Fifth Angel: Time Will Tell

Dicen que lo bueno si breve dos veces bueno, un dicho de la sabiduría popular
perfectamente aplicable a la corta pero brillante trayectoria de Fifth Angel,
banda de heavy melódico prácticamente desconocida para el gran público y que
tan sólo nos ha dejado dos álbunes como legado. Fundada en 1984 por el vocalista
Ted Pilot en Seattle, la formación se completó con músicos de la talla de James
Byrd y Ed Archer a las guitarras, Jhon Macko al bajo y el reconocido batería
Ken Mary.

Enmarcados dentro de ese subgénero metálico que puede definirse como heavy
cristiano, en el que quizá los mayores exponentes sean Stryper, Fifth Angel
( nombre tomado del libro de revelaciones de la biblia) se consolidaron como
una potente banda que sin alejarse del todo de la temática religiosa, cimentaron
su éxito en la solidez de unas composiciones donde poderosos coros y  bases
rítmicas memorables serían sus rasgos definitorios por excelencia. 1986 fue
el año de su debut discográfico con un álbum, "Fifth Angel", más cercano
si cabe al power metal, eso si de calidad porque ya sabemos que esta denominación
alberga en su seno a demasiadas bandas que pueden hacerlo desmerecer.

Que decir de este comienzo, sólo se me ocurre una palabra : brillante, sin
duda su mejor trabajo, un disco que puedes escucharlo de principio a fin un
millón de veces seguidas y te seguirá cautivando tanto o más que la primera
vez. En 1988 se volvió a reeditar con las mismas canciones pero en diferente
orden, de hecho existen dos portadas diferentes para este trabajo si bien en
esencia contienen lo mismo, nueve temazos de una grandilocuencia épica que viene
dada por una sincronización perfecta entre su gran instrumentación y unos coros
que te arrastrarán al climax más absoluto. Desde la trepidante "Fall out"
hasta el gran broche final que es "Fade to Flames" todos y cada uno
de los temas constituyen verdaderas obras maestras. Pero bueno, el disco que
aquí nos ocupa es "Time will tell" su segundo y último trabajo que
vio la luz en el año 89 con posteriores reediciones y constituyó una honrosa
despedida de la escena musical si bien es cierto que no está a la altura de
su predecesor.

La explicación de la ruptura a pesar del éxito cosechado hay que buscarla
en la incursión del batería Ken Mary en las filas de Alice Cooper, en ese excelente
aunque poco valorado disco "Raise your fist and yell" y más tarde
en todo un grupazo House of lords. La verdad es que Ken Mary es uno de esos
"músicos de alquiler" por así decirlo ya que siempre ha estado enredado
en multitud de proyectos paralelos y se ha codeado con otras bandas como Strike,TKO,
Bonfire, o Chastain por citar algunos. Sin duda House of lords fue todo un acierto
aunque truncara la carrera de Fifh Angel, de hecho ambas bandas tienen ciertas
similitudes ya que hasta hace poco la discografia de las dos es bastante reducida
( House of lords sacó un nuevo trabajo este año después de largos años de ausencia),
es decir son grupos de culto por así decirlo, que cumplen la máxima de la calidad
y no de la cantidad. Una falta destacable es la de James Byrd quien prefirió
seguir su carrera de guitarrista en solitario sacando varios trabajos instrumentales
que más bien han pasado sin pena ni gloria por el panorama musical, quizás si
como punto de referencia para músicos pero sin ser muy comerciales. Fue sustituido
por Kendell Bechtel que se acopla bastante bien a lo que eran los Fifth Angel
de Byrd, aunque aquí se decantan más por el lado melódico alejándose un poco
de la velocidad que contienen la mayoria de temas de su debut.

De todas maneras este " Time Will tell" sigue ocupando un merecido
puesto de honor entre mis discos preferidos, basta una primera escucha de "Cathedral"
para catalogar este disco dentro de las cumbres del heavy melódico, un tema
pegadizo con una conjunción de voces perfecta, la de ted Pilot con los portentosos
coros, que hacen que suene a música celestial, nunca mejor dicho. Sin embargo
creo que la mejor canción del disco es "Seven hours", toda una explosión
de fuerza que estalla en un estribillo que eleva los coros a la categoría de
himnos, simplemente grandiosa. Otro de los temas más rápidos es "We rule"
con un toque más power y unos riffs trepidantes, que junto con "Midnight
love" resultan los más atractivos para todos aquellos que busquen unos
ritmos más heavys. Su lado más emotivo viene de la mano de "So long",
todo un baladón que no pasará desapercibido, simple en su estructura pero muy
efectivo.

La verdad es que Fifth Angel no destaca por su virtuosísmo, es cierto que a
Ted Pilot se le compara con Geoff Tate) pero no creo que esté a la altura del
cantante de Queensryche si bien el registro puede asemejarse un poco a lo que
fue el " Operation mindcrime". Puestos a decir influencias me parece
más acertada la de Crimson Glory, por ejemplo, y si escuchas su álbum "Trascendence"
podrás hacerte una idea más clara. De todas maneras este segundo trabajo ofrece
más variedad que el primero, te puedes encontrar temas más hardrockeros al estilo
Bonfire como "Feel the heat" o "Wait for me,  o la versión
del hit de Ufo "Lights out",aunque esta diversidad no impide en absoluto
que el sonido del disco siga siendo compacto, con esa solidez que ya demostraran
en su primer trabajo. Supongo que es cuestión de gustos, si te tira más la vertiente
melódica optaras por este "Time will tell" pero aún siendo así yo
desde aquí recomiendo igualmente "Fifth Angel", ya que completar la
discografía de esta banda está al alcance de cualquiera y además no ocupará
mucho espacio en tu estantería, que te aseguró lucirá mucho más con estos dos
discazos.

En el 2000 surgieron rumores sobre una posible vuelta a la escena musical de
Fifth Angel pero se quedó en eso, en rumores, aunque nunca se puede descartar
ya que es precisamente en estos últimos tiempos cuando bandas que parecían borradas
del planeta han vuelto a la carga tras varios años de ausencia, tal vez tomen
ejemplo de House of Lords y nos sorprendan algún día con otro gran disco, si
no es así  a los nostálgicos siempre nos quedará la opción de seguir exprimiendo
una y otra vez la riqueza inagotable que contienen estos únicos trabajos.

Si es que ya lo dice el refrán "vale más dos discos buenos
de Fifth Angel que tropecientos de Stratovarius.", bueno creo que no era
así el refrán pero "a buen entendedor pocas palabras bastan.