Sinner: THERE WILL BE EXECUTION

Supuestamente, cuando un músico lleva alrededor de 20 años ejerciendo sus
labores, sus temas y composiciones se vuelven repetitivas, copias imperfectas
de aquello que ya hizo en un pasado. No es el caso de Mat Sinner. Hace 19
años, en 1984, salía el primer disco de SINNER, “Danger zone”, y aun hoy en
dia, en el año 2003 prácticamente son capaces de demostrar una mas que ganada
vigencia en el Heavy Metal a través de un disco inspiradísimo y cargado de
buenas canciones.

“There will be execution” es un título intimidante, tanto como la tónica
general del disco. Composiciones rudas, agresivas. Como una apisonadora, sin
ningún tipo de descanso. “Requiem for a sinner” por ejemplo es una buena muestra
de lo que me vengo a referir.

La manera de cantar de Mat Sinner, pese a no ser abiertamente melódica, y
mas bien bastante cruda, te puede recordar a un Chris Boltendahl rejuvenecido
y no-fumador, con unas líneas vocales que sin caer en el error de la autocomplacencia
que tanto se lleva a cabo hoy en dia en el Heavy Metal, simplemente destacan
por su tono agresivo.

El tema que da título al disco, “There will be execution”, junto a “Locked
and loaded” son los temas mas netamente accesibles del álbum, el último con
estructura hard-rockera pero bien pasada por el tamiz de SINNER. Por otro
lado, encontramos temas mucho mas agresivos, como “Higher level of violence”,
en los que se pone de manifiesto que SINNER son actualmente demasiado parecidos
a PRIMAL FEAR, para bien o para mal. De todas maneras, los temas de tónica
mas hard-rockera y ochentera como “Liberty of death” siguen presentes, aunque
algo mas endurecidos que en pasados discos.

Las guitarras de Tom Naumann y Henny Wolter suenan muy heavies, y tienen
una gran presencia en el sonido de los temas, con ejecuciones feroces por
parte de ambos en temas como “God raises the dead”. Por otro lado, la batería
de Fritz Randow es demasiado lineal a lo largo de todo el disco, sin un solo
momento de gloria. Podría decirse que Randow es un batería mucho mas enfocado
hacia el estilo de la canción que no al lucimiento personal, y aunque por
un lado se agradece dada la tónica actual de los baterías de Heavy Metal,
por otro lado se echa en falta un estilo mas personal y definido, que es lo
que hace único a cualquier músico.

También hay algún intento de balada, aunque la única decente es la final
y acústica “Crown of thorns” (con coña post-canción si esperas unos segundos),
ya que “The river” pasa mas por lo que sería un medio-tiempo. O en otras palabras,
tiene demasiadas marcas de agresividad para ser una balada.

En definitiva, SINNER han bordado un gran disco, agresivo pero melódico cuando
es necesario, aunque deberían vigilar el progresivo acercamiento que hay hacia
el sonido de PRIMAL FEAR. Si superan ese obstáculo, seguirán siendo una de
las mejores bandas alemanas.