El círculo se cierra completamente. La que en si día fuera una banda de referencia, un ejemplo a seguir, los “nuevos Metallica” (se llegó a decir… lo mismo que se dice actualmente de los actuales Mastodon). Los chicos de Halifax, liderados por un enorme Nick Holmes legaron a este mundo grandes discos, pero sobretodo fueron “Icon” y “Draconian Times” los que se llevaron la palma. Sendas obras maestras. Fue entonces cuando el grupo decidió abrir horizontes y las cosas se torcieron bastante. Aunque para muchos de nosotros “One Second” continua siendo una obra maestra. Y como suele ocurrir con muchísimas bandas, hay un momento que la experimentación se para para volver a la senda original, al sonido que les puso en el mapa. Muchos fracasan en el intento, pero no Paradise Lost.

Ha sido un retorno progresivo. Poco a poco han ido retornando hasta su anterior “Faith Divides Us – Death Unites Us” (gran título). Pero faltaba ese ángel en la composición para volver al nivel de calidad de sus buenos tiempos. No diré que este disco esté a la altura de esas dos obras capitales anteriormente mencionadas, pero sí que hay un acercamiento evidente a ese nivel de calidad. Las musas les han visitado… Y de entrada “Solitary One” es un aviso a navegantes: retorno al sonido puro, al doom que tanto popularizaron. Una maravilla rematada por ese inquietante teclado de apoyo, riffs pesados, detalles instrumentales y ritmos pesados. La clave de este disco es el tratamiento de las melodías. A pesar de la dureza y pesadez sónica consiguen que las melodías funcionen orgánicamente con la composición.

Preciosa ha quedado “Fear of Impending Hell”, a medio tiempo y muy melódic; contrastando con el sonido primigenio y la estructura 100% “Icon” de “Honesty in Death”. Esos juegos melódicos de las guitarras de Mackintosh harán las delicias de sus antiguos seguidores. La base rítmica suena apabullante en todo momento, apoyada en una producción excelsa, gentileza de Jens Borgen. Gran cabalgada sónica en “Theories from Another Wolrd”, que avanza sobre un doble bombo incesante. Esta es candidata a entrar en todos los set lists del grupo. Auténtica carne de directo y un corte que parece escrito para dejar patente eso de “hemos vuelto, y a lo grande”.

Madera de single posee “In this We Dwell”, que se acerca al metal clásico y posee un estribillo algo menos oscuro que el resto aunque mantiene todas sus credenciales. Más puramente gótica puede considerarse la homónima “Tragic Idol”, accesible y oscura y bien reforzada por esos coros. Otra con madera de single es la inmediata y pegadiza “Worth Fighting For”, con una batería realmente trabajada por parte de Adrian Erlandsson. Finalizan con la épica y trabajada “The Glourious End”, puramente doom pero dotada de una gran línea vocal y ritmos pesados y arrastrados. Muy a lo “Draconian Times”, muy a lo que todos esperamos que suene…

Posiblemente este debería haber sido el disco perfecto como continuador de “Draconian Times”. Se reconocen todos los elementos que les hicieron tan grandes, todos los detalles, la forma de componer y la ejecución instrumental. Es un disco más directo e inmediato que los anteriores y la combinación de melodía y pesadez es perfecta. Uno siente que la banda vuelve a transitar la vieja senda. Las sensaciones son fantásticas y hay un punto nostálgico evidente. Soy de los que consideraba que los dos anteriores discos de Paradise Lost eran un retorno excelente al pasado… pero este “Tragic Idol” los supera a todos. El tiempo dirá, pero estamos delante de una obra candidata a entrar entre lo mejor que han grabado en toda su vida. Definitivamente… el círculo se ha cerrado. Disfrutemos de ello.

Jordi Zelig Tàrrega

Grupo:Paradise Lost

Discográfica:Century Media

Puntuación:9

Canciones:

  1. Solitary One
  2. Crucify
  3. Fear Of Impending Hell
  4. Honesty In Death
  5. Theories From Another World
  6. In This We Dwell
  7. To The Darkness
  8. Tragic Idol
  9. Worth Fighting For
  10. The Glorious End

Año:2012