At The Gates: To Drink From The Night Itself

Los cuatro años de silencio que los suecos At The Gates llevan sin sacar material nuevo quedan bruscamente sepultados con este nuevo trabajo.

Siguiendo la senda de “At War With Reality”, verá la luz el próximo 18 de mayo “To Drink With The Night Itself”, segundo trabajo de estudio desde que la banda decidió reunirse de nuevo allá por el 2010, y sexto ya a sus espaldas. Tamara Ruiz os adelanta lo que será el nuevo de los nórdicos.

Vuelta a los orígenes de At The Gates

Estamos hablando de los precursores del llamado “sonido de Gotemburgo”, algo a lo que hoy en día conocemos más comúnmente como death metal melódico. Resurgieron de sus cenizas hace ya casi una década, para marcar un punto y aparte en su carrera.

Es asimismo, con la formación clásica original, esa que grabara en el ya lejano año 92 su primer trabajo de estudio “The Red in the Sky is Ours”, y que pasara a la historia por el memorable “Slaughter of the Soul”, punto de inflexión en su trayectoria y pieza clave del ya citado death metal melódico. La veterana banda escandinava se dispone a alcanzar otro peldaño, dando forma a un disco más oscuro y potente en el que poder encuadrar el espíritu indomable que caracteriza a la banda.

Así pues, el quinteto que grabara aquel mítico “Slaughter of the Soul”, formado por Tomas Lindberg a la voz, Jonas Björler al bajo, Adrian Erlandsson a la batería y Martin Larsson y Jonas Stålhammar a cargo de las guitarras, es quien se encarga en esta ocasión también de dar vida a este nuevo redondo. Este último (Jonas) se encarga de cubrir la vacante dejada por Anders Björler, co-fundador de la banda, hace apenas unos meses.

Aunque tienen muy interiorizada la ideología de banda, este nuevo álbum ha sido compuesto únicamente por Tomas Lindberg y Jonas Björler. Como ellos mismos describen, su dinámica de composición no solo es trabajar juntos sino influirse e inspirarse mutuamente el uno en el otro. La pareja se basó en la novela del escritor germano Peter Weiss, “La estética de la Resistencia” (1975-1981) (“The Aesthetics of Resistance”).

Una trilogía basada en la Segunda Guerra Mundial que relata la resistencia antifascista y caída de los partidos proletarios en Europa. Y, aunque la banda sueca haya aclarado en más de una ocasión que no son una banda política, califica esta nueva obra con un carácter bastante izquierdista.

Dentro de At The Gates con “To Drink From The Night Itself”

Con una introducción íntegramente instrumental, de apenas minuto y medio de duración y protagonizada por unos pesados acordes de guitarra en su inicio, y su ritmo pausado y oscuro da comienzo la experiencia sonora de este disco. “Der Widerstand”, digna de poder haber ejercido perfectamente como banda sonora de una buena película estilo Juego de Tronos, hace de interludio perfecto hasta que finalmente irrumpe el corte que da título a este álbum: “To Drink From The Night Itself”, de At The Gates.

Rabia y potencia que te llevan a los más hondo de las tinieblas. Un corte que junto al que llega a continuación, “A Stare Bound in Stone”, son el más claro ejemplo de la totalidad del concepto del álbum. Además para este tema los escandinavos han colaborado en el estudio con el guitarrista de King Diamond, Andy LaRocque. El músico de la banda danesa también ha colaborado en los temas “Daggers Of Black Haze” e «In Nameless Sleep».

El primer tercio del disco se completa con “Palace of Lepers”, corte cuyas guitarras nos regalan acordes que se acercan más a las armonías que caracterizan de melódico al death metal. Contrastando, aunque no en exceso, con la anteriormente mencionada “Daggers of Black”, que haciendo gala de su nombre, muestra una faceta con tintes que podrían llegar a ser catalogados dentro del black metal. Su inicio nos ofrece unas oscuras notas de piano a modo de introducción y complemento al mismo tiempo al resto del corte.

La segunda mitad del CD transcurre con algo más de linealidad, me arriesgaría a decir que la más destacable de esta parte es la canción que marca el final del disco. Al comenzar a escuchar “The Mirror Black” puede parecer un tema más, pero su final queda entrelazado con la intro del principio, completando el círculo perfecto con las últimas notas del álbum.

En conclusión, doce temas que representan a la perfección la personalidad de la banda, incluso la de esos At The Gates de la pasada década de los 90. Quizá sea caer en un tópico decir que el álbum suena más oscuro, más crudo y con más fuerza que nunca; pero tratándose de uno de los grandes del género y tras haber escuchado “To Drink From The Night Itself” no cabe ninguna duda de que es cierto.