Battleroar: To Death and Beyond…

Tercera entrega de estos griegos defensores de la fe metálica, del metal tradicional y épico e influenciado por ese power metal americano de los 80. No podemos decir de ellos que sean precisamente un soplo de aire fresco ni que vayan a dar un salto espectacular con el presente compacto pero hay que confesar que en su estilo, y si te va el género épico y auténtico, son una banda a tener en cuenta.

Si por el contrario aborreces la épica de los primeros Manowar o los imprescindibles Manilla Road mejor que huyas pues el ataque heleno de metal épico te va a resultar cargante hasta el hastío. Su producción no es precisamente para lanzar cohetes, en algunos aspectos posee muchas de las deficiencias que se dan en España, pero la verdad es que el sonido conseguido le da cierto encanto nostálgico que uno agradece al estilo. Cómo olvidar esa pista de “ruido de fondo” que metían Bathory en su etapa vikinga…

Si de buenas a primeras reconozco que me parecía infumable con varias escuchas uno termina por engancharse y de qué manera a su música. Nada de complicaciones, coros grandilocuentes con pocos medios y con melodías tan simples como efectivas pero a la vez cautivadoras. Los coros de “Metal From Hellas” pueden en un principio sonar a broma, pero vaya, reivindicar el cantarle al metal con un “Made In Greece” épico es tenerlos bien puestos, y más consiguiendo unas bonitas melodías.

La voz del italiano Marco Concoreggi no es que sea ningún prodigio pero por momentos me recuerda a mis queridos Twisted Tower Dire, tanto por la fe, como por producción como por temas interesantes. “Born in the 70s” es un grandioso corte, con un estribillo pegadizo y manteniendo todas sus “exageradas” credenciales. Los cortes a veces están alargados excesivamente llevándose la palma “Oceans of Pain”, más de 10 minutitos con participación de violín, acústicas, olas rompiendo en la orilla, campanas y “sobreempacho” de épica.

Muchos pueden ver en ellos similitudes con Sacred Steel por eso de que no sabes si bordean la parodia, básicamente por lo evidentes de todos sus clichés, pero hay que reconocer que todos los temas tienen buenos estribillos y les funciona bien la épica conseguida. Cabe destacar especialmente “Dragonhelm” y “The Wrathforge” juntamente con “Born in the 70s” como los temas más destacados y conseguidos de la presente obra.

No esperaba darles más de un 5’5, pero a medida que vas escuchando el compacto entras en su mundo de espadas y caballos y hasta llegan a convencer. Es un disco de los que o odias directamente o amas. Los detractores van a poder cebarse en él tanto como quieran, estos griegos dan facilidades, pero si te va la onda de Warlord, Manilla Road, Cage y las bandas citadas anteriormente puede que Battleroar te contagien la fe. Conmigo lo han conseguido, y eso que no daba un euro por ello.