Dark Angel: Time Does Not Heal

Ahora que el regreso de una mítica banda de Thrash Metal de los 80 como es Dark
Angel es inminente, echemos la vista atrás y demos un repaso al que seria su
ultimo disco en estudio, año 1991, Time Does Not Heal. El que es para el que
escribe, uno de los mejores discos de Thrash Metal de la década de los 90.

Para los profanos en el género decir que Dark Angel es una banda que practican
un Thrash Metal muy potente, rabioso y violento, con importantes influencias
de Slayer en sus inicios y una magnifica evolución a lo largo de sus álbumes,
hasta llegar al que nos ocupa.Con una magnifica producción da comienzo la propia
"Time Does Not Heal", un breve acústico nos introduce en la atmósfera
del grupo, un desarrollo de carácter claramente Thrasher que se fusiona con
un machacante ritmo entrecortado creando un curioso efecto de transición musical
(muy parecido al del principio de la canción "1928" de Dream Theater)
que desemboca en un ritmo cañero a más no poder, con el incombustible Gene Hoglan
(Testament, Death, Old Man’s Child, etc.) dejándose la vida en cada golpe de
baqueta. Cabe destacar que este no es el típico disco de Thrash Metal con canciones
de 3 minutos a todo trapo, prueba de ello es el siguiente corte, "Pain’s
Invention, Madness", de más de 7 minutos, una canción rozando el medio
tiempo, cargada de riffs pesados y melodías en segundo plano. Siendo sinceros, las cualidades
vocales de Ron Rinehart (actual cantante de Oil) son escasas, pero para el estilo
de Dark Angel son perfectas, pura agresividad y potencia. Un breve solo de batería
nos introduce en el tercer tema del álbum, "Act Of Contribution",
un tema machacante y bestial, rozando el medio tiempo otra vez, el combo que
forman Gene Hoglan y los guitarristas Brett Ericksen (ex-guitarrista de Viking)
y Eric Meyer es magnifico, suenan supercompactos y brutales en todo el disco,
es una autentica gozada oírles en acción, realizan una labor sobresaliente.
Un fade-out de unos segundos da paso al siguiente tema, "The New Priesthood", un tema muy rápido y vibrante, pero no
por ello corto, ya que una vez más supera los 7 minutos de duración, una canción
que encandilara a cualquier Thrasher que se precie.

Pasado el ecuador del álbum tenemos "Psycosexuality", una canción
realmente enloquecedora, con una melodía cargada de reminiscencias arábigas
en su comienzo, un medio tiempo machacón, de los más contundentes del compacto
y con sendas influencias de Slayer una vez más, aunque les superen en todos
los apartados (al menos a gusto de quien escribe). Después de la psicosis sexual
a la que nos someten estos americanos, nos deleitan con un tema que comienza
con uno de esos riffs que dicen THRASH nada más oírlos, tresíllos a velocidades
endiabladas y ritmos machacones rubrican el comienzo de la gran "An Ancient
Inherited Shame", una vez más un tema largo, de más de 9 minutos, lo mejor
de todo es que no cansan en ningún momento. "Trauma & Catharsis",
otro tema cañero, con un estribillo algo pegadizo incluso, compuesto por un
desarrollo intermedio delicioso, Gene Hoglan una vez más demuestra que la batería
es también un instrumento capaz de expresarse, no solo de llevar ritmos a más
o menos velocidad, todo un genio este hombre, de nuevo se retoman las melodías
arábigas, punteos psicodélicos a terceras, tresíllos veloces, de todo, un tema
completísimo. A continuación tenemos uno de mis temas favoritos, "Sensory
Deprivation", estructura variada, riffs rapidísimos alternados con otros
más pesados, mucha caña, de la buena además, como debe de ser. Sinceramente
espero que su nuevo álbum les haga justicia, seria una pena que no fuese así.
Para terminar tenemos un tema de lo más delirante y psicodélico, "A Subtle
Induction", es de elogiar la fuerza que imprimen estos hombres a todo lo
que tocan, pocos discos de Thrash he oído con tanta potencia y rabia, cosa que
no va en detrimento de la limpieza sonora del disco, todo suena como debe de
sonar, en otras palabras, con dos cojones.

Espero que el regreso de esta banda sea por algo más que el vil metal. Ojalá
nos sorprendan con un disco brillante, superar lo ya hecho es pedir demasiado,
pero que no ensucien su nombre sacando una chapuza de disco.