Tete Novoa: TTN

Seguramente la vuelta de Tete a la actividad con Saratoga comprometerá las actividades de futuro que pueda realizar con su proyecto en solitario, pero si todo quedase aquí, habrá parido un disco de rock melódico con devaneos pop muy atractivo y con canciones memorables.

Tete Novoa ha aprovechado el descanso que Saratoga se han tomado en el último año y medio para sacar adelante el proyecto de un disco en solitario, el cual sorprende por estar encarado hacia terrenos de hard rock melódico. Tete se ha pasado media vida dejándose la garganta en composiciones de heavy metal en un sentido más clásico y es toda una sorpresa verle explorar rincones de su voz mucho más pop de lo habitual. Grabado en los estudios Mágica del gran Pepe Herrero, cuya mano ha sido definitiva en la grabación y mezcla de este trabajo, “TTN” es un trabajo versátil, que agrada al seguidor de Saratoga, al fan casual de la música rock, al acérrimo del hard melódico europeo e incluso no tendría problema en llegar a públicos más alejados de su trayectoria habitual. Un tema como “Volvamos a Empezar” es viable para cualquier radiofórmula, así como el medio tiempo “Sin Saber Nadar” – con un estribillo tan irresistible que no conseguirás olvidarlo. Lo que pasa es que Tete viene de un entorno heavy de pura cepa, y es muy complicado que alguien de el salto de un mundo a otro sin que a)sus fans de toda la vida se sientan traicionados o b)el gran público le perciba como un resto casual de otro género musical y no le presten demasiada atención y al final se quede en tierra de nadie. Un poco lo que le pasó al bueno de Rafa Blas tras “La Voz”, aunque Tete tiene mucho más que perder dado su papel vocal en una de las formaciones más importantes de heavy metal de nuestro país.

Al final, “TTN” no es más que un disco para sí mismo, y cualquier beneficio añadido en exposición a un público más genérico será un regalo. Hay la suficiente cantidad de guitarras y contundencia en canciones como “A Tu Luz”, “No” o “Una Historia de Dos” como para que nadie que le venga siguiendo desde Shaigon se sienta alienado innecesariamente.

Además de la voz de Tete, se ha hecho un gran trabajo de guitarras con los riffs de Ismael Gutierrez y Roberto Sánchez. Riffs atractivos, sin complejidades o virtuosismos, destinados a embellecer las canciones y dejar brillar al protagonista principal. Seguramente la vuelta de Tete a la actividad con Saratoga comprometerá las actividades de futuro que pueda realizar con su proyecto en solitario, pero si todo quedase aquí, habrá parido un disco de rock melódico con devaneos pop muy atractivo y con canciones memorables.