excesiva e innecesariamente largos y contener pasajes sobrantes que abultan el metraje del compacto, VIRGIN STEELE parecen abonados a ello por contrato, pero que pueden acabar siendo un arma de doble filo tanto en cuanto que pueden aburrir soberanamente al oyente no familiarizado con su estilo (Y también a los familiarizados, como en mi caso). Quizá ese es el gran problema, no de VIRGIN STEELE, sino de “Visions of Eden”. Es fácil dar con pasajes, riffs, coros y estribillos sublimes a lo largo de los 70 y pico minutos que dura el disco, pero todos ellos se ven enmarañados en medio de complejas y tediosas estructuras que en vez de reforzarlos, tal y como solían hacerlo en el pasado, los esconden todavía más evitando que destaquen todo lo que deberían. E insisto que esto es una apreciación mía. ¡Lo digo porqué sé como se las gastan los fans de VIRGIN STEELE!. Tras infinidad de escuchas, me sigue siendo muy difícil situar un pasaje, una melodía de voz o un riff de guitarra en un tema concreto. Todas las canciones de “Visions of Eden” transcurren de forma lineal y apenas uno arrima la oreja en un momento concreto para percatarse de que ese foco de atención puntual, difícilmente se va a volver a repetir en lo que queda de tema. Esos puntos luminosos son pequeños destellos en un mar de caos y complejidad musical que en esta ocasión, no ha sabido definirse y concretarse en un puñado de canciones a priori individuales unas de otras (A pesar de que líricamente exista una trama que las une a todas).
“Visions of Eden” flaquea también en el terreno de la dureza. Sé de sobras que gran parte del encanto de VIRGIN STEELE reside en sus baladas y pasajes lentos, pero he sido capaz de contabilizar del orden de más de 20 minutos seguidos de pasmosa lentitud, y eso no es bueno, más aún cuando uno mira atrás y tararea “A Symphony of Steel”, “We Rule the Night”, “Great Sword of Flame”, “The Burning of Rome” o “Mind Body Spirit”. Salvando “Immortal I Stand” (Rápida pero terriblemente melosa y tontorrona) y la acertada “Childslayer”, poco más encontrarás aquí que te incite al headbanging.
Hablemos de la producción. Mucho se ha hablado de ello en los últimos tiempos, y no es para menos. Cierto es que la promo que tengo en mis manos no posee el mismo sonido que el disco final que ha salido a la venta en las tiendas, no obstante, las diferencias no son tantas. Las guitarras de Edward Pursino apenas se escuchan y por momentos desaparecen, literalmente, por completo, de la mezcla. Los teclados, por el contrario, están más altos que nunca y si bien en pasajes lentos recrean cierta atmósfera efectiva, en las partes más rápidas convierten a los temas en bandas sonoras con doble bombo de fondo. Doble bombo por cierto, al igual que toda la batería, excesivamente programada y procesada. No me extraña que muchos incluso llegaran a pensar que se trataba de una caja de ritmos. ¿El bajo? Ahh, perdonen, ¿Acaso se grabaron pistas de bajo?. El único que sale bien parado de todo ello es David DeFeis cuyo chorro de voz, cristalino e inmaculado, se muestra tal y como es, aunque se eche en falta esa garra de antaño.
Si uno repasa la carrera y la evolución de VIRGIN STEELE podrá percibir que “Visions of Eden” era el resultado más previsible tras el experimento que supuso a todos los niveles, sobretodo el musical, la saga “The House of Atreus”. Lejos quedan ya los temas directos, ¡También complejos!, cargados de emotividad y fuerza por igual, que contenían sendos volúmenes de la saga “The Marriage of Heaven and Hell” o “Invictus” sin necesidad de ir tan lejos.
La puntuación otorgada a “Visions of Eden” debería medirse utilizando un baremo distinto al del resto de discos que por aquí reseñamos. ¿Qué baremo pues? Obviamente, el que se utiliza para medir única y exclusivamente los discos de VIRGIN STEELE. Dicho de otra forma; “Visions of Eden” es un muy buen disco, quizá inalcanzable para la inmensa mayoría, pero flojo tratándose de una banda como VIRGIN STEELE, y es que algo malo debería tener el haber publicado tantas obras maestras seguidas una tras otra. Y sino que se lo pregunten a los señores de SAVATAGE.
Javi Félez (Javi Metal)
Grupo:Virgin Steele
Discográfica:Sanctuary Records
Puntuación:6.5
Canciones:
- Immortal I Stand
- Adorned with the Rising Cobra
- The Inefable Name
- Black light on Black
- Bonedust
- Angel of Death
- God Above God
- The Hidden God
- Childslayer
- When Dusk Fell
- Visions of Eden
Año:2006
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