Wolfheart: Tyhjyys

Pese haber diferencias diferencias claras a comparación de sus anteriores bandas no es raro decir que nos encontramos frente a un disco similar a los antiguos, recordando especialmente a su etapa en Black Sun Aeon.

No es raro calificar a Tuomas Saukkonen como un hombre excéntrico, desde sus inicios en la música ha estado creando impulsivamente bandas con un núcleo similar, siendo el principal compositor de todos o casi todos sus temas; tras años saltando de proyecto en proyecto decidió apartar sus anteriores bandas: Before The Dawn, RoutaSielu, The Final Harvest, Black Sun Aeon y Dawn of Solace. Todo esto para centrarse única y exclusivamente en , siendo desde un inicio miembro único, y no fue hasta después de primer disco “Winterborn” que se unirían a la formación Lauri Silvonen (bajo), Joonas Kauppinen (guitarra) y Mika Lammassari (batería).

En marzo de este nuevo año nos traen su tercer disco Tyhjyys bajo el sello de Spinefarm Records, solo para días después sorprendernos con una gira de presentación en nuestra península.

Uno de los temas tabú en nuestra sociedad es la muerte, ella tiene muchas formas de ser expresada, según los antiguos vikingos el mayor de los triunfos era morir en combate, siendo llevados al Valhalla a manos de las Valquirias . En los tiempos actuales la muerte es el final, lo que muchos obvian es la victoria, tristemente muchos de los soldados que regresan no llegan a ser los mismos, «Shores Of The Lake Simple» expresa aquella cicatriz invisible que puede causar la triste victoria. «Boneyard» y «World On Fire»  nos narran las etapas de aquel inicio agridulce, aquello por lo que hemos luchado pierde aún más sentido por cada amigo que cae en combate. Cuanto más dura la guerra menos motivos hay para proclamar la victoria, ya que los nombres grabados en la historia no serán los vuestros, solo queda ver arder nuestra bandera antes de morir.

«The Flood» suena cual grito de victoria. Te das cuenta de que es el momento de soltar tu arma dentro del vehículo y viajar de vuelta al campamento, el silencio de tus compañeros solo te deja escuchar las aspas del helicóptero, obligándote a pensar en el daño causado en tan pocas horas y las mentiras que te hicieron creer todo este tiempo. La bandera sigue al dinero y los soldados siguen a la bandera.

«Call Of The Winter» se presenta en una sala, haciéndote esperar a una medalla que no has pedido para un país el cual te distancias cada vez más, desde donde  puedes alcanzar a ver no ves nada más que banderas y gente que no conoces vitoreando alrededor vuestro a la vez que os recuerdan a todos la gran labor que hacéis  para la nación y nuestra importancia. Tu y tus compañeros camináis  al unisono mientras festejáis un día más esperando a la temible «Dead White«, pero todas esas sonrisas caen al volver a casa.

«Tyhjyys» marca la etapa final del viaje, un vacio recorre tu cuerpo viendo que aquello que odiabas era lo único que sabias hacer, dándote cuenta que ya no eres más que un hombre dentro de sus recuerdos, dejándote solo a merced de  aquella vieja desconocida llamada vida.

Pese haber diferencias diferencias claras a comparación de sus anteriores bandas no es raro decir que nos encontramos frente a un disco similar a los antiguos, recordando especialmente a su etapa en Black Sun Aeon. Obviando todo símil con el pasado nos encontramos frente a un disco a la altura de su antecesor “Shadow World”, con un parentesco a bandas como Amorphis y Omnium Gathernum y plagado de fuerza e influencias a la tierra de los dioses y la nieve.

Aitor Lindemman