Moais: Tras las esquinas del círculo

MOAIS es uno de esos grupos que, una vez lo escuchas, no te deja indiferente. No sabría decir que es exactamente lo que tienen (¿cómo hacer una crítica sin saber expresarlo? Buena pregunta), pero algo tienen. Es escuchar un tema y ya te llaman la atención; y si es para bien, como es mi caso, pues que menos que alabar su trabajo. De hecho ya lo hicieron cuando, casi de rebote, los viera a finales del año pasado en concierto; ahora simplemente han reafirmado y extendido mis pensamientos.

Cerca de cuatro años de historia, buscando una personalidad que aquí demuestran tener de sobra. Los seis temas de «Tras las esquinas del círculo», aparte de tener clase, son ante todo muy personales. Solo hay que echar un vistazo a las letras de Antlz para darse cuenta de ello; con mucho mensaje, y que junto a la música, crean una especie de magia/buen rollo que se desarrolla a lo largo de todo el álbum. Cada composición es una especie de viaje, que se sale de patrones típicos y tópicos, para contarnos una historia, ya sea de manera directa, o con curiosas metáforas. Y todo eso con unos ritmos muy peculiares, adictivos, y cargados de groove; como decía arriba, rock ante todo con mucha personalidad.

Aunque cada tema sea una historia, es casi imposible escuchar uno sin tener la necesidad de escuchar los demás. «Abrir el espejo» inicia la experiencia con mucho feeling, con un bajo de Miguel que se encarga de llevar gran parte del ritmo, «Las palabras (no) servirán» es de las que tiene una letra más profunda, pero la que más llama la atención de primeras es «El resultado de la ecuación», ocupando aquí el protagonismo Sergio con su guitarra. En la segunda mitad del EP, «Antes de poder salir» suena con más cambios de ritmo, subiendo y bajando, «La Calma» se convierte en el tema más adictivo, y «El Circo» se encarga de terminar un trabajo que tiene un gran punto negativo: sabe a poco. Pero demos tiempo al tiempo.

Grabados en el Estudio Uno de Madrid junto a Pablo Pulido «Babe», (que se encarga de sacar un sonidazo al grupo) esto solo debe convertirse en un punto de partida hacia adelante. ¿Hacia donde? No lo se muy bien, pero este país necesita grupos como este, que aparte de atípicos, sin ser comerciales, llegan a ser muy pegadizos. Como dice uno de sus temas «he descubierto por fin mi propia identidad»; ahora solo queda que se la hagan saber a los aficionados de la buena música y la vayan extendiendo poco a poco.