Tyler Bryant and the Shakedown: The Wayside

No es un disco que entre de buenas a primeras… Tyler Bryant es un chico prodigio con las ideas claras y con ganas de abrirse a todo manteniendo las premisas del blues y los grandes de los 60, aunque sonando moderno y experimental. Están subiendo como la espuma y se comen el mundo cundo salen en escena.

No sé si podemos hablar de sensación o promesa pero está claro que esta banda, a pesar de contar con grandes nombres -y con ello a grandes padrinos-, no está donde está por casualidad. Han girado con Guns N’ Roses y (casi con) AC/DC, pero los que les han visto en pequeñas salas son los que cuentan de ellos maravillas. Juventud, entrega y sudor a raudales se suman a un estilo personal y algo diferente y experimental por mucho que la base de todo siga siendo el rock n’ blues crudo de los 60 y 70. ZZ Top, Cream, Clapton y demás estarían entre sus influencias pero puedo afirmar que a día de hoy nadie suena como ellos. Obviamente es Tyler Bryant el líder indiscutible, y el nombre del combo conecta con los nombres típicos de las grandes bandas de 1960. A ello hay que sumarle aires psicodélicos en un EP de seis temas en el que no hay largos desarrollos pero sí buenas ideas y originalidad. Y sí, está Graham Whitford a la otra guitarra, hijo de Brad Whitford de Aerosmith.

El bajo de Noah Denney abre la oscuridad en un tema original y arrastrado como es “Criminal Imagination”. Entramos de lleno en la penumbra abrazados por un sonido analógico y algo cavernoso en el que destaca la pegada de Caleb Crosby y la original y personal voz de Tyler. Hipnóticas líneas de bajo y gran trabajo de guitarras.  Entrada similar en “Loaded Dice & Buried Money”, un medio tiempo inquietante y revitalizante, muy pesado con guitarras dibujando un riff de escala arábiga. El blues de Nashville asoma en la templada “Devil’s Keep”, con gran trabajo de coros y Tyler armado con una Dobro. Aire western y mucha clase con reminiscencias de Hank III. En esa misma onda indaga “The Wayside” consiguiendo ser una especie de reggae oscuro con aires Tom Waits (especialmente el solo) y con un gran trabajo de Crosby en la percusión. No se les puede acusar de no ser originales… Un teclado Hammond a lo Purple repunta los momentos cumbre de “Mojo Workin’”, un tema que queda roto con un acelerón imprevisto y que la hace la más atractiva de todas. Finalmente nos queda “Stitch It Up”, corte muy melódico y con coros coloridos pero todo ello inmerso en oscuridad.

No es un disco que entre de buenas a primeras… Tyler Bryant es un chico prodigio con las ideas claras y con ganas de abrirse a todo manteniendo las premisas del blues y los grandes de los 60, aunque sonando moderno y experimental. Están subiendo como la espuma y se comen el mundo cundo salen en escena. El EP es un paso más respecto a su anterior obra con una gran muestra de sus capacidades e ideas. Su mezcla de blues y rock tradicional puesta al día pide a gritos sonar en una pequeña sala a reventar. Puede que no sea mi estilo y me cueste el timbre de voz de Tyler, pero os aseguro que ardo en deseos de verles en escena.