Circus: Todavía El Sol

Dicen los tópicos que el disco de debut tiene que ser con el que una banda se de a conocer, su sucesor el de afianzamiento, y el tercero el de consagración. CIRCUS A.D se encontraría en ese último paso; y no se si consagración o no, pero está claro que ‘Todavía El Sol’ es el trabajo donde muestran una mayor personalidad y donde definen por completo su sonido.

Recuerdo aún su debut, donde servidor veía influencias claras del rock de Héroes del Silencio. A pesar de ello, las influencias de Circus, según el propio grupo, se encontraban más cercanas al rock oscuro de los ochenta. Si entre esas, uno se encuentra a grupos como Depeche Mode, The Cure, Bowie (incluso hicieron una versión de ‘Héroes’ en castellano) o Bauhaus, uno entiende la evolución de la banda en ‘Laberinto’, pero mucho más con su trabajo actual.

Esas influencias de rock gótico de hace veinte años, están más presentes que nunca en sus composiciones, sobre todo en las atmósferas de algunas canciones, sin perder la seña rockera de identidad de Circus. Con los primeros segundos de ‘Eterna’ uno cree haber retrocedido años para escuchar un grupo cercano a los Depeche más de primeros de los noventa. Los teclados se encargan de dar melancolía al tema,  acompañando a la perfección la voz de Pablo, mientras el resto de instrumentos se encargan de dar un toque más contundente. Más movido y menos deprimente se muestra ‘Promételo’; rápido, pero todo siguiendo el ritmo que dicta de nuevo la voz característica de Pablo. Muy parecida en estructura es el tema que da título al álbum, pero de nuevo con esos adornos envolventes en alguna parte de los estribillos.

La melancolía se vuelve a adaptar a Circus con ‘Mágico’, tema que sirvió de adelanto a esta tercera obra. Los ritmos se hacen más lentos, la letra se torna triste… y todo esto con la colaboración de Carlos Escobedo, de Savia. ‘Atados’ sigue los mismos parámetros, para de nuevo hacerse más crudos en algunas partes de ‘En Tus Alas’. Sorprende la facilidad con la que varían relativamente la música, sin perder el aire envolvente durante los once cortes que componen el disco; contundencia y sonidos envolventes que se van dando la mano. Pero es que, al fin y al cabo, supongo que es lo que buscaban mientras lo hacían., aún con el riesgo de hacerse repetitivo.

Los temas se van sucediendo. ‘Delirium’ suena bastante parecida a ‘Eterna’, con ‘Libérate’ se aceleran un poco, terminan de manera mas que triste con ‘Ser Tu Risa’, con Pablo cantando más sentido que nunca, en una de las mejores letras de todo ‘Todavía El Sol’, acompañado a la perfección por el punteo final de Joe Vega. En definitiva, rock oscuro puesto al servicio del pasado y con un lavado de cara necesario, en un grupo que merece un mínimo de atención.