Threat Signal: Threat Signal

Después de un gran debut y su confirmación, llega la tercera obra de THREAT SIGNAL. El hecho de que sea homónima puede suponer que haga referencia a un renacer de la banda, que en solo dos años desde que viera la luz ‘Vigilance’, su segundo disco, ha habido tiempo para muchas cosas. Norman Killeen (batería) y Adam Weber (guitarra) abandonaban el grupo, ocupando sus puestos Chris Feener y Alex Rüdinger respectivamente, ambos descubiertos en youtube, lo que da una idea de la magnitud que están cobrando ciertas redes (con un breve paréntesis para Kris Norris de DARKEST HOUR como guitarrista en su gira).

A estos cambios hay que añadir todos los que tuvieron alrededor de su debut, y el proyecto paralelo que montaron dos de sus componentes, Jon Howard y Pat Kavanagh junto a ex-miembros de FEAR FACTORY para dar forma a ARKAEA. Mucha actividad a lo largo de su todavía corta carrera; un ritmo frenético que se vuelve a plasmar en este ‘Threat Signal’. Anunciaron hace meses que para él habían estando experimentando con guitarras de siete cuerdas afinadas en B, y que la producción correría a cargo de Chris ‘Zeuss’ Harris (CHIMAIRA, SHADOWS FALL, ALL THAT REMAINS…), y ambas cosas se notan.

El sonido en muchas ocasiones, además de poderoso, puede llegar a hacerse artificial, y ahí es donde se nota la labor del productor. Le ha ocurrido a algunos de los grupos que han pasado por sus manos, y ahora le toca el turno al quinteto canadiense. Por momentos, se echa en falta el sonido que consiguió Christian Olde Wolbers en ‘Under Reprisal’, aunque tampoco es para quitar méritos al producto actual, sobre todo en cuanto a riffs y solos se refiere. Solo escuchando los dos primeros temas, ‘Uncensored’ y ‘Comatose’ se puede apreciar ese sonido característico, la alternancia de melódico con gutural de Pat Kavanagh. Los que mejor han quedado, han sido los dos más largos. Por un lado, ‘Buried Alive’, jugando con los cambios de ritmo en un gran tramo para después adentrarse en un terreno más ambiental donde juega un papel fundamental el punteo final; y por otro, ‘Trust No One’, el mejor tema de todo el disco, con una estructura similar al citado anteriormente, y un punteo que destaca sobre el riff machacón tan característico.

Esas guitarras en ocasiones desquiciantes y en muchos momentos virtuosas, han sido una de las mayores señas de identidad del grupo, y la siguen manteniendo. Más rápidas se muestran cortes como ‘Face The Day’ y Fallen Disciples’ y sobre todo «Disposition», o crudas y agresivas ‘Death Before Dishonor’ y ‘Resistance’, formando un trabajo bastante completo. ‘Threat Signal’ es una buena continuación de su carrera, pero la frescura de sus dos discos anteriores, sobre todo del primero, han ido desvaneciéndose. Los cambios de músicos parece que no les afectan, y siguen siendo una de las alternativas de metal moderno con aire futurista junto a grupos como MNEMIC o SYBREED.