Masterplan: Time To Be King

Comienza a ser un poco cansino escuchar la voz del señor Jorn Lande allá donde uno va. Entre sus discos en solitario (que no son pocos), su homenaje a Dio, su aparición especial junto a Heaven And Hell en Londres y éste disco de MASTERPLAN parece que Jorn sufre una especie de omnipresencia algo molesta. El asunto es que se trata de uno de los mejores vocalistas de hard rock que han aparecido en los  últimos quince años, pero eso no quita que sus continuas apariciones en prácticamente todas partes le quiten un poco de valor a su presencia musical.

 Desde que el propio Jorn grabara el primer y ya lejano disco de MASTERPLAN en el 2003, el mundo de la música ha dado muchas vueltas. Lo que por entonces era novedoso (power metal con guitarrazos modernos y una voz hard rockera) ahora no deja de sonar a reliquia del pasado, a fórmula que se intenta repetir y que no termina de surtir efecto. A fin de cuentas, la banda no podrá volver a grabar un “Enlighten Me” ni un “Crystal Nights” a estas alturas, siete años después de aquel despampanante debut. Pero lo intentan con ganas y han conseguido hacer un “Time To Be King” que raya entre lo aceptable y lo mediocre. No hay muchos temas destacables, pero la banda consigue mantener un nivel y una cierta coherencia con su trabajo pasado que les garantiza la atención de los fans. “The Sun Is In your Hands”, por ejemplo, es una canción que ofrece un buen rendimiento y es ideal para el directo, mientras que “Far From the End Of the World” tiene ese toque misterioso-oscuro que casa muy bien con la voz de Jorn. No obstante, Roland Grapow ha perdido mucha de su identidad como guitarrista en este disco, pasando a realizar una maraña de riffs insulsos que no llevan a ninguna parte y que son de difícil recuerdo.

No han dado en el clavo con éste nuevo trabajo y eso que uno tenía esperanzas de que MASTERPLAN replicaran algo tan bueno como lo que hicieron en sus inicios. Mención aparte merece, sin duda, el hecho de que Jorn esté tan oculto en la mezcla final. No se si la copia que han enviado a medios no era una mezcla final, pero prácticamente hay que ponerse un audífono para comenzar a intuir la voz de Lande. ¿Batalla de egos? ¿Dejadez? Vaya usted a saber…