Stratovarius: Under Flaming Winter Skies

La trayectoria de STRATOVARIUS ha sido, cuanto menos, irregular en los últimos diez años. Desde aquellos “Elements” del 2003 que marcaron un nuevo hito en lo que pomposidad se refiere, la carrera de la banda ha pasado por bajos (muchos) y altos (pocos). La salida de su líder musical y fundador Timo Tolkki, las idas y venidas de éste respecto a la continuidad de la banda y el nombre, los problemas burocráticos con discográficas, la increíble debacle psíquica de Tolkki en el 2004 y 2005, la vuelta al redil, la marcha de miembros clásicos como Jari Kainulainen y ahora Jörg Michael… a día de hoy, es un misterio como la banda sigue con ganas de editar discos y hacer giras. Pero como muestra de su tesón y búsqueda de una segunda parte digna a su carrera, STRATOVARIUS siguen adelante pese a todo. No sólo eso, sino que tienen el suficiente humor como para hacer una gira y editar un disco a modo de despedida a su baterista de siempre, el mencionado Jörg Michael.

Michael ha sido, pese a su marcha de la banda, uno de los mayores artífices del retorno a la normalidad de STRATOVARIUS. Desde su posición “en la sombra” llevando aspectos del management y la contratación de la banda, su labor ha sido la que ha devuelto a STRATOVARIUS a las giras y los festivales. No en vano, Michael seguirá involucrado en esa capacidad con la banda, mientras que se dedica a su otra banda, DEVIL’s TRAIN, la cual requiere considerablemente menos esfuerzo y tiempo que los fineses.

El pasado mes de noviembre de 2011, STRATOVARIUS hicieron una gira por su tierra natal para decir adiós al baterista y de allí nació un doble CD y DVD que recoge los mejores momentos del presente y pasado de la banda. Grabado en Tampere, el trabajo nos muestra a una banda muy en forma, salida de una extensa gira para presentar “Elysium”, su último trabajo de estudio, y con ganas de comérselo todo. Hay ecos, muchos, de aquel triunfal directo “Visions of Europe” editado en el año 1998 y que marcó la confirmación de que STRATOVARIUS eran el heavy metal que se avecinaba en el nuevo milenio. No mucho después, el power metal de corte europeo estalló en todo el continente con la banda como referente básico. Hoy, la situación es muy distinta, pero es reconfortante escuchar que la banda se mantiene fiel a sus principios musicales.

Las nuevas canciones, como “Under Flaming Skies”, “Deep Unkown” o “Darkest Hours” pegan mucho con el resto de clásicos atemporales del catálogo de la banda. A dia de hoy, canciones como “Speed of Light”, “Father Time”, “Visions”, “Kiss of Judas” y “Black Diamond” son hits del heavy metal indiscutibles. Más discutible es el sonido del público en el CD. Sin ser necesariamente un disco que suene como si estuviera retocado en el estudio (no tiene pinta), lo que si es verdad es que el sonido del público es demasiado prominente en éste directo, distrayendo de una escucha apacible en la mayoría de los casos. Se ha querido dar mucha importancia a la presencia del ruido de la gente incluso en momentos donde sería mejor que no sonaran, provocando cierta desigualdad en la mezcla final, donde algunos instrumentos quedan poco brillantes porque el público queda por encima como el aceite.

Dejando de lado ese aspecto, la intencionalidad y la selección de temas del disco justifican la edición. Si los aspectos de audio referidos anteriormente no estuvieran incordiando, sería un disco incluso mejor, pero no se puede tener todo.