Falkenbach: Tiurida

Muy alto estaba el listón de Falkenbach y mucho tiempo han tardado estos vikingos alemanes a volvernos a traer material nuevo, bueno quizá deberíamos hablar en singular, pues el único miembro del grupo es Vratyas Vakyas, el resto son músicos de sesión. Una forma de trabajar muy a lo Bathory, banda con la que mantiene muchos puntos de conexión. Es difícil afirmar que este disco supera lo entregado hasta la fecha, pues la calidad atesorada era altísima, pero si es un dignísimo sucesor a “Heralding – The Fireblade”.

Los temas son largos, sólo siete, cargados de épica y dotados de instrumentaciones folk muy evocadoras y bellas. Lo acústico se de la mano con la electricidad y se combinan las voces guturales con las limpias, así como cumbres y valles en la agresividad y la balada étnica. “Where his Ravens Fly” es una preciosa tonada acústica que nos transporta a los amaneceres de las costas nórdicas, con una espesa bruma y un Drakkar surcando el horizonte. Realmente bello. Contrasta con la agresiva “Time Between Dog and Wolf”, un título muy a lo Jack London, y en la que la contundencia y el riff metálico irrumpen mientras todo queda engalanado por esos coros susurrantes tan propios del estilo.

Los teclados juegan también un papel de apoyo realmente importante. En “In Flames” tenemos otra buena muestra de agresividad y voces rotas, a ritmo de un repetitivo, pero bello, riff. El interludio lento rompe el tema y le da una aura oscura muy conseguida. Esta misma fórmula de dotar al tema de un riff protagonista y algo machacón (algo muy habitual en este tipo de estilo) haciendo pequeñas variaciones lo encontramos en la instrumental festiva “Tanfana”. “Runes Shall You Know” funciona pero no es lo más interesante de la obra, a voces limpias y respaldada por una guitarra eléctrica.

Sunnavend” combina, a la vez, instrumentos acústicos y eléctricos, y destaca por la contundencia de la batería, con mucha pegada. La melodía creada por los instrumentos acústicos es de lo más interesante del disco mientras batería, bajo y guitarra arremeten con fuerza. Varkyas se suma con su personalísima y evocadora voz. En las ediciones digipack y en vinilo hay un tema extra de sus demos de 1995.

Gran disco, puro metal vikingo con todos sus ingredientes, bello, cuidado al milímetro y con una producción perfecta, gentileza del propio Varkyas). Puede que no llegue al nivel de excelencia de sus antiguas obras, pero mantiene bien el tipo y demuestra que Varkyas posee una de las mentes privilegiadas del estilo. Realmente suena auténtico y fiel continuador a la etapa vikinga de Bathory. Puede que haya mil imitadores y que el sello Napalm los aglutine todos en su escudería, pero también hay que destacar que obras como “Tiurida” dan fe de que lejos está el estilo de saturarse si se demuestra este nivel.