Iron Savior: Titancraft

La nave Atlante sigue surcando los cielos sin grandes novedades aunque con más melodía. Iron Savior no desfallece a pesar de los muchos cambios de formación, de estilos en la escena y de fracasos en sellos discográficos. Siempre se agradece que alguien como Piet Sielck siga aportando su granito de arena a la escena por mucho que el tiempo de Iron Savior pasó hace ya demasiados lustros.

El universo Iron Savior es único e inmutable. Piet Sielck tenía una idea muy clara cuando armó este proyecto en 1995 y tiene claro que las sorpresas, si las hay, pocas y controladas. Aplaudimos su disco “The Landing” pero cuando le dije a Piet que era tan bueno como las dos primeras obras se le vio bastante ofendido, ya que implícitamente quedaba claro que a partir del tercero ni fu ni fa… Lo mejor de la banda es que mantienen una gran formación y que en directo nunca defraudan, pero en estudio los discos suenan como una espera que suenen. No hay espacio para experimentación ni novedades, pero si has sido o eres fan de los Savior tampoco esperarás que a estas alturas de la película viren hacia el progresivo.

Quizá la novedad más notable la encontramos en el tratamiento de los coros. Más perfectos, modulados y melódicos. Piet no ha tenido nunca una voz privilegiada, pero ha trabajado muchísimo matices y técnica. Tras la intro tecnológica y futurista (que no falte la ciencia ficción en este proyecto…) entramos de lleno en “Titancraft”, quizá el tema más notable de los que componen este homónimo proyecto. Otra buena ración de su particular power metal, aunque quizá más melódico que en anteriores entregas y con unas guitarras muy Gamma Ray. En “Brother in Arms” es quizá cuando la melodía se hace más patente. Medio tiempo accesible aunque no escatima en agresividad de guitarras ni potencia, aunque con coros envolventes y sumamente trabajados. Y en “I Surrender” sí que hay un descenso total de la velocidad para abrazar una balada de estribillo repetitivo y orquestaciones puntuales a teclado. Uno de los estribillos que más te quedarán es el de “Beyond the Horizon”, épico y melódico en la más extensa de todas las composiciones que pueblan “Titancraft”. En la final “Rebellious” hay un resurgir del estilo primigenio, crudo y directo. Un trallazo que recuerda a sus himnos primerizos con los que les vimos nacer.

A nivel técnico todo suena a la perfección y tanto Piesel como Piet consiguen un trabajo excelente. Quizá lo más destacado sean los solos de guitarra, complejos pero melódicos, siempre inspirándose en Helloween. Inmejorable ejemplo en “Way of the Blade” donde arrancan a lo Grave Digger pero mantienen el estribillo melódico con todas las capas de coros. En “Seize the Day” y “Gunsmoke” (final de western) vas a encontrar justo lo que buscas en Iron Savior, heavy metal de corte centroeuropeo pero repleto de melodía. En “The Sun Won’t Rise in Hell” encontramos una de las piezas más interesantes de esta obra. Accesible, a medio tiempo pero manteniendo la potencia que esperamos en estos teutones. “Strike Down the Tyranny” completa la obra con uno de los riffs más redondos del disco y mucha clase. Puro heavy metal de corte alemán.

La nave Atlante sigue surcando los cielos sin grandes novedades aunque con más melodía. Iron Savior no desfallece a pesar de los muchos cambios de formación, de estilos en la escena y de fracasos en sellos discográficos. Siempre se agradece que alguien como Piet Sielck siga aportando su granito de arena a la escena por mucho que el tiempo de Iron Savior pasó hace ya demasiados lustros. Auténticos, trabajadores y siempre con el cargador repleto de balas a doble bombo. Nada cambiará ni conseguirán una gira europea como cabezas de cartel, pero si entran como banda invitada en algún tour de grupo mayor, siempre serán bienvenidos.