Uve: Vendita Venganza

Parece que el cambio de nombre le ha venido bastante bien a UVE, anteriormente conocidos como VÉRTIGO. Con eso no quiero desmerecer a sus dos anteriores obras, pero con ‘Vendita Venganza’ están no ya un paso por encima de sus discos anteriores, sino unos pocos más, en un nivel superior, y es de agradecer que los grupos nacionales vayan pisando fuerte y firme.

Su sonido se muestra más duro y compacto. Quizá algo de culpa pueda tener la producción de Mart, de Estirpe, que se viene revelando como un productor a tener en cuenta en el futuro cercano; además, la mezcla se ha llevado a cabo en Masterdisk Studios en Nueva York, lo que puede dar una idea de lo serio que se lo están tomando estos chicos de Alicante. Y no hay más que empezar a escuchar el disco para sentir la necesidad de estar pegado a él, con esa frase inicial de ‘Sigo en pie’, que nos da la bienvenida al infierno, al vacío de esperanza; toda una declaración para empezar, un tema corto, directo, potente, y con mensaje. Y es que las letras son un punto totalmente favorable en el grupo, transmitiendo en los doce cortes infinidad de sentimientos apoyadas en un trabajo notable de Javier Sáez.

Por el mismo camino de mensaje va ‘Siéntete vivo’, de nuevo otra declaración (‘no hay más dolor que la amargura tras la rendición’); una canción de ritmo movido que transmite un buen rollo total. Pero hay espacio para más sentimientos, como decía más arriba… ‘Pequeña estrella sin luz’ se muestra más sentida; más aún ‘Noche de Otoño’, más íntima y melancólica, y desgarradora en su final, o más adelante, ‘Carta a la Tierra’. Encima, se acentúa el valor de la segunda, estando en medio de ‘El ojo del huracán’ y ‘La última pelea’, dos temas más rockeros y directos. No es fácil hoy en día mantener el nivel a lo largo de un disco al completo, pero esta vez se consigue. Cuando uno llega cerca del final del disco a ‘Comedia’ o ‘Un minuto más’, la guitarra de Mutha sigue sonando cruda y directa. Y cuando en ‘La Lluvia’ parece que ponen un punto y final de una manera triste y lenta, sorprenden con ‘Confesiones’, para terminar el disco de una manera más acorde a lo que pide el disco, con una tempestad, más que la calma.

Resumiendo, un disco compacto, en el que casi cualquier tema podría valer como single y dar una idea perfecta de lo que pretende el grupo; lucha, amor, pasión… pero ante todo, superación, con un rock alternativo metalizado que debería suponerles muchas buenas críticas, puesto que a las ganas que ponen en lo suyo, unen una calidad que ya empieza a resultar algo normal en nuestro país. Eso sí, volvemos a lo de siempre: si no somos nosotros mismos quienes lo apoyen y den un empujoncito y una oportunidad ¿quién lo hará? De momento se están encargando de dar multitud de conciertos aquí y allá, que ya se lo merecen. Algo es algo…