Vertigo: Vertigo

“Algunos nacen con estrella y otros…” podría decir algún avezado lector que desde aquí veo arquear la ceja. No es posible negar que ser hijo del famosísimo compositor John Williams debe haber ayudado sobremanera a Joseph, líder de VERTIGO y ex – vocalista de TOTO entre otros, a encauzar su carrera de una manera rentable. Pero igualmente, y podríamos poner el ejemplo de la señorita Kelly Osbourne, ser hijo de alguien famoso no significa que tengas capacidad para cantar y llevar una carrera en solitario.

Comparaciones anecdóticas a un lado, Joseph Williams se ha labrado su propia fama de manera constatable. A mediados de los 80, entró a formar parte de TOTO y realizó varias giras mundiales, para luego seguir su camino en solitario y trabajar con los mejores músicos y sobretodo, conseguir renombre a nivel global al ser la voz de Simba, uno de los personajes de “El Rey León”. Y si contrastamos opiniones entre todos los que hayamos escuchado este primer disco de VERTIGO, la conclusión va a ser obviamente positiva.

Rodeado de músicos procedentes de la oscuridad mas absoluta y de fama mas bien escasa, Joseph ha situado a su lado al muy válido Alex de Rosso, que trabajara durante cinco minutos con DOKKEN alrededor del 2002. Con ellos, ha dado forma a un disco de efluvios ochenteros en lo que a melodía se refiere. Un tema como “More Than Enough” a buen seguro habría sido un exitazo en 1986. El vocalista hace gala de una buena habilidad a la hora de componer temas pegajosos que vayan por derroteros bastante diferentes entre sí. “Never Let You Go” y “Straight To Your Heart” tienen mas bien poco en común, siendo el primero una buena pieza de rock melódico con carencia de guitarras y detalles cuidadísimos, y el segundo una pieza igualmente melódica pero de bases algo más sintéticas y menos naturales.

Algun riff puede descolocar por momentos, como el de “Love Is Blind”, el cual te hace anticipar un tema Hard a lo WHITESNAKE que luego realmente es más pop que otra cosa. Eso sí, con excelente gusto. Destacable es el rango que posee este hombre a sus 44 años de edad actuales, con momentos de voz rasgada y otros pasajes de voz y coros hímnicamente agudos. Si hubiera que hablar utilizando terminología típica de crítico de discos, estaríamos hablando de un disco de “Arena-Rock” ochentero con un filón pop en lo accesible de las melodías que lo hace agradable para todos los oídos. A no ser que tu sistema auditivo filtre cualquier cosa que no sea DISMEMBER, claro.