Watain: The Wild Hunt

“The Wild Hunt” es un disco nacido para la polémica, quizá incluso me atrevería a decir adrede y a conciencia, y es que no hay nada mejor que el hecho de que hablen de ti, para bien o para mal, pero que hablen, y eso WATAIN lo deben saber bien a estas alturas

Desde los viejos días de la eclosión comercial de bandas como DIMMU BORGIR, SATYRICON o CRADLE OF FILTH una década atrás, el género Black Metal –o por lo menos la vertiente más conocida, comercial y aceptada del mismo- anda un poco huérfana en cuánto a líderes se refiere. Lejos de los confines del Underground donde el estilo siempre ha permanecido firme y asentado con sus reglas, sus compromisos, sus ideologías y sus traiciones, el Black Metal a nivel masivo ya no transgrede de la misma forma que lo hiciera 10 o 15 años atrás. Ver a tipos con las caras pintadas blasfemando a diestro y siniestro ya no supone ninguna novedad. No hasta la llegada –o en todo caso, confirmación- de los suecos WATAIN, quienes han revitalizado el género aportando esa pizca de credibilidad que las bandas citadas al inicio de esta reseña perdieron en favor del dios dinero y la imagen cuidada al milímetro por encima del resto de cosas. Mientras DIMMU BORGIR se convertían en una marioneta para adolescentes en manos de un poderoso sello que veía en ellos una fábrica infinita de dinero, WATAIN son “the real deal” que dirían los yankees. Aun vendiendo discos como rosquillas, encabezando festivales de gran envergadura, acaparando todas las portadas del mundo y dejándose caer por eventos de dudosa credibilidad, WATAIN siguen teniendo esa áurea de maldad que casi todos los demás perdieron por el camino. Los suecos siguen firmes a sus creencias y no se achatan ante el acoso de la comercialidad. O no por lo menos de forma tan evidente como algunos de sus predecesores.

Si bien todo esto es aplicable a lo meramente ideológico y la forma en la que debe llevarse la carrera de una banda de Black Metal muy popular en pleno siglo XXI, no podría decirse lo mismo de la música que contiene este “The Wild Hunt” que pese a ser todavía excelente, creo que ha supuesto una bajada de listón respecto a cualquiera de sus anteriores obras. No obstante, es de agradecer que WATAIN siga esa meta que rige toda su actividad vital; la de no estancarse e intentar darle una vuelta de tuerca a su sonido en cada nuevo disco, siempre en busca de nuevos horizontes musicales que definan sonoramente su propuesta y su credo existencial. Con los años, WATAIN han ido suavizando su música, que no su mensaje. “Sworn to the Dark” les acercó quizá demasiado al sonido más “melódico” de DISSECTION mientras que “Lawless Darkness” confirmó esa tendencia e introdujo nuevos elementos atmosféricos y melódicos aun conservando la agresividad innata de esta formación.

Sin embargo, “The Wild Hunt” pese a que rompe con el pasado, sí prosigue cierta línea continuista que no es otra que la de ir suavizando poco a poco su sonido con cada nuevo disco. Aun así es diferente a todo lo demás hecho por WATAIN y solo por ello, por no confiarse y repetir la misma exitosa fórmula de nuevo, este disco ya merece un respeto y atención.

“The Wild Hunt” ha llamado inicialmente la atención por contener una balada llamada “They Rode On”, la primera balada Black Metal para algunos. Bien, veamos. Aires baladísticos tiene pero el Black Metal escasea se mire por donde se mire. Más que una balada, se trata de un tema lento, de corte atmosférico, cargado de pasajes limpios, naturaleza hímnica y solo final emotivo lacrimógeno. Si ustedes quieren llamarlo “balada Black Metal” adelante, para mí no es más que un soso tema de lo peorcito del disco donde se salva de la quema el punteo final, poco más. Sin embargo, el corte homónimo “The Wild Hunt”, me parece muchísimo más acertado mostrando el mismo tipo de credenciales musicales, aunque algo más duras y metaleras, acercándoles sospechosa y descaradamente a los BATHORY más épicos de la época “Hammerheart” o “Twilight of the Gods”. Es que de hecho, los guiños a la época “vikinga” de Quorthon son más que evidentes tanto en la letra, el tipo de voz, los riffs de guitarra y la atmósfera en general, solemne y apoteósica. Del mismo modo, la introducción con “Night Vision” muestra así esos cauces más lentos, densos y atmosféricos ejerciendo su función de apertura de un disco en líneas generales bastante más tranquilo que cualquiera de sus antecesores. En cierto modo, y salvando todas las distancias que ustedes quieran, tras varias escuchas “The Wild Hunt” me recuerda a “Reinkaos” de DISSECTION por lo transgresor de su propuesta y la abundancia de material –digamos- más pausado y melódico que pese a ya entreverse en su anterior “Lawless Darkness”, ha acabado por materializarse y asentarse en este quinto trabajo de los de Uppsala.

El resto del disco transcurre en unos cabales más extremos y predecibles aunque no por ello menos atractivos, caso de la cañera y bizarra “De Profundis”, con esos riffs intrincados e indefinibles a lo MASTER’S HAMMER o NEGATIVE PLANE, “All that May be” con un Erik soberbio mostrando registros de voz bastante diferentes a lo que nos tiene acostumbrado, “Sleepless Evil” que creo yo es la que más suena a los viejos WATAIN o la sorprendente “Outlaw”con ese toque oriental y ritualístico tan curioso.

En definitiva, “The Wild Hunt” es un disco nacido para la polémica, quizá incluso me atrevería a decir adrede y a conciencia, y es que no hay nada mejor que el hecho de que hablen de ti, para bien o para mal, pero que hablen, y eso WATAIN lo deben saber bien a estas alturas. Personalmente, pese a que alabo las ganas de romper esquemas, “The Wild Hunt” no me llena del mismo modo que lo hicieron en su día todos los anteriores discos de la banda, de hecho diría que éste es el primer trabajo de los suecos que en mi opinión no supera al anterior. Siempre y cuando sea un bache y no una tendencia, no hay nada de que temer.