Into The Flood: Vices

Desde Seattle nos llega el debut de INTO THE FLOOD, otra banda que, además de tener un sello importante detrás, proclama abiertamente que entre sus géneros, además del metal y el hardcore, está también el cristiano. Respeto totalmente las creencias de cada persona o grupo, pero en cuanto a lo estrictamente musical se refiere, a etiquetas, ¿es necesario hacer esa apreciación? Y lo mismo me pasa cuando veo algo en plan metal satánico, ojo. Una cosa es de lo que puedan hablar tus letras y los pensamientos e ideologías que tengas, y otras que tengan que salpicar a la sección musical/instrumental, ya sea para bien o para mal.

Sea como fuere, este quinteto defiende ese metal y hardcore… de una manera más que machacada y remachacada por multitud de formaciones. En su caso, les tira más el hardcore, carecen de melodía, y se ciñen al más primario de los sentidos que tenía en su origen la etiqueta metalcore. La batería de Kevin Brady y su doble bombo son los comandantes del pasaje por el que nos hacen pasar durante las trece canciones. También tiene su importancia la voz de Brendan Wilson, que con su registro, en muchos momentos acerca a INTO THE FLOOD al deathcore, como se puede notar en ‘Mirrors’, ‘Sacrificing The Worm’ o ‘The Destroyer’, su tema bandera. Me pregunto si, al igual que THE DEVIL WEARS PRADA con su ‘8:18’, ‘Disconnected’ hace referencia a algún pasaje de la biblia, aunque reconozco no haber investigado mucho al respecto. Pero vamos, viendo títulos como ‘Your Judgment Is What Condemns You’ y ‘Faitheater’, puedo entender por dónde van los tiros; en ambas sacan a relucir ese lado más hardcore. Pero llegados a ‘Eye fot an Eye’ y ‘By Way of the Shake’, uno tiene la sensación de haber entrado en un bucle de canciones (y composiciones) demasiado parecidas entre ellas. Sí, al fin y al cabo son un bloque, pero no hay algo que llame excesivamente la atención.

Para destacar en el panorama hace falta más que lo que nos muestran en ‘Vices’, mucho más. Quizá en el futuro puedan aportar algo, pero por el momento, parece que les espera un más que seguro segundo (si no más) plano en su escena. El género está más que sobrepoblado.